El camino del guerrero: la heroica recuperación de Del Potro
Un gimnasio totalmente vacío y el sonido de una solitaria cinta para correr. Afuera, el piso mojado y la lluvia que no para de caer. Todos esos elementos se suman para contribuir a un escenario que pinta vocación de lucha y pura fuerza de voluntad.
El protagonista es Juan Martín Del Potro y la postal es de un video filmado en abril de este año, mientras el tenista afrontaba la recuperación de una lesión que parecía un obstáculo casi imposible de franquear y se preparaba para los Juegos Olímpicos de Brasil.
Mientras camina en la cinta, el tenista se filma ofreciendo un inspirador monólogo dedicado a sus amigos, quizás también como una forma de darse fuerzas a sí mismo en el peor momento de su carrera.
"Esto es así, chicos. Uno está solo acá en el gimnasio. No hay nadie, diluvia en Buenos Aires", comienza declarando Del Potro. "Las ganas de entrenar son muy pocas. Las ganas de salir de la cama son muy pocas".
Para el final, el tenista deja un contundente mensaje: "Y que cada uno en lo que haga deje todo. Si sale bien, buenísimo. Y si no, que se queden tranquilos porque dieron todo".
Luchando contra los fantasmas
La muñeca izquierda de Del Potro comenzó a darle problemas en el 2010 y lo obligó a perderse gran parte de la temporada de tenis de ese año. Cuatro años después, la lesión regresó con mayor gravedad.
Así, aunque comenzó el 2014 ganando el ATP de Sidney, en marzo tuvo que someterse a la primera de tres cirugías. "Teniendo en cuenta el grado de daño que se descubrió en la muñeca de Juan Martín, es asombroso que fuera capaz de jugar al tenis", supo declarar en aquel momento su médico personal, Richard Berger.
Durante su larga recuperación con kinesiología y ejercicios físicos, "Delpo" destacó la importancia de la música al momento de la motivación. "Algunos días se prestan para un disco clásico de Bruce Springsteen. Otros para Ciro y los Persas, Cerati", contó vía redes sociales. "El martes elegí para empezar Scar Tissue, de los Red Hot Chili Peppers, pero lo que siempre suena en el pequeño parlante inalámbrico es cumbia".
También sumaron a su fortaleza anímica y relajación las escapadas a la Bombonera a ver a su otra gran pasión aparte del tenis: Boca Juniors.
Descendiendo en aquel entonces al puesto 590 del ránking ATP, Del Potro jamás se hubiera imaginado que el 2016 lo encontraría subiendo meteóricamente al número 38. Este 31 de diciembre a la noche, el brindis de fin de año estará claramente muy lejos de la soledad y la incertidumbre de aquella mañana de gimnasio.
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