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Caso báez sosa

Del "me dicen Croniquita", a las contradicciones de los rugbiers: los momentos clave del juicio

Todo lo que sucedió en las 13 audiencias, como nadie te lo contó.

El miércoles terminaron las audiencias del juicio contra los ocho imputados en el crimen de Fernando Báez Sosa, que ocurrió el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell a la salida del boliche Le Brique. Los testimonios brindados ante el Tribunal Oral Criminal 1, dejaron muchos puntos importantes de cara a los alegatos de la semana próxima, en el veredicto que se dictará el 31 de enero.

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Pablo Ventura y Juan Pedro Guarino

El testigo Juan Pablo Ventura fue el joven remero acusado falsamente por Máximo Thomsen de ser el dueño de la zapatilla ensangrentada con la que pateó a Fernando.

En su declaración testimonial dejó en claro que quedó muy enojado con el grupo que lo vinculó al asesinato. "El primer día fue horrible, todos me miraban como si yo fuera el asesino", confesó.

En su declaración, Ventura también desnudó el violento historial del grupo en su ciudad natal: "Varias veces a la salida del boliche los había visto pelear en grupo allá en Zárate. En grupos de tres, cuatro, cinco. Contra dos personas. Siempre eran mayoría ellos", declaró.

Durante el juicio se pudo saber que fue Thomsen el que lo había acusado. Esto lo dejó en claro el policía Mariano Orlando Vivas, quien participó del allanamiento donde apresaron a los rugbiers.

El amigo de los rugbiers Juan Pedro Guarino, quien fue imputado y luego sobreseído en la causa, también fue importante a la hora de identificar a sus "amigos".

Él fue quien identificó a Lucas Pertossi como el autor del famoso audio donde dice que Fernando "caducó" y quien criticó el accionar de los rugbiers durante aquella noche fatídica.

"Quiero que se hagan cargo de lo que hicieron. Es muy doloroso esto, para mí, para mi familia y para la familia de Fernando. Ojalá con lo que yo intenté ayudar hoy pueda encontrar un poco más de paz. No intenté ser invasivo, sino que vean que fui sincero", reconoció al salir de los Tribunales.

Además, el joven aprovechó el cierre de su declaración para dirigirse a los padres de Fernando, quienes se encontraban a pocos metros: "Quiero por favor decir algo. Darles todas las condolencias a la familia. Por una cuestión de respeto, no se los dije antes porque quería estar afuera de la causa para que sepan que es sincero. Todos los días pienso si podría haber hecho algo para evitarlo".

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La indignante estrategia de Tomei y el RCP a Fernando

La estrategia de la defensa que encabeza Hugo Tomei intentó consolidar la versión de que la muerte de Fernando no se debió por la golpiza de los rugbiers, sino por lesiones que recibió producto de la reanimación RCP que la joven Virginia Pérez Antonelli le practicó mientras aguardaban la llegada de la ambulancia.

"Era mucha gente pegando, no sabía quién era de qué grupo, sólo que había mucha gente pegando a una sola persona", atestiguó la chica. "Un chico estaba arrodillado al lado de Fernando y pregunté si alguien sabía hacer RCP. Como yo lo había hecho con la Cruz Roja me acerqué y llegaron los policías. Entre dos o tres lo hicimos. Yo les contaba la fuerza que tenían que hacer y le tenía la cabeza a Fernando", relató Pérez.

Durante su declaración, Tomei intentó hacerla pisar el palito, poniendo en duda su capacidad para realizar la reanimación cardiopulmonar y contraponiendo su declaración en el juicio con la brindada tres años atrás.

"El abogado de los rugbiers está haciendo su trabajo. Pero como dice mi mamá, fue muy soberbio. Me miraba a los ojos y me hablaba con una actitud de que había hecho las cosas mal. Y yo no hice las cosas mal. Y realmente, por lo que hablé con los otros abogados, lo dejé en claro todo", aseguró al salir de los Tribunales.

La estrategia judicial se mantuvo hasta el último día, aun con el testimonio que brindó la médica Carolina Giribaldi Larrosa, quien atendió a Fernando el día de su muerte.

Ella negó que el RCP haya contribuido al fallecimiento del joven y lo demostró al explicar: "Se puede estimular el corazón manualmente, pero no tiene estímulo propio. Lo mismo pasa con el sistema respiratorio. Es imposible que alguien sobreviva si tiene una lesión en un centro respiratorio o cardíaco".

Además, su testimonio reconoció la silueta de la zapatilla de Thomsen en el cuerpo del fallecido. "Se veía una marca atípica, rara, en forma de zigzag del lado de la mejilla", detalló.

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Los amigos de Fernando y su desgarrador relato del asesinato

Lucas Filardi estaba esa noche con Fernando y pudo ver todo lo que ocurrió en los minutos fatídicos antes de que asesinen a su amigo. Él identificó a Thomsen pegándole en el pecho y a Lucas Pertossi en el costado.

En un video que le mostraron se identificó cuando cayó arriba de un auto. "Los que están arriba de Fer son los imputados, porque ninguno de nosotros se pudo acercar", declaró.

"Recuerdo que eran seis, siete de un lado, porque había tres o cuatro pegándole a Fernando. Y un par como invitándonos a nosotros. Primeramente fueron piñas las que lo hacen caer, alguna para tirarlo, y después creo que principalmente patadas", detalló.

Otra de las personas que estuvo presente fue Tatiana Caro, quien escuchó la brutal frase "a este negro de mierda me lo llevo de trofeo" de boca de Lucas Pertossi.

"Vi cómo lo mataban directamente. Llegó un punto que pegarle a Fer era como pegarle a una bolsa de papas. A los amigos de Fer le decían que no se metieran, que la bronca era con él, con Fernando, por eso también le pegan a los amigos", recapituló.

"Nunca fue una pelea, no hubo dos partes. No se pudieron defender, ni hacer nada al respecto. Fueron directamente a matar a Fer", acusó Caro.

El otro testimonio que perjudicó a los imputados gravemente fue el que brindó Tomás Bidonde, quien identificó a Thomsen y dijo que este "a Fernando lo pateaba como una pelota de fútbol".

"Él le pegó dos patadas en la cabeza, que desde donde yo estaba, se veían como puntinazos. Después recuerdo que lo agarró de la cabeza y le dio dos o tres patadas más", declaró Bidonde. "Era muy musculoso. Pateó mucho. Eso yo lo siento como un líder: iba al frente, pegaba", describió.

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Luciano Pertossi, el primer rugbier en "romper el pacto de silencio"

Luciano Pertossi fue el primero de los rugbiers en romper el pacto de silencio que tenían desde que fueron detenidos el 18 de enero de 2020.

Su declaración fue pura y exclusivamente para ensuciar el trabajo de los peritos y de la investigación, que había logrado identificar a los imputados en los videos que figuraban como pruebas en la causa.

"Yo no estoy ahí, yo no soy ese", declaró el Pertossi rubio. Luego de eso, no sólo no dijo más nada, sino que se mostró altanero con el Tribunal: "No se gasten, no voy a decir más nada".

La importancia de su testimonio se basó fundamentalmente en que fue el primero de los imputados en hablar, ya que la intención de correrse de la escena no prosperó, luego de que otros testigos lo ubicaron durante el ataque y participando de forma activa.

El fiscal Juan Manuel Dávila, también confirmó que lo tenían identificado.

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Los rugbiers y el "otro bloque": la estrategia de los padres y el detrás del "operativo victimización"

Una de las declaraciones más crudas fue la de Mauro Pertossi, padre de Ciro y Luciano; además de tío de Lucas Pertossi y de Blas Cinalli, de quien además es padrino. Pero eso no es todo, también es el padre de Emilia, quien trabaja como abogada defensora junto a Tomei (su padrino).

El hombre aseguró que tras el asesinato de Fernando fue forzado a renunciar a la multinacional para la que trabajaba desde hacía 25 años. "Fue tremendo. En el 2020 perdí el trabajo por esto. Después de 25 años me desligaron de la empresa en la que había empezado a trabajar desde chico, que ahora es una automotriz multinacional. Es Toyota. Ahí crecí y trabajé para darle a mi familia un mejor pasar y poder educar a los chicos. Hemos pasado necesidades, para estar como estamos ahora", se quejó.

"Es una desgracia. Uno piensa que las cosas están encaminadas en la vida y esto. Mis hijos no son asesinos. Son chicos y adolescentes. Vagos como les decimos en el barrio, pero no puedo creer lo que está pasando", declaró el padre para intentar quitarle peso a lo sucedido.

Héctor Eduardo Benicelli, papá de Matías, también declaró y continuó con la estrategia planteada por la defensa de victimizar a los imputados y quitarle importancia al homicidio.

"A mi señora en la calle le dicen puta, piden que lo lastimen a mi hijo en el Penal. No encuentro la explicación", confesó Benicelli. "Nunca me imaginé que iba a pasar algo así, sé que mi hijo no salió con esa intención. Trabajó para juntar el dinero para poder ir", agregó.

"No sé cómo definir lo que fueron estos tres años. Mucho dolor y sigue siendo así. Hay mucho dolor de la sociedad acumulado contra nosotros. Pero el dolor no se cura con dolor. Están queriendo curar un dolor terrible, con otro dolor tremendo y no lo entiendo. Lo que pasó (por el asesinato de Fernando) fue terrible, pero si lo curamos con más dolor... no hay un día que me levante sin insultos. He tenido que cerrar mis redes sociales. Es terrible lo que pasó y lo que sigue pasando. No puedo seguir viviendo así, con guardias periodísticas".

María Alejandra Guillén, la mamá de Enzo Comelli, también declaró en las audiencias. "Es tremendo, nos cambió la vida a todos", explicó, continuando con el perfil de víctima de los otros padres. "Desde ese día pienso. Es una agonía constante. No poder salir a la calle, mi marido trabaja en una ferretería e inclusive perdió el trabajo. Yo iba al año siguiente a poner un negocio, pero imposible", expresó.

La tensión en la sala ya era máxima. Uno de los mejores amigos de Fernando, que asistió a todas las audiencias, ya no podía ocultar su malestar. Por momentos, incluso, se paraba y miraba fijo a los rugbiers en señal desafiante. Silvino y Graciela, de brazos cruzados, miraban a cada uno de los testigos convocados por Tomei con indignación.

  • Tomei: "¿Vos los ayudaste con el alquiler?"
  • Guillén: "Sí, me acuerdo que miramos la casa. Lo hablé con otra mamá".
  • Tomei: "No tengo más preguntas".
  • Guillén: "Si me permiten, quiero decir algo más. Yo trabajaba y no soy ninguna puta. Necesitaba decirlo. Fue tremenda esa palabra".

La madre de Comelli retomó la acusación que el día anterior habían hecho también la madre de Thomsen y de Cinalli, quienes acusaron a Burlando de haberlas tratado de "putas" por haber calificado en los medios de comunicación a sus hijos como "hijos de puta" por el asesinato de Fernando

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Máximo Thomsen, su declaración y la estrategia para bajar la pena

El imputado acusado de dar la patada que terminó con la vida de Fernando y de golpearlo más que nadie, Máximo Thomsen, fue el segundo rugbier en romper el silencio y de intentar subirse al perfil de víctima que impone la defensa de Tomei.

"Quiero pedir disculpas. Principalmente porque jamás se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien. Escuché años cosas sobre mí que no me reconocía", comenzó declarando Thomsen.

En su testimonio remarcó muchas veces que estaban alcoholizados, buscando que su condición sea un aliciente a la hora de establecer la pena, y hasta se animó a decir que recibió un golpe. Algo que no está registrado en ningún video de todos los que están presentados como prueba.

"Desde hace tres años dicen que yo organicé. Me metí a pelear porque ví que era una persona contra muchos. Vi mucha gente y pegue. Y siento que alguien me pone la mano en el pecho pensando que me iban a pegar. Y era un amigo. Nadie ya estaba pegando", aseguró Thomsen.

"No recuerdo a quién le pegue ni cómo. No recuerdo entre pegando pero no tengo recuerdo. Estaba como en shock de todo lo que hacía pasado antes y entre en esa situación", precisó, con el fin de desligarse del hecho.

Durante su declaración, al igual que el resto de los imputados, evitó referirse a los demás y sólo se identificó -a veces- a sí mismo, y además fue el primero en negarse a contestar las preguntas de la querella, porque Burlando se había referido a ellos como hijos de puta.

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Ciro Pertossi y el intento por desarmar la "alevosía": "Lo veo en el piso y freno la patada"

Otro de los que habló fue Ciro Pertossi, pero este testigo también continúo con la tendencia de hablar solamente para favorecer su perspectiva de los hechos y negarse a responder preguntas tanto de la querella, como de los fiscales Dávila y Gustavo García.

Su declaración tuvo un objetivo: desacreditar la alevosía. El hermano de Luciano pidió que se mostrara uno de los videos del ataque y resaltó que frenó el ataque a Fernando al ver que "ya estaba en el suelo".

"Quiero aclarar que esa patada no la doy, me freno como se ve en el video. Cuando me doy cuenta de que el chico estaba en el suelo no la doy y me freno antes", declaró, al tiempo que sumó: "Fíjense que freno la patada".

Cuando el fiscal Dávila le preguntó cómo fue que Fernando cayó al piso, Pertossi contestó que no iba a declarar más. "¿No va a contestar ninguna pregunta?", insistió el fiscal. "No", rechazó Ciro. "Y desde ahora le adelanto que a la parte no le voy a contestar", expresó sumándose a la táctica de exponer a Burlando para desconocer las preguntas.

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Los peritos de los rugbiers y la estrategia para anular la autopsia y culpar al RCP

La defensa de Tomei intentó dar vuelta la situación poniendo en duda la autopsia que hizo Diego Duarte y la reanimación vía RCP que intentó realizar la joven Pérez Antonelli. Para eso hizo pasar al estrado al emergentólogo y especialista en medicina legal Jorge Rodolfo Velich, y al perito forense Juan José Fenoglio.

"Como no hay una buena autopsia, no podemos saber en dónde murió", declaró Velich. Luego, intentó echarle la culpa a la demora de 20 minutos que tuvo la ambulancia que fue a buscar a la víctima y también declaró que el RCP agravó la situación porque movieron el cuerpo.

Al mismo tiempo no fue preciso ante ciertas preguntas de la querella, como cuando Burlando consultó sobre lo que era un "shock neurogénico" y contestó que no lo entenderían. "No nos subestime, doctor", respondió el mediático letrado.

"Usted interpretó mal. Fernando se pudo haber golpeado la nuca contra el cordón y no se vio en el video. Es una hipótesis que no se investigó", declaró Velich, exponiendo sin filtros su intención de desligar a los imputados del caso.

Fenoglio también mantuvo la intención de hacer hincapié en las "fallas" de la autopsia original. "Nos encontramos con algunas cosas que no coincidían. El cráneo es una cavidad cerrada. Por más que el cerebro deje de funcionar, el corazón sigue funcionando porque no depende de la conducción cerebral. Lo único que puede pasar es cortada la conexión cerebral es que cambie la frecuencia cardíaca que baja, pero no se llega al paro", precisó.

"El médico dijo que las coronas estaban congestivas. No tienen vasos sanguíneos, pero no pueden estar congestivas. Es un detalle, pero eso nos invitó a ver más la autopsia", confirmó Fenoglio. 

Luego de su confrontativa declaración, Burlando confirmó que lo demandarán por falso testimonio, ya que dio estadísticas falsas con el fin de instalar "que la muerte de Fernando era por la reanimación mal hecha".

"Nos mintió en los porcentajes: dijo que el 0,8 de los reanimados sufren lesiones en su organismo. Es más, está hablando de lesiones de características similares a las de Fernando, que fueron mortales. Y es mentira todo eso. Lo chequeamos", aseguró el abogado.

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Lucas Pertossi, la explicación del "caducó" y por qué grabó el asesinato

"Quiero aclarar el tema de lo que pasó aquel día", comenzó declarando Lucas, el último de los Pertossi en animarse a romper el silencio y el único de los tres con su apellido que todavía no lo había hecho.

"Nunca le pegué a Fernando Báez Sosa, ni sabía quién era", aseguró después, manteniendo la estrategia de la defensa continuó con un relato de victimización.

Al igual que Thomsen, también intentó echarle la culpa a un estado de ebriedad de los desmanes que había cometido con sus amigos.

El autor del famoso mensaje donde contaba que Fernando "caducó", también intentó desligarse de la crueldad de su referencia, afirmando que estaba motivada por un testigo de la pelea que se refirió así a lo sucedido el 18 de enero de 2020.

Según Lucas fue durante su detención que se enteró de lo que había pasado. "Se acercó un policía y dice: '¿Saben qué paso? Ustedes mataron a un pobre pibe'. Se me cayó el mundo, pensé. No entendía qué había pasado. Si era el chico al que yo le había pegado. Nadie me decía nada y después nos llevaron a la fiscalía", recordó.

El video que filmó con su celular también fue clave, ya que partir de él se ubicó mejor en la escena del crimen a otros imputados que habían estado tratando de confundir su posición en el momento que pateaban a Fernando. "Siempre grabo todo. Los chicos me dicen 'Croniquita' o 'intento de influencer'", se justificó.

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Blas Cinalli y el ADN en las uñas de Fernando: su insostenible explicación

Blas Cinalli, el último de los rugbiers en declarar, mantuvo la lógica de la defensa de no contestarle a la querella, aunque en la confusión de su declaración, terminó identificándose frente a Fernando en un video, tras haber asegurado que nunca le había pegado.

"Estaba dentro del boliche, bailando con amigos y con la chica de la barra. Tomamos y bailamos. Había tanta gente que quedo entre dos filas. Cuando estaba parado ahí, veo a uno de mis amigos agachado, agarrándose la mano y a otro chico que le estaba por pegar", relató. "Como veo que era mi amigo corro gente, y lo agarro al chico. Cuando lo agarro quedamos trenzados, empezamos a forcejear, caemos los dos para atrás de la barra", precisó.

Esa caída no está registrada por ninguna cámara de Le Brique, y eso es algo fundamental porque Cinalli intentó decir que el ADN que se encontró de él en el dedo meñique de Fernando, viene de esa caída. "Nunca le pegué. No sabía quién era. Creo que la persona dentro del boliche había sido él, pero nunca le pegué", prometió

Cuando el fiscal Dávila intentó que identifiique a sus amigos en el video, este hizo lo mismo  que los otros imputados y se negó a declarar.

El autor de la patada al amigo de Fernando que lo había tomado del tobillo, se pisó cuando respondío las preguntas del fiscal, quien lo envolvió con las preguntas y logró que reconozca que quedó enfrente de Báez Sosa. "¿La persona que está arrodillada adelante suyo es Fernando Báez Sosa?", preguntó Dávila. "Intuyo que si", contestó Cinalli.

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