El psiquiatra que atendía a Laura Leguizamón, la mujer que se suicidó después de matar a sus dos hijos adolescentes y a su esposo en Villa Crespo, cumplía un rol fundamental desde hacía algunos meses en la vida familiar.
A días de la mascare que conmocionó al barrio porteño, se le toma relevancia a la figura del psiquiatra, a quien todavía no dieron a conocer su identidad, debido a que en el último tiempo el profesional estuvo muy presente en la vida de Leguizamón ya que su cuadro había empeorado.
Aunque por ahora todavía no se dio a conocer el diagnóstico de la mujer, se cree que está asociado a la depresión y esquizofrenia que, por ese motivo, de acuerdo a la confirmación de la hermana de Laura, Nora Leguizamón, había iniciado un tratamiento hacía al menos dos meses.
💣Cabe recordar que en la vivienda se incautaron varios medicamentos.
Uno de los fármacos encontrados fue sertralina Rospaw 50 mg, un antidepresivo que se utiliza habitualmente para tratar trastornos de ansiedad, depresión y prevenir recaídas en episodios severos. Su mecanismo de acción consiste en inhibir selectivamente la recaptación de serotonina, un neurotransmisor clave en el sistema nervioso central.
También se secuestró olanzapina Midax 10 mg, un antipsicótico recetado en tratamientos contra la esquizofrenia, el trastorno bipolar y cuadros depresivos graves. Ambos medicamentos sugieren un tratamiento activo de Leguizamón por un cuadro psiquiátrico severo, presuntamente un brote psicótico con características de esquizofrenia.
Según los primeros trascendidos de la declaración del profesional, el hombre le habría recomendado a la familia que Laura fuera internada para poder tratarla y evitar que sea un peligro para ella misma o terceros. Al parecer, la familia habría rechazado la opción y ese fue el motivo por el cual su marido, Adrián Seltzer, comenzó a trabajar de manera home office para acompañarla.
Mientras continúa la conmoción por el crimen intrafamiliar, seguido de suicidio, se espera que se den a conocer resultados preliminares de las pericias a la historia clínica, los dispositivos electrónicos secuestrados, cuchillos y la carta hallada con sangre.