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Crisis en el transporte

"Hasta nuevo aviso": la falta de pago deja al AMBA con un paro de colectivos y al borde del colapso

La medida se debe al incumplimiento de las empresas en el depósito del 50% restante de los salarios.

05 Diciembre de 2025 08:49
Paro de colectivos

La escena se repite mes a mes, pero ahora tomó un cariz abiertamente explosivo: decenas de líneas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) iniciaron una abstención de tareas por el incumplimiento de las empresas en el pago del 50% restante de los salarios, afectando a miles de usuarios que quedaron varados desde la madrugada. Según el seguimiento de @CiudadDeBondis y del portal especializado parodebondis.com.ar, la medida se mantiene "hasta nuevo aviso" en numerosas líneas, mientras otras se encuentran en estado "expectante" a la negociación salarial.

Paro de colectivos hasta la medianoche

Lejos de tratarse de un conflicto aislado, el paro técnico evidencia la combinación letal que se aceleró durante la gestión de Javier Milei: salarios que no llegan, empresas sin fondos, subsidios recortados a un ritmo inédito y tarifas que aumentaron un 912%, convirtiendo al transporte público en uno de los servicios más castigados por el ajuste. Por ahora, la UTA no ratificó un paro las líneas 22, 28, 44, 101, 153, 159, 172, 174, 219, 242, 253, 298, 300, 317, 321, 324, 372, 383, 583, 584, 603, 619 y 624 ya están dentro del listado que iniciaron la abstención. También las líneas de Florencio Varela -500, 501, 502, 504, 506, 507, 508- se sumaron a la medida.

La única excepción destacada es El Nuevo Halcón, que reportó servicio normal porque sus choferes cobraron la totalidad del sueldo. La UTA lo había advertido: "Los trabajadores van a presentarse en las empresas, pero si la plata no está depositada no van a salir los servicios", afirmó el vocero del sindicato, Mario Calegari, en TN. Y agregó: "No estamos dispuestos a financiar la deuda de las empresas con nuestros sueldos". El gremio ya había lanzado la advertencia el 20 de noviembre: "En cada empresa que el cuarto día hábil no pague los salarios se va a parar", había dicho Mario Caligari. 

El comunicado difundido anoche por la UTA volvió a poner negro sobre blanco la situación: un "apoyo absoluto" a todas las medidas necesarias frente a "la grave situación generada por la posible falta de pago de salarios". La postura patronal, sin embargo, se ubica en el extremo opuesto. Las cámaras sostienen que viven una "situación gravísima": aseguran que los costos -combustible, repuestos, mantenimiento- aumentaron más rápido que las tarifas, y que la reducción de subsidios dejó una estructura de ingresos directamente inviable. La AAETA enfatizó que la llamada "tarifa técnica" reconocida (1.092 pesos) está muy por debajo del costo real: 1.713 pesos.

Paro de colectivos

El resultado: equilibrio roto, choferes sin cobrar y millones de pasajeros rehenes del conflicto. Mientras las empresas alegan falta de recursos, los choferes advierten que su salario promedio -1.500.000 pesos- quedó pulverizado por la inflación. Calegari lo dijo con crudeza: "El salario es necesario; no estamos en condiciones de financiar a las empresas. Si aparece la plata, trabajamos. Si no hay salario, no trabajamos". El gobierno nacional, por su parte, se limita a recordar que aún rige la Tarifa Social Federal y la RED SUBE en Capital y líneas nacionales. Pero esos paliativos resultan marginales frente al dato que define todo: el costo real del transporte aumentó 912% desde el inicio de la gestión Milei, un salto que convirtió al servicio en el de mayor incremento relativo de toda la región.

Paro de colectivos hasta la medianoche

El AMBA cuenta con unas 200 líneas que transportan 9 millones de pasajeros diarios. Hoy, una parte creciente del sistema se encuentra paralizada por un conflicto que no es técnico ni administrativo: es la consecuencia directa del recorte de subsidios aplicado por el Gobierno y del deterioro acelerado del poder adquisitivo. En su comunicado del 4 de diciembre, la UTA advirtió: "La coyuntura económica profundiza la vulneración de derechos". El mensaje podría extenderse a todos los usuarios que, una vez más, quedaron atrapados entre una política de transporte desfinanciada, empresas al borde del colapso y trabajadores que ya ni siquiera saben si van a cobrar.