Desde su llegada al gobierno, La Libertad Avanza tiene un objetivo claro: desmantelar el Estado. Sin embargo, no sólo muchas veces no comprende el daño que causa al pueblo, sino que además carece de los mecanismos y conocimientos necesarios para garantizar el funcionamiento óptimo del sistema público. La salud, la educación y la industria son los pilares que la motosierra de Javier Milei jura destruir.
En este contexto, semanas atrás, desde el gobierno libertario se amenazaba con una fusión entre el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). No obstante, desde ambas instituciones hubo resistencia, bajo el argumento de que, aunque sus siglas se parezcan, nada tiene que ver un instituto con el otro.
Mientras el Gobierno nacional avanza con su plan de "reforma del Estado" a fuerza de decretos, los trabajadores del INTI denuncian un intento de vaciamiento encubierto bajo amenazas de "centralización". En diálogo con BigBang, Claudia Buffi, secretaria adjunta de ATE INTI, descartó dicha fusión pero advirtió que el escenario sigue siendo incierto y preocupante: "La realidad es que no hay mucho para actualizar. Por lo menos recogieron el guante de que era una locura fusionarnos con el INTA, que no teníamos nada que ver. Pero en realidad estamos a la espera de una serie de decretos que teóricamente haría impacto sobre el INTI", señaló.
Aunque por ahora la fusión fue descartada, persiste la amenaza de que el organismo sea absorbido por la administración central, un paso que implicaría desnaturalizar sus funciones y violar el marco legal vigente: "Claramente no tienen ni idea ni ellos qué es lo que quieren hacer. Amenazan con centralizar, pero nosotros somos un organismo descentralizado, creado por ley. Es difícil que lo logren. Y además, el sindicato tiene preparada una estrategia legal", advirtió la dirigente gremial.
En la misma línea, la Junta Interna de ATE compartió un volante donde expresa su rechazo a la posibilidad de que el organismo sea incluido en el SINEP (Sistema Nacional de Empleo Público) de forma unilateral por decreto. "Por este motivo no podrían pasarnos al SINEP", afirman, y subrayan que cualquier cambio estructural debe ser aprobado por el Congreso: "El INTI fue creado por un decreto con fuerza de ley, por lo cual su centralización debe pasar previamente por el Congreso de la Nación", explican desde el sindicato, al tiempo que advierten: "No nos van a pasar por encima sin resistencia organizada".
Desde el gremio también enfatizaron que ya cuentan con una estrategia judicial en caso de que el Ejecutivo avance por decreto: "Tenemos una estrategia judicial delineada para presentarla inmediatamente a la justicia a través de los excelentes abogados que tenemos en ATE, quienes han logrado generar jurisprudencia en los años '90 ganando juicios en la Corte Suprema", remarcan. Finalmente, los trabajadores celebraron los logros obtenidos gracias a la organización gremial en medio de este contexto adverso: mejoras en los viáticos, refrigerios y el pase a planta de trabajadores monotributistas. "Luchar sirve, compañeros, no es momento de paralización", concluyen en el volante.
Respaldo del CCIRR
La Comisión de Industrias del CCIRR, integrada en gran parte por empresas del sector metalúrgico, remitió a las máximas autoridades del INTI su posición respecto de las versiones que circulan sobre una posible reestructuración, que implicaría la pérdida del carácter descentralizado del organismo, el cual tiene presencia en Rafaela con una sede ubicada al norte de la ciudad por la traza de la Ruta 34.
En este contexto, los industriales manifestaron que, si bien se valora la necesidad de revisar y optimizar permanentemente el funcionamiento de los organismos públicos, avanzar en una reforma que implique la pérdida de autonomía de la entidad representaría un serio retroceso institucional, con efectos negativos directos sobre su misión estratégica. Es así que señalaron que, de concretarse esta intención, el Instituto perdería su capacidad real y concreta de "contribuir al desarrollo de la industria a través de la generación y la transferencia de tecnología, la certificación de procesos, productos y personas, y el aseguramiento de la calidad de los bienes y servicios producidos en todo el país".
El intento de desmantelar organismos como el INTI no solo pone en jaque miles de puestos de trabajo, sino que revela la profunda desconexión del gobierno de Javier Milei con las necesidades reales del país. En nombre de una eficiencia mal entendida, se busca arrasar con instituciones clave para el desarrollo tecnológico, la innovación y la soberanía productiva. Atacar la industria nacional es condenar a la Argentina a la dependencia y al atraso, y quienes hoy impulsan estas medidas deberán hacerse responsables de haber debilitado una de las pocas herramientas que aún sostienen la posibilidad de un futuro con desarrollo e inclusión.