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Ezeiza desde el aire

Imágenes exclusivas de la "jaula K" donde están detenidos De Vido y sus ex hombres

Desde anoche, el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza Número 1 tiene un nuevo habitante. Julio De Vido fue alojado en el HPC, el hospital de la cárcel en la que también están detenidos viejos conocidos suyos: José López, el de las bolsas con millones en el convento de General Rodríguez, el ex funcionario Ricardo Jaime y el empresario Lázaro Báez, entre otros. 


La caída de De Vido

Más allá de que está en Ezeiza, y quizá lo trasladen al pabellón de los "corruptos" (el 6), el ex superministro K no se cruzará con los presos más peligrosos, entre ellos los narcos colombianos y Martín Lanatta, condenado por el Triple Crimen de la Efedrina y protagonista de la Triple Fuga.

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Lázaro, "ese objeto" del deseo (económico)

Enero, 2017. Sala de visitas del pabellón de Ingreso de la cárcel de Ezeiza. Un temible pistolero experto en secuestros extorsivos le confiesa a un amigo una obsesión que le quita el sueño.

 – Antes que un plan para fugarme, haría uno para que me trasladen al pabellón del ricachón.

– ¿Lázaro Báez? –quiso saber su amigo. 

– Sí, boludo, quién va a ser. Si me trasladan cerca del Lázaro ese, le comería la cabeza. En un mes me quedo con todos los botines ocultos que tiene en todo el país.

Está detenido en Ezeiza desde el 6 de abril de 2016.

Desde el 6 de abril, día que fue detenido y trasladado a Ezeiza, el empresario kirchnerista Lázaro Báez y su fortuna se convirtieron en una especie de objetos de deseo de algunos presos que fantasean con acceder a una parte de su patrimonio, que –según calcula el Tribunal de Tasación de la Nación (TTN)– es de $ 2.250 millones. 

"En un mes le hago la cabeza y me quedo con los botines ocultos de Lázaro

Ese es uno de los secretos ocultos en los módulos del Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza Número 1, donde hay alojados 2193 detenidos. Hoy, por primera vez, BigBang te muestra imágenes nunca vistas de la prisión que alberga desde empresarios y funcionarios kirchneristas acusados de corrupción hasta narcotraficantes, ladrones, femicidas, secuestradores y asesinos. 

A casi 40 kilómetros del Obelisco, la cárcel de Ezeiza es llamada en la jerga penitenciaria como "La jaula K" porque en 2016 se convirtió en el nuevo "hogar" de los presos por corrupción del Gobierno de Cristina Kirchner. 

Vista panorámica de la cárcel donde están los presos más famosos del país.

El penal se inauguró en 1999. Los primeros internos fueron alojados en 2000. Tiene seis módulos, más un área que funciona como hospital y un sector de ingreso.

Uno de los pabellones de la cárcel más famosa del país.

El complejo carcelario tiene 50 hectáreas, con 80.000 metros cuadrados cubiertos.

Territorio fuertemente custodiado. El narco Mi Sangre habría planeado una fuga cinematográfica, según creen fuentes penitenciarias.

Su capacidad original fue de 1620 internos en seis módulos residenciales de 300 internos cada uno, que luego fue paulatinamente ampliada.

La celda de Lázaro y "La Jaula K"

El programa Animales Sueltos mostró hace unos meses la celda de dos metros de ancho por tres de largo que ocupa Lázaro en el módulo 6. En ese pabellón se alojan 15 internos. 

 

Al 6 se la llama el "La Jaula K" porque además de Lázaro se alojan Ricardo Jaime, el ex secretario de Transporte acusado de corrupción e involucrado en 12 causas, José López –que saltó a la oscura fama  por los bolsos con millones en el convento–, y Daniel Pérez Gadín, el contador de Lázaro. No se descarta que De Vido sea llevado a ese sector.

Jaime, otro de los presos K. 

El módulo donde están los presos K tiene capacidad para albergar a 75 internos en celdas individuales.

En los pabellones viven 2.193 detenidos.

Según la página oficial del Servicio Penitenciario Federal, se dividen en cinco pabellones: "Pabellones A, B y C, con capacidad de alojamiento individual de 15 celdas, alberga internos homosexuales; Pabellones C y D, con capacidad de alojamiento individual de 15 celdas, alberga internos primarios y aquellos alcanzados por el Sistema de Intervención para la Reducción de Corruptibilidad.  

José López, del convento a la prisión sin escalas.

Cómo se vive en los pabellones

BigBang habló con cinco detenidos que cumplen condena en Ezeiza, entre ellos los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci. Los tres llevan poco más de un año detenidos por la famosa triple fuga de la cárcel de Alvear, ocurrida el 27 de diciembre de 2015. También cuentan cómo se vive entre rejas Silvio Canciani y Juan Verón, otros dos detenidos.

La cárcel está situada en constituyentes s/n (1804), en  Ezeiza.

"Ahora los presos corruptos nos sacan protagonismo", bromea Canciani, preso por robo calificado.

Está situada a casi 40 kilómetros del Obelisco.

Cristian Lanatta

Estoy en el sector 4. Es raro estar en la misma cárcel en la que está detenido tu hermano y no poder verlo. Pero nos la rebuscamos y pedimos audiencia y nos tratamos de encontrarnos una vez por mes, si es que lo aprueban. ¿De qué hablamos? No tenemos mucho tiempo, en principio de nuestra madre, de nuestra abuela y nuestros hermanos. Y de la causa también, obvio. A Lázaro y a los otros empresarios y funcionarios acusados de corrupción no los vi nunca. Ni siquiera me llegan comentarios. No creo que tengan ningún beneficio. 
Cristian Lanatta junto a Víctor Schillaci, el día que fueron detenidos.

    Víctor Schillaci

    Estoy en el sector Ingreso B, que generalmente es donde alojan a los que recién llegan. Como todos los internos nos engoman de 11 de la noche a ocho de la mañana y de seis y media a ocho y media de la noche. La celda es igual a la de todas,  mide 3 metros de largo por 2 de ancho. Pude hacer varios amigos. Entre todos tratamos de darnos una mano, de ayudar al que menos tiene, de reclamar por lo que falta. Gracias a Dios mi esposa Mónica puede visitarme, lamentablemente no puedo ver a mis hijos todas las semanas. ¿Cómo es la visita íntima? Te dan dos horas y te habilitan una salita. La clave ese día es poder bañarse, pero a veces los guardias tardan en abrir mi celda y no hago a tiempo. 
    Schillaci, durante el juicio oral.

    Martín Lanatta

    Lo importante es llevarte bien con los compañeros de pabellón. Yo estoy en el 3 H. Allí hay detenidos por causas de narcotráfico. A los compas colombianos y mexicanos les convido mate y la torta de banana y la de café que suelo cocinar. Es una vieja receta que me enseñó mi abuela cuando era chico. No tengo DVD ni televisor, pero a veces me junto con un muchacho que tiene y vemos películas. Nos vimos el Padrino II y la historia real de un falso asesino. También aprovecho para escribir un libro sobre la pesadilla que estamos viviendo con mi hermano Cristian y mi amigo Víctor (Schillaci). No hago deportes, pero me cuido en las comidas. Acá viví momentos tristes y también felices. El día más importante fue cuando me casé y pudo venir mi madre y mi hermano Cristian.
    Lanatta lleva 

    Juan Manuel Verón

    Antes que nada quiero decir que en todo penal al que me llevan detenido soy odiado por los guardias. Simplemente porque denuncio los manejos mafiosos que tienen. Soy ex miembro de La banda de la Chocolatada y de la banda de Los Nenes bien. Eramos especialistas en robar bancos en tres minutos. En Ezeiza fui uno de los líderes de la huelga de hambre. Cada vez que amenazan con sacarnos nuestros derechos, me pongo en acción. Con eso no se jode. Siempre me quejo por las condiciones de detención, la comida en mal estado, los compañeros castigados que no reciben visita, el maltrato a los familiares de los privados de su libertad, los abusos. Todas las injusticias que vivimos. 
    Verón, ex miembro de la Banda de la Chocolatada.

    Silvio Adrián Canciani

    Silvia Canciani, otro detenido en Ezeiza.
    Llevo 20 años deambulando como un cadáver por las cárceles. Las conozco más que mi casa. Devoto, Caseros, Ezeiza. Por eso conozco a fondo a la corrupción penitenciaria. Es más, un guardia me violó en esta misma cárcel y ya fue denunciado. Acá siguen sacando detenidos para salir a robar. A mí me lo ofrecieron una vez. Me dijeron que iba a salir, hasta el arma me daban. Les dije que sí porque pensaba salir y no volver. Además los guardias venden falopa. El jefe de talleres tiene un gato que le vende porro a dos lucas. Merca también venden. En los talleres de costura vi a unos pibes que estaban tomando y era un asco: les sangraban la nariz. En este lugar no hay nada que se parezca a la felicidad. Todo es una tumba que huele mal.

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