San Miguel Arcángel, un pueblo a que las aguas se devoran
San Miguel Arcángel, un pequeño pueblo del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, en partido de Adolfo Alsina y fundado hace 113 años, vive en peligro de desaparición total hace una década y media.
Es que la inundación de los campos circundantes comenzó a unir, poco a poco, las lagunas cercanas, creando una barrera acuática cada vez más grande. Eso se suma al imparable ascenso de las napas de agua subterráneas.
Y el principal temor es que las aguas, que continúan avanzando, terminen bloqueando por completo la única ruta que comunica a San Miguel con las vecinas localidades de Carhué (a 50 kilómetros) y Darregueira (a 35 kilómetros).
; hoy, con las aguas retiradas, un destacado pueblo fantasma.
"Las autoridades siempre especulan que se va a solucionar todo solo y no hacen nada: así llegamos a una situación límite porque los productores que saben dicen que en 10 o 15 días se nos corta el último camino transitable que tenemos", dice Waldo Beratz, uno de los preocupados habitantes del pueblo.
"Mucha gente no puede asistir a turnos médicos o a sesiones de quimioterapia, los vehículos se quedan encajados tres o cuatro horas, y la gente se ve obligada a tomar caminos alternativos", agregó Beratz señalando que de esta manera se llegan a duplicar en kilómetros los trayectos que se quieren cubrir.
Éxodo
"Tenemos muchos campos que quedaron sin gente, porque después de la inundación la tierra se vuelve a alquilar y a trabajar, pero ya nadie vive ahí", explica Beratz apuntando a otro de los problemas derivados del anegamiento: el éxodo de habitantes. "Y es plata que se pierde para el pueblo porque la producción ya no se comercializa acá, y es gente que nos falta".
En ese sentido, según estimó el delegado comunal de San Miguel, Ricardo Haucke, en 2001 y luego de inundaciones similares, 10 familias abandonaron definitivamente el pueblo. Y para una localidad de apenas 500 habitantes es, tal como acotó el funcionario, "un éxodo bastante importante".
"Nos afecta no sólo a nivel social sino también a nivel económico", sumó Haucke señalando que alrededor de 30 productores agropecuarios tienen sus campos completamente anegados. Esto, a su vez, también perjudica la producción de alimento para el ganado vacuno y porcino.
Sin respuestas
Buscando soluciones urgentes, un grupo de 50 habitantes de San Miguel se manifestó el lunes cortando el acceso de Carhue para reclamar al intendente del partido, David Hirst, y a las autoridades provinciales el inicio de las obras de canalización que se prometieron hace más de 10 años.
Sin embargo, Beratz reveló que el jefe comunal no quiso recibir el petitorio que habían confeccionado. "Después de la manifestación autoconvocada y pacífica con volanteada en el cruce de Carhue, fuimos a la municipalidad pero no nos recibieron", relató.
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