El comienzo de semana llegó con una nueva mala noticia para los usuarios del transporte público del AMBA: desde este lunes, el boleto de colectivos aumentó casi un 10%, en línea con la decisión del Gobierno de Javier Milei de seguir recortando subsidios y trasladando el costo del sistema directamente a los pasajeros. El boleto mínimo pasa a $494,83 para quienes utilizan SUBE registrada, mientras que aquellos que no tengan la tarjeta nominalizada deberán pagar $786,78. La suba alcanza a las 104 líneas de jurisdicción nacional que unen la Ciudad de Buenos Aires con el Conurbano.
Según reveló Clarín, el ministro de Economía, Luis Caputo, venía analizando esta actualización desde que La Libertad Avanza obtuvo un triunfo legislativo "con amplio margen", convencido de que era necesario bajar los subsidios al transporte automotor y profundizar el ajuste del gasto público. Lejos de mostrar sensibilidad frente al deterioro del poder adquisitivo, el Ministerio de Economía avanzó con el incremento apelando a los "procedimientos de participación ciudadana".
En un comunicado, la Secretaría de Transporte aseguró que "con esta medida se busca mantener la sostenibilidad del sistema de transporte público en el marco de la política de ordenamiento del sector". Una definición que sintetiza la lógica del actual Gobierno: el orden fiscal por encima del acceso básico a la movilidad. De esta manera, las tarifas para las líneas nacionales del AMBA quedaron de la siguiente manera:
- 0 a 3 km: $494,83 (sin SUBE: $786,78)
- 3 a 6 km: $551,24 (sin SUBE: $876,47)
- 6 a 12 km: $593,70 (sin SUBE: $943,98)
- 12 a 27 km: $636,21 (sin SUBE: $1.011,57)
- Más de 27 km: $678,42 (sin SUBE: $1.078,69)
Además, la Resolución 77/2025, publicada en el Boletín Oficial, introduce cambios en los servicios interurbanos, donde se aplicará un esquema mixto que suma un cargo fijo de $164,62 y $25,15 por kilómetro, llevando el boleto mínimo general a $651,03. Los servicios expresos también quedan habilitados a aplicar recargos: hasta 25% los tradicionales y hasta 75% los que circulan por autopistas, lo que volverá aún más oneroso el traslado para quienes dependen de esos recorridos.
La Subsecretaría de Transporte Automotor justificó la medida al señalar que el Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires registró una variación acumulada del 9,72% entre mayo y septiembre, cifra que -según el organismo- habilita el incremento tarifario. La estrategia central del Gobierno es desmantelar progresivamente el esquema de subsidios, aun cuando esto implique un golpe directo al bolsillo de trabajadores, jubilados y estudiantes, los principales usuarios del transporte público.
La resolución también instruye a notificar la suba a la CNRT, a Nación Servicios -operadora de SUBE- y a los gobiernos provinciales vinculados al sistema, extendiendo formalmente la maquinaria del ajuste a todas las jurisdicciones involucradas.
El aumento alcanza a las siguientes líneas nacionales: 101, 28, 150, 8, 124, 100, 134, 195, 194, 135, 56, 91, 9, 164, 21, 10, 17, 110, 152, 188, 20, 161, 117, 78, 87, 111, 127, 146, 31, 114, 129, 143, 197, 22, 71, 63, 113, 128, 32, 75, 158, 130, 169, 1, 24, 181, 2, 126, 29, 41, 95, 37, 80, 166, 15, 49, 53, 85, 96, 185, 97, 98, 148, 160, 176, 179, 51, 74, 79, 177, 60, 57, 105, 159, 46, 172, 174, 178, 180, 182, 136, 163, 86, 193, 88, 168, 103, 19, 153, 45, 154, 119, 59, 67, 70, 33, 55, 92, 93, 123, 184, 133, 140, 145. Mientras el Gobierno insiste en su receta de ajuste tarifario y reducción del Estado, la realidad diaria de millones de personas se ve cada vez más condicionada. Con salarios que no acompañan la suba de precios y un transporte que se encarece de manera sistemática, el "ordenamiento del sector" parece traducirse en una movilidad cada vez más inaccesible.