Vendetta: la historia del "escupitajo" a Infantino por el cual la final se movió a España
El presidente Mauricio Macri afirmó hoy cuál fue el motivo por el cual la FIFA y la Conmebol decidieron que el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores entre Boca y River se juegue en el estadio Santiago Bernabeu en España: un escupitajo.
"A mí me parece mucho peor que unos violentos que tiran piedras a un colectivos los violentos que escupen a otra persona que tienen al lado; me parecen inaceptables. Lo que pasó en el ingreso de la confitería de River con las autoridades internacionales me parece mucho más grave. La decisión de mover el partido influyó mucho más esta situación que lo que pasó en la calle. Tenemos que hacer una profunda decisión al respecto", afirmó durante una conferencia de prensa hoy.
El sábado 24 de noviembre cuando el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, recibió varios escupitajos cuando ingresó al estadio de River. Todo antes de que se suspendiera el partido. Esa situación, según Macri, fue la que terminó por inclinar la balanza a la hora de elegir un nueva sede para el partido.
Cuando estuvo como madamas de Boca, Macri también vivió una situación similar pero con un técnico. Durante la edición 2005 de la Copa Libertadores el Xeneixe recibió por los cuartos de final al Chivas de Guadalajara. En el partido de ida en México el equipo argentino perdió 4 a 0 por lo que era díficil remontar ese resultado. Durante la vuelta, ante la impotencia de convertir, el técnico de Boca, Jorge José Benítez, aprovechó la salida de la estrella de Chivas, el delantero Adolfo Bautista, para escupirle. El episodio terminó con la eliminación de Boca y con el despido del DT.
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