Desde septiembre del 2014, Uruguay vive una revolución verde: el autocultivo y los clubes de marihuana son legales gracias a la histórica ley que despenalizó y reguló el consumo.
En estos meses, explicó El País de España, los usuarios terminaron de confirmar un secreto a voces: la producción artesanal es una experiencia mucho más fuerte que el consumo en el mercado negro.
Los uruguayos marcharon por una ley despenalizadora.
más corto, más intenso
Los cultivadores -ya son 3 mil los que hacen crecer la planta en sus casas- coinciden en algunas cuestiones básicas. Se terminaron las largas rondas, la experiencia es más breve y alcanza con dos caladas.
Cultivadores felices en Uruguay.
“Es fuerte, es mucho más psicoactiva, pero te deja mejor cuerpo”, resumió Álvaro Delgado Vivas, que participa de un club cannábico con 45 miembros y 95 plantas legales.
adiós al prensado
Poco a poco, queda en el olvido el prensado paraguayo, una mezcla de cannabis con diversos productos químicos.
Prensado y sospechoso.
Incluso los sectores que propiciaron la despenalización están re-evaluando el límite de 10 gramos semanales para la distribución legal en farmacias, que estará vigente desde mediados del año que viene.
Uruguay, un país con 3,4 millones de habitantes, tiene unos 120 mil consumidores.