#ElStyleIconDeMinitah: Britney Spears
De chiquita imitaba a Madonna, su ídola, bailando y cantando como ella. Dicen que era adorable y a los 8 años se presentó en una prueba para el El Club de Mickey Mouse. Aunque no entró, sus padres decidieron llevarla a Broadway para que tomara clases de canto y danza.
Después de 3 años de entrenamiento volvió a intentar en el Canal Disney, y lo logró. En el programa -una especie de semillero tipo Cris Morena pero yanqui- se dio a conocer y tuvo como compañeros a Justin Timberlake y Christina Aguilera. Seguía imitando a sus ídolos pop.
Empiezan los hits
Con apenas 17 años sacó su primer disco, "Hit me Baby One More Time", que trepó inmediatamente al primer lugar del ránking de la revista "Billboard". Así se dio a conocer, con un look dedicado a la fantasía de cualquier hombre de mediana edad: faldita escocesa, medias de colegiala y colitas. Todo un cóctel que apuntaba a explotar la promesa de virginidad hasta el matrimonio.
El segundo corte, Sometimes, avisaba que, si Madonna era la reina, Britney era la Princesa del pop. El segundo disco, "Oops... I did it again" en el año 2000 fue número 1 en Estados Unidos y 20 países más.
Adiós a la Barbie
Su imparable carrera musical la llevó a las galas más importantes y hasta al mítico Festival Rock In Río. Fue la época de "Im Slave 4 You", y cuando se mostró bien lejos de la niña de colores rosa chicle y aires de muñequita, se convirtió en una comehombres. Luego llegaron varios trabajos discográficos más; todos de éxito.
Siempre mostró increíbles y diferentes estilos, tanto de vestuario como de peinados. En todos estos años, la cantante pasó por varias transformaciones capilares, encarnando fases más sensuales con cabello en cortes medios y cortos.
En 2001 utilizó uno de sus looks más icónicos,: todo el mundo habló de la serpiente y la ropa que mostró en el escenario. En 2003 utilizó un traje de novia su show en los MTV Video Music Awards, y cada vez que se probó un outfit nuevo, un séquito de modelos y adolescentes la imitaron.
A la cama con Madonna
En 2004 alcanzó su sueño de grabar con su admirada Madonna y otros prestigiosos músicos. Fue el arranque de la previa de excesos. Hizo un viaje loco a Las Vegas con un amigo de infancia, Jason Allen Alexander, y amparados por la impunidad que da la ciudad sin límites… ¡se casaron! 55 horas más tarde el casamiento fue anulado.
Pero ya nada le importaba a la princesa blonda de abdominales marcados, porque Madonna la había adoptado como propia y hasta besado en la boca en una inolvidable transmisión, en la que la propia Aguilera participó pero nadie la recuerda.
Malas compañías como Lindsay Lohan y Paris Hilton la llevaron por el camino de las adicciones al alcohol y las drogas, en 2007. Comenzaba la espiral del declive. Sorprendió al mundo entero con la cabeza rapada y al iniciar una amarga batalla con su ex marido, Kevin Federline, por la custodia de sus hijos, Sean y Jayden.
Vida de excesos
Las depresiones post parto la descolocaron tanto que renunció a la custodia de sus niños, y la locura fue tan extrema que hasta intentó quitarse la vida. Recién en 2015 logró recuperar a los pequeños. Su cuerpo trabajadísimo en el gimnasio ya no resistía los estragos del alcohol y los excesos (Britney ha subido y bajado de peso drásticamente en numerosas ocasiones a lo largo de su carrera), y ya no se veía tal como nos había acostumbrado a todos.
Al margen de todo esto, ha sido musa de Versace y se ha codeado con los más grandes de la moda, con momentos gloriosos como aquel vestido-joya con transparencias que no dejó a nadie indiferente en el videoclip de Toxic. Por otra parte, la revista Forbes la nombró la quinta mujer mejor pagada en la industria de la música en 2015, superando a Rihanna.
You are not alone
Pero no todo lo que brilla es oro. Un tribunal le impuso una especie de tutela que se aplica en personas que no pueden cuidarse solas. Spears no puede tomar decisiones importantes, ya sea de índole personal o financiera, sin la aprobación de su padre, Jamie Spears, y un abogado. Hoy, la estrella divide su tiempo entre Las Vegas y Los Ángeles -donde sus hijos van a la escuela-, y a menudo toma un vuelo de una hora para ir y venir después de una presentación entre semana.
Ni maternidad, ni vida sana. La música sigue siendo lo mejor que hace la Princesa Pop.
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