Las fiestas de fin de año, tradicionalmente un período de reuniones familiares y alta circulación aérea, podrían convertirse en un caos anunciado. El gremio que nuclea a los controladores aéreos, ATEPSA, confirmó que a partir del 17 de diciembre iniciará una serie de medidas de fuerza que afectarán de manera progresiva los vuelos nacionales y, de persistir el conflicto, también los internacionales. En un país donde el Gobierno acumula conflictos laborales abiertos, la falta de respuestas vuelve a poner al borde del colapso un servicio esencial. La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación formalizó el anuncio tras una asamblea en EANA Central, donde los trabajadores expresaron su "repudio a la falta de diálogo" y exigieron que la empresa "cumpla los acuerdos que firmó".
El conflicto no es nuevo: las paritarias firmadas hace más de dos meses continúan incumplidas, según denuncian los delegados. "No hay negociación posible cuando EANA se compromete por escrito y luego no cumple", advirtieron. El gremio explicó que la decisión de avanzar con un cese de actividades responde a "meses sin respuestas, salarios por debajo de la inflación y un CCT que la empresa sigue desconociendo". Según ATEPSA, la situación llegó a un límite. El plan de lucha, iniciado el 3 de noviembre, ahora se profundizará tras un "debate extenso entre delegados congresales, de base y trabajadores de todo el país".
Mientras tanto, desde EANA insisten en que el convenio paritario "se encuentra vigente hasta diciembre" y que "no existen atrasos salariales". Sin embargo, el contraste entre esa versión y la denuncia de los trabajadores muestra un conflicto que la gestión actual no logró -o no quiso- desactivar. El impacto potencial es enorme: "a partir del 17 de diciembre se comenzarán a afectar los vuelos nacionales de manera progresiva hasta llegar a la afectación de los vuelos internacionales", advirtió el gremio. En un contexto de alta demanda por las Fiestas, las medidas podrían generar demoras masivas, cancelaciones y reprogramaciones, afectando a miles de pasajeros.
En el Gobierno confían en destrabar la situación en las audiencias convocadas por la Secretaría de Trabajo. "El paro aún no está confirmado", remarcaron desde EANA, en un intento por descomprimir la tensión. Pero en los hechos, el gremio ya trazó su hoja de ruta: en los próximos días realizarán asambleas nacionales y por FIR, donde definirán y comunicarán los horarios y alcances precisos de las medidas de fuerza. Lejos de una solución, el conflicto exhibe la incapacidad oficial de sostener el diálogo y garantizar condiciones laborales mínimas en un sector clave para la conectividad del país. En una industria que arrastra reclamos por inflación, deterioro salarial y precarización, la falta de gestión agrava cada chispa. Y esta, en pleno diciembre, amenaza con convertirse en incendio.