¿No te terminás de adaptar al home office? 6 cosas que seguro no te diste cuenta y te pueden estar afectando
Con la prolongación de la cuarentena a la vuelta de la esquina, desde BigBang te armamos un pequeño manualcito para llevar la modalidad "home office" de la mejor manera posible.
Ir "de la cama" al escritorio suele ser una tentación. Sin embargo, la recomendación de los especialistas es que mantengas en la medida de lo posible la rutina que realizabas cuando ibas a la oficina. Tomate tu tiempo, cambiate y bañate.
Uno o dos días de "pijama" no están mal, pero si se convierte en hábito podría empezar a afectar tu estado anímico.
Si bien el sillón resulta tentador, lo ideal es que elijas un lugar de la casa "para trabajar". Esto es importante por varios factores:
- Necesitás la luz adecuada.
- Una silla cómoda para evitar molestias en la espalda.
- Un lugar en el que no se mezcle "lo personal", con "lo profesional" (en especial si además realizás videollamadas).
No enchufes todos los dispositivos que utilizás en un mismo alargador y procurá tener un protector de tensión.
¡Otro dato! No dejés las cosas encendidas. Por fuera del consumo eléctrico, vas a comenzar a sentir el desgaste de los dispositivos. Así que recordá: cuando termines, apagás todos.
La extensión involuntaria de la jornada laboral es uno de los principales reclamos de los empleados que comenzaron a adoptar esta metodología de trabajo por el aislamiento social y obligatorio.
Lo ideal, por fuera de los acuerdos que se puedan realizar con los jefes, es que cumplas con la jornada, tal como si estuvieras en la oficina. No adelantes trabajo (si no es necesario), usá ese tiempo para relajar la cabeza.
¿Una mano con eso? Acá te dejamos un listado de libros, series y actividades para despejarte.
NEWSLETTER
Las mejores historias, todos los días
Recibilas en tu mail todas las mañanas