La promoción de la vasectomía gratuita como método anticonceptivo para varones, impulsada por el Ministerio de Salud bonaerense, generó un fuego interno entre referentes libertarios tales como Clara Muzzio, vicejefa de Gobierno porteño, Alejandro Álvarez, secretario de Políticas Universitarias del Gobierno nacional y la infaltable repetidora del discurso oficial, la diputada Lilia Lemoine que además hace las veces de cosplayer.
Todo comenzó cuando el gobierno provincial lanzó campañas de difusión en universidades públicas, con el objetivo de ampliar el acceso a métodos anticonceptivos para varones y fomentar la igualdad en las responsabilidades reproductivas. Sin embargo, este avance en derechos sexuales y reproductivos pronto se convirtió en un campo de batalla cultural libertaria.
Muzzio fue una de las primeras en alzar la voz. A través de un extenso hilo en X, cuestionó el programa al que calificó como una "campaña estatal de esterilización voluntaria masculina". Según ella, el enfoque del gobierno bonaerense es irresponsable al no advertir adecuadamente sobre los riesgos de infertilidad permanente asociados con la vasectomía.
Muzzio citó estudios internacionales como Vasectomy and vasectomy reversal: An update del National Institutes of Health, que demuestran que la reversión de este procedimiento pierde efectividad con el tiempo: "Un joven de 28 años que se opera y decide revertir el procedimiento cerca de los 37 —la edad promedio de matrimonio en Argentina— corre un alto riesgo de quedar estéril sin preverlo", alertó.
Pero Muzzio no se detuvo allí: "El gobierno provincial parece tener un objetivo antinatalista que hará crecer la proporción de hombres incapaces de tener hijos", afirmó. Por su parte, Alejandro Álvarez, secretario de Políticas Universitarias del Gobierno nacional, acusó al gobierno bonaerense de "militar la extinción de la humanidad", dejando en claro que el debate no se limita al ámbito sanitario, sino que escala hacia un terreno político e ideológico.
Casi 48 horas después, saltó como leche hervida Lemoine, que no dudó en utilizar un lenguaje más incendiario y menos científico: "Están castrando a los machos literalmente. O se despiertan o somos boleta", escribió en sus redes sociales, avivando aún más la controversia.
Ante las críticas, el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, salió al cruce para defender la campaña y desmentir las acusaciones. En declaraciones a Radio con Vos, Kreplak fue contundente: "Los que trabajamos en salud hacemos exactamente lo contrario: cuidar la vida de las personas".
El ministro planteó tres argumentos centrales para justificar la promoción de la vasectomía gratuita:
- Es un método anticonceptivo más. Kreplak destacó que la vasectomía es solo una opción dentro del abanico de métodos anticonceptivos disponibles: "Históricamente, la mujer fue quien cargó con esa responsabilidad, incluso con tratamientos hormonales de alto impacto. Es momento de equilibrar esa carga", afirmó.
- Es menos invasivo que ligarse las trompas. Según el ministro, las ligaduras tubáricas —una práctica mucho más invasiva— se realizan desde hace décadas sin generar polémica; sobre esto, explicó: "La vasectomía traslada esa carga al varón y es menos riesgosa".
- Forma parte del derecho a la planificación familiar. Kreplak subrayó que la campaña se enmarca en políticas públicas destinadas a evitar embarazos no planificados y a garantizar el acceso a métodos anticonceptivos para todos los géneros: "Es muy útil discutir que los hombres también pongan el cuerpo", dijo contundente.
El ministro Nicolás Kreplak también rechazó las acusaciones de promover una agenda antinatalista: "No estamos militando la extinción de la humanidad. Lo que hacemos es sumar alternativas anticonceptivas, igualar responsabilidades entre géneros y ofrecer información", explicó.