El viernes pasado, en la Casa Rosada, Javier Milei recibió a Louis Sarkozy, hijo del ex presidente francés y político liberal Nicolas Sarkozy. La entrevista, organizada a instancias del embajador argentino en Francia, Ian Sielecki, dejó un tendal de frases explosivas del mandatario argentino, que volvió a cargar contra el kirchnerismo, el socialismo y los Estados de bienestar europeos, además de deslizar que su vida corre peligro. "El kirchnerismo trata de destruir el programa económico desde el Congreso de la Nación, hace manifestaciones violentas en la calle, digamos, o intentará matarme", sostuvo Milei al referirse a la oposición.
Y agregó que sus adversarios políticos aplican "la estrategia de Cortés": "Es a todo o nada y eso implica, desde tratar de destruir el programa económico en el Congreso, hasta inventar cualquier tipo de aberración para desprestigiarme. Pero bueno, son los últimos manotazos de ahogadas de un régimen que, si Dios nos acompaña, lo terminaremos de sepultar el 26 de octubre".
El mandatario también volvió a cargar contra referentes internacionales, como el presidente español Pedro Sánchez, y contra el socialismo. "Uno tiene que estar muy preparado para debatir con ellos, porque ellos son, en rigor, psicópatas. Entonces, cuando vos tenés que enfrentar a alguien como (Pedro) Sánchez o cualquier impresentable del socialismo del siglo XXI, tenés que saber que del otro lado hay un psicópata", lanzó.
Y profundizó: "Siempre les tenés que recordar que sus ideas cuando se aplicaron fueron fracasos en lo económico, en lo social, en lo cultural, y que además mataron a ciento cincuenta millones de seres humanos. Antes de venir a pedirnos explicaciones, ellos tienen que dar cuenta de sus ideas nefastas". Milei defendió además su mirada sobre la obra pública y volvió a plantear la privatización de la infraestructura vial. "La gente cree que una carretera es una obra pública y que la tiene que hacer el Estado. En realidad, es una obra de infraestructura que tranquilamente podría ser hecha por el sector privado", dijo.
Y adelantó: "De hecho, fijate que si vos te vas de Argentina a Chile, las rutas son privadas, funcionan con el sistema de iniciativa privada y funcionan a la perfección, y son infinitamente mejores que las que hay en Argentina". Según el presidente, "las rutas troncales y rentables las hará el sector privado. Lo que no sea rentable se licitará para que funcione de manera competitiva y eficiente". Otro de los pasajes de la entrevista giró en torno a la inmigración, donde Milei marcó un límite cultural. "Si el inmigrante se adapta a la cultura en la que vos estás viviendo, no es ningún problema", expresó el jefe de Estado libertario.
Y continuó: "El problema es que si no se adapta, es una invasión. Esa es la diferencia. Si se integran a las costumbres de la sociedad, está bien. Pero si vienen y te triplican la población con una base cultural distinta, ya no es inmigración, es una invasión". En su cierre, Milei buscó proyectar confianza en el rumbo de su gobierno pese a los conflictos políticos y sociales. "Estamos en un momento muy interesante, porque estamos en un momento bisagra. Obviamente, el kirchnerismo y sus aliados están aplicando la estrategia de quemar las naves. Pero son los últimos manotazos de ahogado de un régimen que, si Dios nos acompaña, vamos a sepultar".