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Perforar las orejas de las bebas, ¿sí o no?

Si estás en la dulce espera de una nena y te preguntarás si perforarle o no los lóbulos para los aritos, aquí los posibles riesgos y las precauciones.

08 Agosto de 2016 21:05
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Si bien es cierto que en algunas culturas, incluida la occidental, la perforación de las orejas de las niñas es lo más normal, algunos padres no soportan la idea de hacerle eso a un recién nacido. Las opiniones son diversas, pero parece haber puntos válidos que, según los pediatras, los papás deberían tomar en cuenta.

Aritos, ¿sí o no?

En algunos casos, las madres no permiten la práctica porque suponen que invade la voluntad y la libre elección de las pequeñas. Asumen que, tal vez, cuando sean grandes van a querer tener las orejas perforadas, pero a otras edades ya no es un trauma.

Lo real es que a las bebas, la perforación de lóbulo sólo les ocasiona un pequeño dolor por unos segundos. Al ser tan pequeñas se les pasa rápido y ya no lo recuerdan. En cambio, si se perforan las orejas cuando las niñas son más grandes, deben limpiarlas mientras cicatriza, cambiar el primer par de aros y cuidar que no se infecten. 

Aritos abridores.

"No contamos con evidencia científica para chequear si hay algún impedimento para perforar los lóbulos a las bebas. Algunos recomiendan esperar las vacunas, pero esto no tiene mucho sentido porque hay que esperar que hagan su efecto protector en el organismo y no es inmediato. Definitivamente, es una cuestión cultural, y es muy respetable que no se lo quieran hacer para que no les duela, como es respetable si es que deciden hacerlo. Médicamente, no hay riesgos comprobados", explicó a Minitah el doctor Jorge Díaz, médico pediatra. 

Hay algunos riesgos, descriptos por la Academia Americana de Pediatría:

Que la bebé se trague el arito o parte del mismo:

Aunque parezca imposible, es más común de lo que nos gustaría admitir. Estas pequeñas piezas de metal pueden ser sumamente peligrosas para un recién nacido. A veces quedan atrapadas en la ropa al cambiársela, y sin querer van a la boca. Esto puede lastimarles el esófago u otras complicaciones.

Infecciones:

No son muy usuales, pero muchos padres esperan algunos días de nacidos, después de que la vacuna del tétano sea administrada. Esta vacuna por lo general no se aplica hasta los dos meses de vida. Algunos médicos aconsejan esperar todas las dosis, que se dan espaciadamente hasta los 15 meses. 

A algunas nenas se los perforan cuando son más grandes.

Una vez asumidos los riesgos, es indispensable tomar precauciones:

Asegurarse utilizar sólo abridores de oro.

Hacerlo con el equipo necesario y que todo está debidamente esterilizado.

No colocarles argollitas, que por más pequeñas que sean, se enganchan y puede ser peligroso. 

En el resto de las cuestiones, la polémica sigue abierta y la decisión librada a cada padre o madre.