¿Por qué las mujeres se infartan más que los hombres?
De acuerdo a un estudio nacional, la principal causa de muerte en provincia son las enfermedades cardiovasculares, una información que se corresponde con la nacional y mundial. Pero, si bien los hombres son quienes más padecen afecciones del corazón, las estadísticas de Salud de la Nación aseveran que el 32% de las mujeres fallece por esta causa, contra un 29 % de fallecimientos en varones.
Por eso, profesionales del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (Caci), destacan la importancia de adelantar la edad de chequeos periódicos: a partir de los 40 años, las mujeres deberían realizarse estudios como electrocardiograma, ergometría y análisis de laboratorio de rutina, sobre todo aquellas que presenten algún factor de riesgo cardiovascular como tabaquismo, obesidad, hipertensión arterial, colesterol elevado, historia familiar de episodios coronarios, mala alimentación o sedentarismo.
Aparentemente, las mujeres tienden a subvalorar los síntomas, porque los médicos suelen decirles que están protegidas por sus hormonas. A la vez que priorizan la familia, el trabajo, el cuidado de los hijos, y sin descuidar las obligaciones de la casa. Así, trabajan muchas horas con alta carga de stress.
La mujer, en general, no cree estar ante la presencia de algo grave. Pero cuando los síntomas son claros y los exámenes complementarios certifican el diagnóstico de infarto agudo, la evolución es más certera y mucho peor el pronóstico que en los hombres.
Los síntomas son dolor opresivo en el medio del pecho y diseminado a los miembros, asociado en ocasiones a falta de aire. Algo bastante frecuente también cuando se presenta un infarto agudo de miocardio (IAM) en la mujer, es que durante el día haya estado realizando tareas agotadoras o con mucho estrés.
Y coincidieron en que paralelamente, tanto las pacientes como los médicos suelen desestimar los síntomas y no sospechar la presencia de un evento cardiovascular. De hecho, según los especialistas, las mujeres tardan el triple de horas respecto de los varones en decidir la concurrencia a la guardia cuando están sufriendo un infarto.
Débora Tajer es Licenciada en Psicología y se ocupó del tema en su libro Heridos Corazones. Plantea que las mujeres que sufren infartos cardíacos no responden al estereotipo que las imagina parecidas a los hombres, “masculinizadas”. Al contrario, hay un modo característicamente femenino de construcción de los factores que llevan a la enfermedad. El género, según Tajer, influye tanto en los determinantes biológicos, psicológicos y sociales de la vulnerabilidad coronaria en mujeres. "Hasta la menopausia, las mujeres estamos más protegidas, pero los riegos se elevan exponencialmente, luego de esa etapa, fundamentalmente, cuando no se ha hecho un enfoque preventivo", dice Tajer. A nivel psicológico, incorporar los mandatos relativos al nuevo rol de las mujeres, emn combinación con las múltiples tareas, sumado al ideal de hacer todo perfecto, más la poca cobertura de las redes e instituciones y la sobrecarga de ser –en muchos casos– única proveedora económica de la familia.
Para evitar todo ello, la clave está en realizar los controles cardiovasculares, la consulta precoz y adoptar hábitos saludables: alimentarse con frutas, verduras, legumbres y cereales, incorporando como parte de su vida la actividad física reglada, como mínimo 30 minutos diarios, y dejar de fumar, claro.
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