15 Septiembre de 2015 15:45
Reconocer las diferencias que subyacen en la naturaleza de cada sexo es fomentar una relación sana y fructífera a lo largo del tiempo. Precisamente la diferencia entre hombres y mujeres es lo que produce la complementariedad entre ambos, formando así un solo Ser. Muchas veces estos aspectos se dejan de lado para atender las propias necesidades, que suelen ser muy diferentes para cada sexo. Sin embargo para establecer una relación de pareja sólida se deben al menos considerar las diferencias que existen implícitamente entre hombres y mujeres, de lo contrario en un momento de la relación esas diferencias pueden resultar muy frustrantes para ambos. Las diferencias entre uno y otro no tienen nada de malo, lo malo es creer que no existen. El reconocimiento de la naturaleza de cada sexo es un acto que se vale de la comprensión y excluye cualquier expectativa hacia el otro. No se espera que el otro sea como yo pretendo que sea, sino más bien de respetar las diferencias que nos hacen seres únicos e irrepetibles.
“La mujer necesita que valoren sus sentimientos; el hombre necesita que respeten sus pensamientos.”
-Marianne Williamson
Autora de bestsellers, conferencista internacional.
La mujer es sensible, el hombre es pragmático; la mujer es receptiva, el hombre es proveedor; la mujer necesita admirar al hombre, el hombre necesita que la mujer le muestre afecto y respeto; la mujer quiere siempre mejorar una situación aunque no sea necesario, el hombre busca hacer las cosas de un modo que funcione y nada más; cuando existe un problema la mujer necesita que la escuchen mientras que el hombre quiere permanecer aislado y solitario buscando la solución; la mujer no necesita que la complazcan con grandes regalos, el hombre piensa que puede complacer a su mujer con grandes regalos; la mujer valora que su pareja le pregunte sobre su día y resalte sus actividades, el hombre no quiere que le pregunten mucho por sus actividades ya que se siente controlado.
No se trata siempre de aportar una solución para cada caso, sino más bien de comprender que entre hombres y mujeres existen diferencias marcadas por su propia naturaleza, diferencias en el modo de actuar, pensar y sentir las cosas. Cuando aparece la comprensión entre uno y otro, se llega a la compasión, y sólo en ese punto es donde el amor envuelve a la relación y la hace sólida e indestructible como el acero. Sin comprensión, sin compasión y sin amor incondicional no existe ninguna relación posible. Se puede estar con una persona sin esos tres principios sagrados, incluso tener sexo y hasta formar una familia, pero la armonía y plenitud no será una característica presente, se convertirá en algo inalcanzable... incluso si se permanece al lado de alguien toda la vida. La falta de expectativas para con el otro revierte el proceso, se reconocen las diferencias y hasta se valoran las mismas, y así la serenidad aflora de inmediato. Pues, ¿quién no desea estar al lado de alguien que no nos genera ninguna tensión, y además nos permite sentir su empatía y su amor?
Extraído de mi libro "Las 5 Leyes Infalibles del Amor"