Esta vez los Entusiastas de Cocina nos acercan 3 geniales recetas de cocina para resolver un postre bajo en calorías y pleno en sabor.
1. Mousse de chocolate con frutillas versión 2.0:
A nadie se le puede negar una rica mousse.
La mousse:
En esta preparación vamos a hacer un poco de trampa y vamos a preparar una receta de mousse de caja, versión light (fundamental para reducir las calorías) siguiendo las instrucciones del paquete. Si lleva leche utilizar descremada así reducimos grasas y calorías.
Las frutillas:
Lavar ½ kg de frutillas y cortarlas al medio o en rodajas finas, según el gusto de cada uno.
Preparación:
Una vez lista y enfriada la mousse en la heladera, colocar las frutillas por encima y esparcir una pizca de azúcar impalpable para decorar. Dejar enfriar un poco más en la heladera y listo.
Podemos permitirnos 2 porciones de este postre sin culpas ya que una taza o porción de mousse de chocolate light tiene aproximadamente 100 calorías y 100 gramos de frutillas tiene aprox. 30 calorías. Por lo que tenemos un total de 130 calorías por porción, además de combinar lacteos con frutas, nutritivamente es un 10.
2. Compota de manzanas o peras con crema ligth:
Compotas de peras, puro sabor!
La compota:
Esta receta de cocina es muy simple. Primero, herví 1 litro de agua con 4 cuccharadas de azúcar que sea apto para cocinar en una olla. Siempre que te midas con el azúcar no pasa nada, y es aún mejor si utilizás negra o rubia, que son menos refinadas y por lo tanto más saludables.
Luego pelá las peras o manzanas, cortalas en cuartos o rodajas gruesas y hervilas durante 30 minutos con la cacerola cerrada (El tiempo varía según el tamaño del corte de la fruta, pero podés ir pinchándolas con un tenedor hasta que encuentres el punto). Si querés agregá un poco de canela o vainilla para que le den más sabor.
La crema:
Traemos una variante ligth muy fácil de realizar...
Batí a punto nieve una clara de huevo, cuando esté lista, agregale con movimientos envolventes 4 cucharadas soperas de queso untable ligth, una cucharadita de edulcorante en polvo (o tres de ázucar), una cucharadita de esencia de vainilla ¡y listo! Ya tenés tu crema chantilly light para acompañar esta compota o cualquier otro postre que quieras.
Una pera o una manzana de tamaño mediano aportan aproximadamente 100 calorías. Y una cucharada sopera de la crema que realizaste aporta más o menos 50 calorías, por lo que la porción de este postre tiene unas 150 calorías, un lujo.
3. Apple crumble ligth:
Apple crumble, un clásico en version light.
Utilizamos la tradicional receta de Apple crumble y reemplazamos algunos de sus ingredientes por su versión light o saludable.
La preparación es muy fácil y vas a sorprender a cualquiera:
Para la masa:
Procesar 150 gramos de harina integral junto con un huevo, una cucharadita de polvo de hornear, 50 gramos de azúcar negra y 80 gramos de margarina light. Luego agregar un chorrito de miel.
Una vez que obtuvimos un bollo, envolverlo en papel film o en una bolsa y dejar reposar en la heladera durante 30 minutos.
Después de que la masa repose, la estiramos en una tartera, la pinchamos un poco con un tenedor y la pre cocinamos a horno medio durante 5 minutos.
Las manzanas:
Lavamos y cortamos 5 manzanas en rodajas finas con cáscara y las ponemos a cocinar en una olla con agua y jugo de ½ limón. Una vez que estén blandas, están listas.
Crumble:
Procesamos con minipimer 25 gramos de margarina ligth con 50 gramos de avena.
IMPORTANTE: La margarina tiene que estar fria al momento en que la procesas, asi no se derrite.
Preparación y cocción:
Verter las manzanas ya cocidas sobre la masa precocinada, luego esparcir el crumble arriba y colocar al horno durante 40 minutos aproximadamente o hasta que esté dorada.
Si deseamos podemos acompañar esta tarta con unas cucharadas de yogur natural descremado.
Una porción de Apple crumble normal tiene entre 350 y 450 calorías, mientras que en esta preparación ligth cada porción ronda aproximadamente las 250, un éxito.
Como decimos siempre lo importante es el equilibrio sin privarse de nada, incorporar los reemplazos saludables y entender que comer no solo es un placer, también es una responsabilidad.