La conmovedora ayuda de los héroes anónimos en medio del caos tras el sismo
En la tragedia surge la solidaridad, y México no es la excepción. El demoledor terremoto de 7,1 grados en ese país despertó el grado más humano de sus ciudadanos, quienes salieron a las calles para rescatar a sus compatriotas en medio de los escombros. Hasta hora se calcula que murieron 220 personas.
Los trabajos de búsqueda son llevados a cabo por la Secretaría de Defensa Nacional, la Marina y Protección Civil, aunque a ellos se sumaron miles de colaboradores que fueron evacuados de sus barrios, pero regresan voluntariamente para ayudar a quienes más sufren el terremoto.
Todo sirve: levantar escombros, alcanzar agua, asistir a los bomberos o simplemente alentar y dar fuerza a los efectivos desde la vereda. Una señora se suma y le da agua a “Capitan”, un perro de la Policía entrenado para hallar personas entre los escombros. El equipamiento es nulo y la gente utiliza todo tipo de cascos, incluso, el de bicicleta. Lo importante es ayudar.
Entre los participantes se encuentran algunas agrupaciones de ayuda como el grupo USAR –Unidad especializada en la búsqueda de víctimas atrapadas en estructuras colapsadas-, quienes se trasladaron a la Ciudad de México, Puebla y Morelos para brindar apoyo y rescate. La unidad está integrada por 181 personas que trabajan sin descanso junto a la Cruz Roja y los bomberos de todo el país.
Otros voluntarios dispuestos a prestar ayuda son los Topos Tlatelolco, brigada de rescate dedicada a la búsqueda de víctimas y brindar apoyo a los damnificados.
Por otra parte, están aquellos que se acercan a los centros de evacuados para ayudar con ropa, alimentos o medicinas para los afectados.
Ayer, el gobierno de El Salvador anunció el envío de 25 socorristas quienes arribarán en las próximas horas a México, según un comunicado de la cancillería.
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