Por primera vez en la historia, un equipo de paleontólogos argentinos transmitió en vivo una campaña de campo desde el corazón de la Patagonia. La Expedición Cretácica I marcó un antes y un después en la divulgación científica: un puente entre la ciencia, la tecnología y la curiosidad del público que siguió desde todos los rincones del país cómo se extraen fósiles de dinosaurios de hace millones de años.
BigBang dialogó con el Dr. Nicolás Roberto Chimento, paleontólogo e investigador del CONICET, que fue uno de los protagonistas de esta aventura inédita. Desde el desierto rionegrino, contó que "es la primera expedición que vamos a hacer en vivo, streameando. Venimos a un lugar que está al sur de la localidad de General Roca, en Río Negro, un lugar donde hace muchos años venimos a buscar dinosaurios y hemos hecho descubrimientos importante". Si bien el sitio es habitual, este año llegaron con un nuevo objetivo: "Esta vez, además de seguir encontrando restos fósiles, es mostrarle a la gente cómo es nuestro trabajo en el campo".
El lugar elegido no fue casual: "Elegimos este lugar porque hace varios años que venimos y nos ha aportado un montón de restos de dinosaurios y han publicado varios dinosaurios nuevos en este lugar, pero además en las últimas expediciones hemos encontrado también un montón de organismos que vivían alrededor de los dinosaurios, por ejemplo, pequeños mamíferos, plantas fósiles, ranas, entonces hay todo un ecosistema preservado de hace unos 70 millones de años en este lugar", explicó Chimento.
El trabajo de campo en la Patagonia no es sencillo. El investigador describió con precisión las dificultades que enfrentan los equipos científicos: "Las expediciones paleontológicas son bastante complicadas de organizar, porque, en general, son a lugares que no son turísticos, son en lugares en donde estás en el medio de la nada", comenzó y detalló los desafíos presentados en esta nueva aventura: "Particularmente, en esta expedición estamos en el medio del desierto de la meseta rionegrina, en un lugar donde no hay agua, escasea muchísimo el agua, entonces el agua solamente es para tomar. El viento muchas veces es fuerte, durante la noche hace frío y de día hace mucho calor, entonces tenés que lidiar con mucha sequedad por falta de agua, con mucha amplitud térmica, y además son lugares donde no hay caminos, tenés que venir sí o sí en un cuatro por cuatro".
La ciencia se abre al público
La Expedición Cretácica I fue transmitida en vivo a través de stream, una experiencia inédita que demandó una logística compleja: "La conectividad a Internet ha venido gracias a todo el avance tecnológico de las antenas portátiles. Cuando empezamos a hacer expediciones al campo, hace varios años ya, no teníamos nada de conexión (...). Ahora con las antenas, las pequeñas antenas portátiles, podés traer una antenita que no pesa nada y te da señal de Internet en el medio del campo, como en este caso yo te estoy hablando y estoy en el medio del desierto en este mismo momento".
Para adaptar la rutina científica a la transmisión, el equipo debió realizar ajustes a las expediciones que acostumbran: "Los ajustes que tuvimos que hacer a nuestro trabajo diario es particularmente fueron adaptarnos a lo que la gente quiere ver de nuestro trabajo. Nosotros somos científicos, no somos especialistas en los medios, entonces la gente que vino a filmarnos (...) nos fueron diciendo cómo es mejor que se vea alguna pieza. Hicimos nuestro trabajo, pero más acotado pensando en mostrarlo bien", explicó el paleontólogo.
Según Nicolás Roberto Chimento, la iniciativa nació del deseo de acercar la ciencia a la gente. Si bien el equipo ya compartía contenido a través de redes sociales, fue la expedición del CONICET en Mar del Plata —denominada Talud Continental IV— la que los motivó a dar un paso más y animarse a esta experiencia inédita: "Cuando nuestros colegas del CONICET hicieron este streaming en el fondo marino mostrando su trabajo, nos motivaron a nosotros a mostrar también el nuestro". La experiencia previa de otros científicos transmitiendo en vivo inspiró al grupo a abrir una ventana al trabajo paleontológico en tiempo real, con el objetivo de que cualquier persona pudiera ver cómo se descubren los fósiles directamente desde el campo.
En palabras del entrevistado, el interés del público superó todas las expectativas: "La gente nos ha hecho una devolución increíble. Todos los días tuvimos aproximadamente más de dos mil personas mirándonos en vivo. Hubo maestras de escuela que nos mandaron fotos y videos de los nenes mirándonos en la escuela en vivo o de jardines de infantes, y eso realmente nos emociona muchísimo".
Los paleontólogos esperan que este tipo de experiencias impulse la curiosidad y la educación científica: "Los beneficios que esperamos conseguir es que mucha más gente se acerque a la ciencia y a la paleontología", comentó y siguió compartiendo un deseo: "Nuestro objetivo es que nos puedan mirar desde toda la Argentina, incluso de afuera, y sentirse motivados a hacer lo que hacemos nosotros".
Vida y descubrimientos en el campo
BigBang consultó por la rutina y Chimento no dudó en aclarar que un día de trabajo en la meseta rionegrina comienza temprano: "Levantarse tipo siete, ocho de la mañana. De ahí nos dirigimos al lugar donde salen los fósiles, que a veces son uno o dos kilómetros del camping, pero uno o dos kilómetros por la montaña. En el campo empezamos a trabajar durante la mañana, tanto buscando como extrayendo fósiles (...). Después seguimos excavando, y más o menos se termina la jornada entre las seis, siete de la tarde", resumió cómo es un día de expedición.
Entre sus hallazgos más significativos, el paleontólogo destacó dos momentos inolvidables: "Uno es un dinosaurio que encontré en Río Negro que encontré una garra primero, y después varios otros huesitos (...) después de unos años, ese dinosaurio lo publicaron unos colegas que son expertos en dinosaurios raptores, y en agradecimiento a que yo lo había encontrado, me lo dedicaron a mí, al dinosaurio, se llama Overo Raptor Chimentoy", recordó, dando paso a un segundo instante de emoción en su vida profesional: "En la provincia de Santa Cruz, en el año 2022, encontré un dientito muy chiquito de un mamífero, que son los vertebrados a los que yo me dedico, los que soy especialista, y ese dientito, ese mamífero resultó ser de un ornitorrinco", según explicó "había encontrado el ornitorrinco más antiguo, fuera de Australia y encima en la era de los dinosaurios".
Todas las transmisiones de la Expedición Cretácica I quedaron grabadas en el canal de YouTube Paleocueva_lacev, en la sección de "vivos". Allí se pueden ver los distintos capítulos de esta experiencia pionera en tiempo real.
El trabajo de científicos como Nicolás Chimento demuestra que el conocimiento no surge del azar, sino de la inversión, el esfuerzo y el compromiso con el país. En tiempos donde el gobierno de Javier Milei promueve el desmantelamiento del Estado y la destrucción del espacio público, resulta esencial recordar que sin el apoyo estatal no habría ciencia, ni hallazgos, ni orgullo nacional. La Expedición Cretácica I no sólo fue una aventura científica: fue una declaración de amor por la investigación argentina, por la curiosidad que impulsa a descubrir y por la necesidad de defender los recursos que hacen posible que el pasado cobre vida en nuestras manos.