La conmovedora historia del refugiado que pateó la camarógrafa húngara
Su imagen dio la vuelta al mundo. Claro que no como alguna vez lo soñó. No fue en un estadio de fútbol europeo, tampoco para alentar a su selección. Osama Al-Ghadab -también llamado Osama Abdul Mohsen-, se hizo “famoso” cuando una camarógrafa húngara llamada Petra Laszlo le pegó una patada que lo hizo caer de boca al suelo mientras llevaba a su chiquito de 7 años, llamado Zaid, en brazos.
Padre e hijo estaban huyendo de la policía en el campo de refugiados húngaro de Roszke y las cámaras tomaron su desgracia.
Pero antes de ser un refugiado, el hombre fue un perseguido político. Según circuló en diversos medios europeos, Osama Abdul Mohsen/Osama Al-Ghadab fue uno de los primeros detenidos por Bashar al Asad y -en esto difieren las versiones- habría sido torturado por seguidores del presidente.
Por temor a la expansión de ISIS, el hombre huyó a Turquía, donde vivió durante un año y medio ganando 10 dólares por día. Una periodista libanesa localizó en Turquía al hijo mayor de Osama y lo entrevistó para la cadena Al Akhbar.
Su hijo mayor, llamado Almuhannad Abdullmhseen, aún vive en Turquía, y notificó en su facebook que pudo comunicarse en forma precaria con su padre, que estaba en Budapest a punto de subir a un tren a Viena junto a su hermanito. Cuando se produjo el incidente con la camarógrafa húngara, escribió: “Sos un gran hombre (...) Te arriesgaste y arriesgaste tu honor para asegurarnos una vida decente y un futuro mejor, para completar nuestra educación y volver a la reconstrucción de Siria. Dios me ayude a sostener tu cabeza en alto y a sentirte orgulloso”.
Antes de ser “famoso” y antes de ser refugiado, Osama vivía en la ciudad de Deir Ezzor, en Siria Oriental, una tierra acechada por Estado Islámico. Era técnico de fútbol del Al-Fotuwa Sc, un equipo de la Liga Premier de su país que ganó dos campeonatos. Ahora está en un tren con rumbo a Viena en busca de un futuro mejor y no sabe que el mundo entero habla de él, de su hijo Zaid y de lo que les tocó atravesar.
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