De "ataque mafioso" a, ¿fuego amigo? El drástico giro de la causa del ataque al comisario en Rosario
A comienzos de este mes, el jefe de la delegación Santa Fe de la Policía Federal (PFA), Mario Ezequyiel Valdés (51), fue herido a balazos por –según declaró- un supuesto grupo de encapuchados que lo emboscó y le disparó desde una camioneta cuando se trasladaba en un auto por la autopista Rosario-Buenos Aires, a la altura de la localidad de Fighiera.
En aquella oportunidad, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no tardó ni dudó en calificar el hecho como un "ataque mafioso". Algo muy lejos de la realidad. La ministra había basado sus dichos en lo declarado por Valdés (51) y en la asunción del mismo en mayo a cargo de la Delegación de la PFA santafesina.
Y es que el jefe baleado asumió luego de que la anterior cúpula fuera desplazada en el marco de una investigación que tiene procesados al entonces jefe por falsedad ideológica, sustracción de elementos probatorios, encubrimiento y tenencia simple de estupefacientes.
Pero Bullrich no contó con la posibilidad de que Valdés haya mentido en su declaración. Y es que la Justicia Federal de Santa Fe desestimó investigar como un "atentado" el ataque a tiros al jefe de la delegación de la Policía Federal del 9 de septiembre debido a que las pericias determinaron que, al menos, uno de los disparos que hirió a al jefe policial fue efectuado a corta distancia.
Las mismas determinaron que el disparo fue hecho desde adentro de su auto, quitándole fuerza –o descartando por completo- a la hipótesis de un "atentado mafioso". Dentro del vehículo baleado, junto a Valdés, solo viajaba una persona: la suboficial Rosana González (27), quien resultó ilesa. Mientras, Valdés declaró por tercera vez y señaló que fue víctima de "robo al voleo".
El juez federal 3 de Rosario, Carlos Vera Barros, rechazó el pedido de un fiscal para que el expediente pase a ese fuero y sea investigado como un "atentado a la autoridad". En su resolución, el juez consideró que "de la información reunida hasta el momento, no surgen los extremos que permitan establecer la hipótesis delictiva en que el Fiscal Federal encuadra los hechos que también vienen siendo investigados por la justicia provincial".
Al mismo tiempo, Vera Barros agregó que "esta magistratura entiende que la pretensión esbozada por el Ministerio Público deviene prematura" y resolvió que el caso continúe en la órbita de la Justicia ordinaria.
El fiscal Rodolfo Lega había solicitado que la causa pase a la Justicia Federal al entender que las hipótesis investigativas no podían agotarse en el intento de robo o la tentativa de homicidio, sino que debía incluir también la posibilidad de "un atentado a la autoridad".
Paralelamente, fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe dijeron que "de la declaración de Valdés se estima que los disparos fueron a corta distancia". De esta manera, la principal hipótesis apunta a un conflicto interpersonal entre los policías que iban en el auto, aunque las fuentes indicaron que Valdés lo "negó" en su declaración.
La suboficial que lo acompañaba, Rosana González, debía presentarse el martes a declarar pero no concurrió y su abogada presentó un certificado psiquiátrico para justificar su ausencia. Los fiscales santafesinos solicitaron pericias que deberán realizarse en Rosario con el equipo de profesionales de la salud del Ministerio Público de la Acusación para certificar su necesidad de reposo.
Según la investigación, el día del ataque Valdés había viajado a rendir un concurso para un ascenso a la sede de la Policía Federal en la ciudad de Buenos Aires. A su regreso, se desvió hasta la localidad bonaerense de San Antonio de Padua, donde pasó a buscar a la suboficial González.
Ambos declararon que la noche del lunes 9 de septiembre detuvieron el auto para cambiar la yerba del mate y en ese momento una camioneta gris o negra frenó delante de ellos y tres hombres encapuchados les dispararon.
También dijeron ante la fiscal santafesina que repelieron el fuego con sus armas reglamentarias, por lo que los investigadores buscarán determinar si la herida que su jefe sufrió en la ingle derecha fue hecha por el arma de la suboficial González.
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