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Policiales

La secuestraron, la liberaron y al día siguiente volvieron a atacarla en su negocio

Una comerciante fue víctima de dos ataques de la misma banda de delincuentes en tan solo 48 horas frente a su comercio ubicado en Valentín Alsina, Lanús.

01 Abril de 2019 17:21
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Paloma Febbroni tiene 24 años y denunció que fue secuestrada en la puerta de su local de venta de sushi, en Valentín Alsina, Lanús, por una banda que se la llevó en un auto, la amenazó, la abandonó en Ciudadela y al día siguiente volvió al comercio a intimidar a su pareja, razón por la cual los investigadores sospechan que puede ser un ajuste por el pago de alguna deuda.

El primer hecho ocurrió el viernes último, a las 22.25, cuando la víctima cerraba junto a su hermano el local gastronómico “Sushi” que tienen en la esquina de Tuyutí y Rucci. Allí dos hombres armados abordaron a la víctima, la tomaron de los pelos y la arrastraron hasta el auto en el que se encontraba otro hombre y una mujer con peluca al volante.

Al relatar el hecho -que quedó grabado por las cámaras de seguridad del mismo local-, Paloma dialogó con TN y contó: “Yo cruzo corriendo. En la desesperación les doy la recaudación, ahí me agarran de los pelos y me dijeron que me querían llevar a mí”.

“En la desesperación, mi hermano forcejea con ellos y le gatillan en la cabeza pero no sale la bala”, contó la joven. La víctima explicó que ya adentro del auto, los delincuentes le dijeron que querían ir a su casa, que le preguntaron por su novio, y que “querían oro, dólares, joyas y plata”.

Señaló que cuando les dijo a sus captores que no vivía en una casa, sino en un departamento, “los planes empezaron a cambiar”. Al describir el recorrido que hizo durante la hora que estuvo cautiva, mencionó que desde Valentín Alsina pasó por el puente Olímpico, por la avenida General Paz, por el Acceso Oeste y que allí bajaron para dejarla en Ciudadela.

“Adelante manejaba un mujer que tenía peluca y aproximadamente 25 años. Me repetían que no tenían nada para perder, que si querían me pegaban un tiro en la cabeza y me tiraban por ahí. Una situación desesperante”, relató.

Febbroni cree que finalmente decidieron liberarla porque su hermano había forcejeado con ellos y que ya debía haber alertado a la policía, pero de todas formas le prometieron que iban a “volver” y eso mismo ocurrió al día siguiente.

El sábado por la noche, alrededor de las 23.12 según registraron las cámaras de seguridad del negocio, la banda regresó al local y allí tres hombres -distintos a los del día anterior- bajaron de un auto negro e intentaron entrar, aunque el hermano y el novio de la joven, identificados como Alan Néstor Blanco (21), cerraron la puerta a tiempo y lo impidieron.

Entonces, uno de los hombres efectuó un disparo al aire y escapó con sus cómplices en el auto. “Volvieron al otro día, increíble pero verdad, con impunidad sobre todas las cosas, ningún miedo de que ya había hecho la denuncia. Describimos sus caras, volvieron en otro vehículo. La única que era la misma era la que manejaba, con peluca y musculosa como el día anterior”, afirmó.

La mujer pidió protección y dijo que se trata de “una banda organizada”, que ella está “a la buena de Dios” y que le habían prometido que la iban “a matar”. El secretario de Seguridad del municipio de Lanús, Diego Kravetz, aseguró que se reunirá con la denunciante.

“Nos llegó la denuncia en la que no hay un robo, sí una privación ilegítima de la libertad. No se pide rescate, ni plata, no hay un robo. Estamos aportando las imágenes de las cámaras para la investigación”, dijo el funcionario.

Kravetz agregó: “Ella sufrió un hecho de suma violencia y traumático. Estamos trabajando junto a la Justicia para ayudar a esclarecerlo”. Un jefe policial señaló que una de las líneas investigativas es que los dos hechos estén vinculados con algún tipo de reclamo por alguna deuda.

“Es un hecho del tipo mafioso. No fue al voleo, no querían la plata de la recaudación, no fue un robo, no se pidió rescate por la víctima. Claramente, están buscando intimidar, como si fuera un mensaje o para cobrar una deuda”, afirmó un vocero policial.

Pero si bien estaba pactada una reunión entre Kravetz y Febbroni a las ocho de la mañana de hoy, la misma no se llegó a concretar debido a un inesperado e incómodo cruce entre ambos. El funcionario se negó a bajar a buscar a la víctima a la planta baja del edificio municipal tras advertir que Paloma estaba acompañada en vivo por las cámaras de “Nosotros a la Mañana”.

Según le explicó Kravetz  a Fabián Doman, conductor del ciclo, él recibe y va a la casa de “todo el mundo”, pero advirtió que su intención no era “hacer una polémica televisiva con Paloma, porque la verdad es que no es mi intención polemizar con ella, porque yo estoy para defenderla”.

Fue entonces que el secretario de Seguridad la invitó a subir a su despacho para que puedan hablar de forma más “tranquila”.  “Quiero que todo lo que me prometa, me lo prometa en la cara, y quiero que por favor desmienta todos los dichos que dijo”, fue la respuesta de la víctima.

Y agregó:  “Él dice que es un ajuste de cuentas y que a mí no me robaron ninguna pertenencia personal y que ellos no querían mis pertenencias personales. Cuando me amenazaron, el único objetivo de ellos era dirigirse a mi domicilio, ellos querían joyas, dólares y plata”.

“Lo que ellos querían era preciso: me dijeron 'trabajamos y nos vamos. No te vamos a hacer nada, nosotros venimos a buscar eso'.....“No tengo necesidad de ser escuchada, necesito una solución, no ser escuchada.”, explicó, visiblemente molesta con Kravetz.

“Es justamente lo que no quería hacer, pero si Paloma viene acá, charlamos juntos, estoy acá, a metros de ella. Yo la recibo y podemos charlar tranquilos”, insistió el funcionario, invitándola a subir a su despacho del primer piso, lejos de las cámaras.

Según le explicó la mujer, no le interesa que esta noticia se difunda y advirtió que su único deseo es volver a trabajar en paz. “Yo necesito volver a trabajar; yo, si no abro el local de sushi la semana que viene, no pago el alquiler. Yo soy vecina de acá, yo lo voté a él, yo pago los impuestos, entonces necesito que por favor me den una mano”, pidió, muy angustiada.

Y sentenció: “A mi hermano lo gatillaron dos veces en la cabeza. No me violaron y no me tiraron en un zanjón, ¿sabés por qué? Porque no tenían ganas en ese momento. Entonces, yo necesito que por favor me des una mano. Vos tenés que agarrarme la mano y acompañarme, yo soy la víctima. Y no preguntarme '¿y no tendrá algo que ver tu pareja?'”.

Ambas causas caratuladas como “privación ilegal de la libertad” y “averiguación de ilícito” se tramitan en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 descentralizada de Lanús, que está a cargo de los fiscales Andrea Nicoletti y Gastón Fernández.