19 Julio de 2017 17:32
Durante tres años el pueblo de Las Garcitas, que se encuentra en el interior de la provincia del Chaco, específicamente a unos 142,6 Km de la ciudad capitalina, fue el escenario en que se llevaron a cabo las primeras Misiones Familiares del Movimiento Apostólico de Schoenstatt Chaco.
El movimiento apostólico de Schoenstatt se caracteriza por tres cosas la devoción Mariana, el apostolado de la misión y el espíritu de Familia, estas tres características comulgan en lo que son las Misiones Familiares, actividad en la que por aproximadamente una semana un grupo de niños, jóvenes y adultos transforman un pueblo en su lugar, un colegio en su hogar y un grupo de personas en su familia.
En los tres años que se realizaron las MF (Misiones Familiares) han pasado más de 300 misioneros por Las Garcitas, las mismas se realizan la primera semana de vacaciones y no sólo convoca a los miembros del Movimiento de Chaco, sino que invita a otras provincias y países a participar, Paraná (Entre Ríos), Corriente (Capital), Ituzaingó (Corrientes), La Plata (Buenos Aires), Paraguay, Brasil, Colombia, y hasta de la India han concurrido aliados a María para caminar por las calles de Las Garcitas y compartir la experiencia de amor a la que invitan estas misiones.
En este último año de Misión en las Garcitas bajo el objetivo de "siendo santuarios vivos, regalar en el encuentro un espíritu de familia", la protección de su patrono San José y ejemplificación de la sagrada familia fueron 85 las personas, entre niños, jóvenes y adultos, que han dado su "SI" para compartir y contagiar el amor de Dios y María, las MF unen a los diferentes estatutos que posee Schoenstatt, es por eso que participan matrimonios, con sus hijos de sangre, y jóvenes, es una misión donde las edades dejan de ser una barrera y uno ve como el amor unifica a todos con alma de niños.
Los matrimonios, que en esta ocasión fueron seis, conforman lo que se llaman "familia de vida", los jóvenes son "adoptados" dentro por estos para compartir las misiones, según los papas esta familia "es un regalo de Dios, que nos invita a ensanchar el corazón adoptando hijos que se aferran a él y a los cuales uno no quiere soltar y aprende a querer como a un hijo más, uno del corazón, de Dios", por parte de los jóvenes definen a la familia de vida como "una segunda familia que Dios regala para crecer en el amor, es como si Dios y María nos acobijaran ellos mismos en el corazón de estos matrimonios, de los cuales aprendemos a amar sin fronteras y son ejemplo para nuestro futuro".
Misionar es salir a la búsqueda, pero sin saber que buscar, es uno quien propone la misión, el que decide salir a recorrer las calles de un lugar desconocido en muchos casos y visitar las casa; pero claramente es Dios quien dispone de que esa misión se cumpla.
Es impresionante la emoción que se siente cuando entras a una casa a compartir y de a poco vas comprendiendo que la misión que Dios te dio para esa semana se va cumpliendo.
Las personas abren sus casas, sus corazones, comparten sus mayores intimidades, muchas veces ese misionero que llegó es la única visita en mucho tiempo, ese misionero se transforma en el único oído que escucha las historias, ese misionero se transforma en una visita inesperadamente esperada.
Y es ahí en el compartir desinteresado, en la charla de Dios, con mate de por medio, donde el misionero se da cuenta de su instrumentación, es cuando entiende su lugar en la cadena, cuando comprende su pequeñez y como María actuó en él, como lo guio justo hacia ese hogar, hacia esa familia y hacia ese vivir.
La imagen de la Virgen peregrina de Schoenstatt no tiene pies pues cada uno de sus hijos se encarga de llevarla donde la necesiten, Las MF cerraron un siclo de tres años en las Garcitas, ahora están en búsqueda de un nuevo lugar donde compartir, llevar y contagiar la alegría de la palabra de Dios aliados a María.
Es un redescubrir de plan de Dios y los deseos de María para el caminar de estas misiones, es un nuevo comienzo para salir como FAMILIA misionera al encuentro.