En una Argentina que envejece con rapidez, el rol de los asistentes gerontológicos se vuelve cada vez más relevante. Ya no se trata solo de atender necesidades básicas, sino de acompañar el cuidado promoviendo autonomía, estimulación, respeto por los derechos y la dignidad de quienes atraviesan esta etapa de la vida, tanto en sus hogares como en instituciones.
Actualmente, en todo el país existen múltiples ofertas de formación accesibles para quienes ya trabajan en cuidados o desean incorporarse a una actividad con alta demanda laboral. El Registro Nacional de Cuidadores Domiciliarios, dependiente del Ministerio de Capital Humano, ofrece cursos gratuitos para mayores de 18 años con primaria completa, que incluyen prácticas y certificación nacional habilitante.
En la Ciudad de Buenos Aires, la Ley 6571 impulsa un curso semestral semipresencial que aborda envejecimiento, síndromes geriátricos, marco normativo, socorrismo y prácticas comunitarias. Por su parte, la Unión Argentina de Prestadores de Servicios Gerontológicos ofrece capacitación virtual en todo el país, con contenidos sobre comunicación, manejo de enfermedades comunes en la vejez y habilidades para brindar apoyo físico y emocional.
Para Noemí Bedia, enfermera y responsable del área de Enfermería y Asistentes Gerontológicas de Edificio Manantial, la formación debe contemplar no solo los procesos del envejecimiento y las enfermedades prevalentes, sino también habilidades prácticas para movilización segura, higiene, detección de signos de alarma y cuidados básicos de la salud como los primeros auxilios. "También hay que considerar una escucha activa, paciencia, empatía y el respeto por la autonomía porque todas estas condiciones son básicas en la relación con la persona mayor y su entorno", señaló la profesional.
En la misma línea, Natalia Godoy, vicepresidente de la Unión Argentina de Prestadores de Servicios Gerontológicos, subrayó: "Capacitar desde el modelo de atención centrada en la persona -aprendiendo movilización segura, señales de alerta, comunicación empática y respeto por la autonomía- garantiza no solo mejores servicios, sino dignidad y un mejor envejecer". Y agregó: "Es imperativo que las políticas públicas, los medios y las instituciones impulsemos y visibilicemos estas formaciones como eje de una sociedad solidaria y responsable".
Desde la Unión advierten que la demanda de personal formado y comprometido no para de crecer. "En la mayoría de las residencias, contar con asistentes certificados mejora no solo la calidad del servicio, sino también la comunicación con equipos profesionales y las familias", explicó Godoy. Además, esta capacitación fomenta empleos sostenibles, mayor formalización laboral y una economía del cuidado clave para el futuro.
Para Bea Álvarez, licenciada en Comunicación y gerontóloga, el asistente "acompaña a esa persona mayor en las actividades diarias como ir a un médico, hacer una compra, en su higiene personal o vestirlo" y "cubre los grados de vulnerabilidad de la persona asistida". Bedia destacó la filosofía de atención centrada en la persona: "Debe respetarse la singularidad de cada uno, ya sea en domicilio o en una residencia de larga estadía".
En el hogar, explicó, el cuidador se adapta a las rutinas de la persona, incluso si no son las más adecuadas para algunos objetivos; en las residencias, en cambio, se trabaja en equipo para armonizar necesidades y preferencias. "Conceptualmente no hay grandes diferencias entre pacientes mujeres y varones, aunque sí existen necesidades y preferencias individuales. El amor hacia el prójimo es algo que nunca puede faltar. Si no hay amor y empatía es imposible realizar nuestro trabajo", sostuvo.
Para quienes prefieren que el adulto mayor permanezca en su hogar, existe la aplicación Cuidarlos, que conecta a familias con cuidadores domiciliarios calificados de manera gratuita. La plataforma permite conocer perfiles, contactarlos y gestionar la relación desde el celular, garantizando seguridad, calidez y organización en el cuidado. Además, desde app.cuidarlos.com pueden realizarse cursos para cuidadores dictados por especialistas, orientados a comprender y acompañar mejor esta etapa de la vida.