06 Junio de 2016 16:53
¿Es el rostro de alguien que bajó los brazos, de alguien que se abandonó a la indignidad, de alguien con siquiera una pizca de patetismo, alguien lastimoso?. No, definitivamente no. La foto que publicó el diario británico The Sun en que se retrató a Muhammad Alí en sus últimos días es la más pura imagen del honor y la entereza, pese a las opiniones que brotaron en redes sociales.
La tapa de The Sun con la emotiva imagen de Alí.
A ver: una lucha de 32 años contra el Mal de Parkinson, cientos de combates épicos arriba y abajo del ring y el peso de una leyenda y legado que portaba por la vida. El peso de ser ejemplo para una raza, o para la humanidad misma. A ver: hay deterioro, sí, pero hay más que nada, grandeza. Y gloria.
Muhammad Ali, tal su nombre de hombre libre y no Cassius Clay, como se lo conocía cuando, según su particular mirada, era esclavo, falleció entre el viernes por la noche y la madrugada del sábado en Phoenix, EE.UU. Dejó una vida rica, una familia, una estatura de ícono y el título grabado a fuego de el mejor boxeador de la historia.
Una escena inolvidable que lo pinta para la posteridad.
También legó la convicción de un hombre que se negó a ir a una guerra a 10.000 km. de su país "para matar gente pobre". Le sacaron el título de campeón, lo amenazaron, nada más. A Vietnam no fue.
Las fotos fueron tomadas el pasado mes de marzo por el el fotógrafo británico Zenon Texeira en un encuentro mantenido en la clínica donde estaba Alí. "Ví su aura", dijo. "La última imagen de Muhammad Alí muestra el deterioro de la leyenda del boxeo, pero también da señales de un final digno".Todo dicho.