Amal Clooney: derecho y alfombra roja

Cuando contrajo matrimonio con el soltero dorado de Hollywood, George Clooney, Amal Ramzi transformó el aburrido mundo de trajes y corbatas del derecho. En medio de su apretada agenda, en 2015 fue a las Islas Maldivas como parte del equipo legal encargado de la defensa del expresidente Mohamed Nasheed, encarcelado tras haber sido depuesto a punta de pistola.

Amal, de origen siriolibanés, escribió decenas de artículos reveladores del caso, en defensa del ex presidente. Para todo ello viajó a Male, la capital de Maldivas, y continuó con los procedimientos legales para la liberación del político. Sin embargo, lejos del formalismo catedrático del ámbito de las leyes, su aterrizaje fue más parecido a la llegada de una estrella de cine a Cannes. Amal consiguió, en enero, que su defendido saliese de la cárcel y viajara a Londres para someterse a un tratamiento médico. Ya en Londres le consiguió el status de refugiado político, generando malestar en el gobierno inglés.

Sin darse por satisfecha, hace unos días la abogada de la alfombra roja declaró que tiene la intención de representar en la Corte Penal Internacional de La Haya a las miles de mujeres yazidíes secuestradas, violadas y esclavizadas en Irán y el Kurdistán por los terroristas de Daesh (Isis).

Ha exigido que se entienda por crímenes contra la humanidad aquellos cometidos contra los yazidíes, alegando que «ya es el momento de ver a comandantes de Daesh sentados en el banquillo de La Haya». Amal ya representa a miles de mujeres y niños yazidíes secuestrados y torturados por Daesh, incluyendo a la nominada al Premio Nobel de la Paz, Nadia Murad Basee Taha. 

Todo ello sin descuidar su elegancia y su estilo en una sola foto. Y nosotras que hacemos malabares para ir a la oficina y hacernos un baño de crema en el pelo de vez en cuando... 

¡Gracias por el ejemplo, Amal!