El mundo mira con estupor hacia Ahmedabad, India, donde se produjo una de las tragedias aéreas más devastadoras de la última década. Un avión Boeing 787-8 Dreamliner de Air India, con destino a Londres-Gatwick, se precipitó a poco de despegar, chocó contra un edificio de la Facultad de Medicina en un barrio residencial y estalló en llamas. A bordo, iban 242 personas. Solo una sobrevivió.

Su nombre es Vishwash Kumar Ramesh. Tiene 40 años. Ciudadano británico, nacido en India, residente en Londres desde hace 20 años. Había viajado a Ahmedabad para visitar a su familia. No sabía que aquel sería un viaje que lo marcaría para siempre. O peor: que lo arrancaría, en cuestión de segundos, del lado de su hermano, también a bordo del vuelo, cuya suerte aún no ha sido confirmada. "Pasó todo muy rápido. Cuando me levanté, había cuerpos a mi alrededor. Tenía miedo. Me levanté y corrí. Había restos del avión por todas partes. Alguien me agarró, me metió en una ambulancia y me llevó al hospital", relató Ramesh desde la cama de un hospital, todavía cubierto de vendajes y con la voz temblorosa. "30 segundos después del despegue se escuchó un ruido fuerte y después el avión se estrelló", resaltó.
Él viajaba en el asiento 11A, en clase económica. Esa parte del fuselaje fue severamente dañada, pero no se desintegró por completo como ocurrió con las filas posteriores, donde los cuerpos fueron hallados calcinados. Los rescatistas aún no se explican cómo logró sobrevivir, caminando entre restos humeantes, pedazos de asientos y cuerpos irreconocibles. Mientras tanto, las cifras estremecen: 204 cadáveres recuperados. 41 heridos entre pasajeros y residentes de la zona. Dos bebés. Once niños. 217 adultos. Un barrio destruido. Una ciudad en shock. Y una familia, la del único sobreviviente, que deberá afrontar la paradoja imposible de llorar y agradecer.
Los primeros reportes indican que la aeronave, apenas levantó vuelo desde el aeropuerto Sardar Vallabhbhai Patel, comenzó a perder fuerza y cayó abruptamente. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que la nave desciende fuera de control y termina estrellándose contra las instalaciones universitarias en plena hora del almuerzo. "Es la peor tragedia aérea que hemos vivido en años", afirmó G.S. Malik, jefe de Policía de Ahmedabad. "Aún no tenemos un número final de víctimas. Estamos recolectando restos humanos. A los familiares les pedimos muestras de ADN. No hay otra forma de identificarlos".
Desde el Reino Unido, el gobierno anunció el envío de investigadores para colaborar con la pericia técnica. Entre los fallecidos hay 53 ciudadanos británicos. Los expertos apuntan a una posible falla técnica en el Dreamliner, uno de los modelos más modernos y confiables del mercado. Pero las imágenes, las que no necesitan análisis, son devastadoras: la cola del avión atascada entre los pisos superiores del edificio impactado, columnas de humo negro cubriendo el cielo de Ahmedabad, familiares desesperados aguardando noticias que ya no llegarán. Y en medio de todo, un solo hombre. Un sobreviviente.