26 Marzo de 2015 09:02
Según los investigadores de la tragedia del Airbus A230 de Germanwings del martes último, el copiloto del avión rechazó abrir la puerta de la cabina al comandante, que había salido para ir al baño, y accionó el descenso del avión "con voluntad de destruir el avión" por razones que se desconocen, dijo hoy el fiscal de Marsella, Brice Robin.
"En estos momentos, 48 horas después del accidente (...) la interpretación más plausible es que el copiloto, mediante una acción voluntaria, cerró la puerta de la cabina, se negó a abrirla ante la llamada del comandante de vuelo y accionó el botón que ordenaba la pérdida de altitud", explicó Brice Robin, abogado responsable de las investigaciones. El piloto había salido para ir al baño en ese momento.
La fiscalía identificó al copiloto como Andreas Lubitz, un ciudadano alemán de 28 años, quien trabajaba en Germanwings hacía un año y medio y tenía 630 horas de vuelo de experiencia.
Pese a que en los primeros 20 minutos el copiloto mantuvo una conversación "normal y cortés" con el comandante, después se escucha al comandante preparar el informe de aterrizaje en Düsseldorf, al que el copiloto responde de forma "lacónica".
Poco después de quedarse solo, el copiloto accionó el conocido como "fly monitory sistem", el sistema de control de vuelo, para iniciar el descenso del aparato. "La acción de descenso de actitud sólo puede ser voluntaria", insistió el investigador de la fiscalía francesa.
Al percatarse de lo ocurrido, el comandante de vuelo acudió a la cabina, llamó a la puerta para entrar y se identificó, pero no hubo respuesta. "El copiloto no respondió y no abrió la puerta", explicó Robin.
En la grabación de la caja negra recuperada "se oyen golpes violentos como para intentar echar abajo la puerta, que es blindada, según las normas internacionales".
A partir de ese momento, "se oye un ruido de respiración humana en la cabina que dura hasta el impacto final del avión", añadió el investigador. De ahí se deduce que "en el momento del impacto el copiloto estaba vivo", explicaron los investigadores.
Además, según Robin, no se emitió ninguna señal de emergencia, ningún "mayday" a la torre de control de Marsella.
Ésta intentó contactar con el aparato pero no hubo respuesta por parte del copiloto. "La torre de control también pidió a otros aviones que intentasen contactar con el Airbus accidentado pero tampoco se obtuvo respuesta".