Big Bang! News
Más

8 frases que jamás hay que decirle a una embarazada

La llegada de un bebé cambia por completo la vida de una mujer y de su pareja. La transformación física y emocional requiere de mucha contención y de las palabras justas. Evitá lágrimas y portazos, y pedile que lea esta nota.

08 Julio de 2016 13:38
1552082574301
1552082574301

No todos parecen estar capacitados para entender qué le pasa a una mujer cuando está embarazada. La revolución hormonal es inmanejable, realmente. ¿Lo peor? Que muchos no sólo no entienden, sino que no ponen ni un granito de arena en intentar entender. Muchachos, futuros padres, que también deberán vérselas con pañales, horarios imposibles y toda la paciencia del mundo, un poco de sensibilidad: por más que la dama en cuestión realmente esté cambiando, ¡guarden el comentario! ¡No siempre hay que decir todooo lo que a uno le viene en mente! Ahorrarán escenas de llanto incontenible. Para ello, aquí ocho frases que jamás deben decirle a una mujer en la dulce espera:

#1. "Tenemos éste y después ya está, ¿no?"

Lo último que una embarazada quiere escuchar es que te estuvo incomodando con "esa pavada del embarazo". Puede que ella tampoco quiera tener más bebés, pero no es el mejor momento de discutirlo. Si todavía no nació el que esperan, ¡hay tiempo para eso!

Omitir preguntas incómodas mejora la calidad del embarazo.

#2. "¿Otra vez al médico? ¿Cómo hacen las que viven en el campo sin un hospital cerca?

Cuando una mujer con panza dice que tiene que ir al médico, se la acompaña y punto. Puede que te esclarezca un poco porqué se siente así. Y ya que estamos, se pueden evacuar algunas dudas que bien pueden estar anotadas, para no olvidar. ¡Vamos, no cuesta nada!

#3. "Uff, qué resfriado/cansado/ocupado estoy, hoy no te puedo ayudar con nada"

No hay que ahondar en lo "malos enfermos" que son los hombres. Un mini resfrío y están en cama boqueando, llorando, con mascarilla de oxígeno. Las mujeres, embarazadas, cansadas, e incluso resfriadas, hacen lo de siempre. 

Con mucho amor, es mejor.

Con mucho amor, es mejor.

#4. "Para mí, las embarazadas no tienen nada de sexy"

¡Ah, porque vos sos George Clooney, futuro papá! No es el momento de emitir tal opinión. La señorita ya sabe que luce como una pelota para hacer Pilates, que tiene los pies como dos empanadas gallegas y que se tira gases no muy decorosos. También ella te está aceptando como sos, todo el año.

#5. "¿Averiguaste cuánto se tarda en perder los kilos que te quedan después del parto?

Esa pregunta es bien asquerosa. Nadie la necesita en este momento. Después del parto, para ella lo único importante es el bebé, no el peso. Y para el caballero debería serlo también. Las redondeces se manejan como se puede. 

El embarazo y las dietas, todo un tema.

#6. "¿Para qué limpias tanto la cocina?" 

Señores padres: a las mujeres embarazadas les sucede algo llamado "Sindrome del Nido". Esto es, una imperiosa necesidad de tener todo preparado para cuando llegue el nuevo ser. Todo limpio, y si es posible recién pintado, ordenado, en fin. La idea es no tener que llegar a casa desoués del sanatorio y que haya mucho para hacer. No viene nada mal que en vez de preguntar "¿para qué pintas la puerta con tanto detalle si al bebé le da igual?", el señor se arremangue y colabore.

#7: "Que vos estés embarazada es difícil también para mí"

Paaaaaabre. Si el señor en cuestión estuviera mareado, vomitando, sin poder atarse los cordones o con las pantorrillas hinchadas como dos columnas jónicas, estaría pidiendo ayuda a los gritos. 

Charles Ingalls sí que la sabía acompañar.

Charles Ingalls sí que sabía acompañar a Mary.

#8. "Te quedó rara la cicatriz de la cesárea"

Ah, un copado. La idea siempre dar a luz por parto natural. Lleva mucho tiempo y energía prepararse con cursos, ejercicios, yoga, visualizaciones y todo tipo de recursos. No poder hacerlo puede ser frustrante para algunas mujeres. Mejor empezar a entender que las cicatrices son parte de la vida. Y las de los partos, ¡mucho más!

10