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Matilda y otras 3 estrellas infantiles con mal destino

Mara Wilson fue la encantadora Matilda en una película que marcó la generación de los noventa. Pero, ¿qué le pasó después a ella y a otros niños famosos?

23 Septiembre de 2016 11:32
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Pasaron 20 años desde que aquella niña, vivaz, lectora e inteligente, cautivara a todos con su ternura frente a la incomprensión brutal de su familia y el maltrato de la recordada Señorita Tronchatoro, ante su sensibilidad y poderes sobrenaturales, siendo adoptada por una dulce y comprensiva maestra que la querría para siempre. Pero no todas fueron fueron mieles después. En su libro "Where am I now: True Stories of Girlhood and Accidental Fame" (¿Dónde estoy ahora?: Historias verdaderas de la infancia de una niña y de la fama accidental) Mara Wilson cuenta su derrotero de actriz que Hoollywood descartó apenas empezó a crecer. 

Empezó a los tres años y trabajó en varias películas de las más taquilleras de Hoollywood. Luego, estrenó Matilda y llegó el éxito. Al poco tiempo su madre falleció de cáncer. Retomó su trabajo a los once años, pero su cuerpo ya no era el de una nena, y eso pesó. Al tiempo, descubrió que su rostro era usado en algunos sitios porno como fetiche sexual y en su adolescencia los directores ya no la convocaban con asiduidad, o sólo para hacer de la "amiga gordita" de la actriz principal.  Peleada con Hoollywood, logró sobreponerse y declaró que su destino no estaba en la industria, dedicándose al trabajo de doblaje vocal, al coaching y al teatro en Nueva York. "Matilda" logró reinventarse. En esta nota, otros actores-niños famosos con destinos sinuosos.

Macaulay Culkin:

Comenzó su carrera con 4 años y su papel en Home Alone (Mi pobre angelito) y su secuela, le dio fama internacional. Luego, su carrera se detuvo por culpa de la lucha por su custodia entre sus padres. Se casó con la actriz Rachel Miner en 1998 y se divorciaron en el 2000. En 2004 fue detenido por posesión de drogas y antidepresivos y en 2005 tuvo que declarar por estar imputado por posible violación. Una promesa del cine que terminó en un mundo de drogas, alcohol y depresión. Un angelito, bah.

 

Macauly y un estigma que no lo abandonó más. 

 River Phoenix:

Criado por padres hippies en el seno de la secta Los Hijos de Dios, debutó en 1984 con la película Exploradores y no tardó en convertirse en uno de los más brillantes talentos de Hollywood. En 1988 fue nominado al Oscar al mejor actor secundario por su papel en Un lugar en ninguna parte, de Sidney Lumet; con sólo 17 años era ya el actor más prometedor del momento y fue parte de varias e importantes películas. Su adolescencia estuvo llena de altibajos y escarceos con todo tipo de drogas. Falleció por sobredosis de  cocaína y heroína con apenas 23 años y una de las caras más hermosas de la pantalla.  

River, bello y fallecido joven.

 LINDA BLAIR:

Era Regan, la niña a la que la cabeza le giraba en El Exorcista. Tenía 13 años y el impacto taquillero y social de la película fue histórico, tanto que le valió un Globo de Oro y una nominación al Oscar. A pesar de ello, fue adicta al alcohol y a las drogas. En 1977 fue detenida por tráfico y posesión de cocaína y anfetaminas. Condenada a tres años de libertad condicional su carrera profesional comenzó a declinar. Posó desnuda para varias revistas y luego sólo protagonizó películas clase B, cayendo lentamente en un extraño olvido del que sólo resurge cuando se habla de la niña endemoniada que encarnó por primera vez.

A Linda, el diablo se le quedó a vivir en el cuerpo.