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El campo y las redes

Víctor y su perro: la despedida que conmovió al país y destapó un caso de precarización rural

Detrás del dolor, el Ministerio de Trabajo bonaerense detectó graves irregularidades laborales.

02 Julio de 2025 09:31
Víctor y su perro: la despedida que conmovió al país y destapó un caso de precarización rural
Víctor Díaz, con lágrimas en sus ojos, se hizo viral en las últimas horas.

"Dije que no iba a llorar... pero veo a este perro y lloro". La voz de Víctor Díaz, entrecortada por el llanto, se hizo viral en las últimas horas. En un video que recorrió todo el país, se lo ve caminando solo, con su bolso al hombro y la mirada perdida, mientras un perro lo sigue a pocos pasos. El animal no sabe que esa iba a ser la última vez que lo acompañe a trabajar. Creía, como todos los días, que su amigo humano volvería. Pero esta vez no. Víctor es paraguayo, trabaja desde hace más de una década como peón rural en un campo de la localidad bonaerense de San Vicente, y fue despedido sin previo aviso tras once años de trabajo. 

Más que por la pérdida del empleo, lo que lo devastó fue dejar atrás al animal que lo acompañó cada jornada, bajo el sol, la lluvia y la soledad del campo. "Mi buen amigo, lo voy a extrañar un montón, pero tranqui, ya voy a encontrar algo mejor", dice entre lágrimas, mientras el perro lo sigue sin entender. "Me echó mi patrón después de once años. Gracias patrón por aguantarme tanto tiempo, mis estupideces, mis locuras", agrega con una mezcla de dolor e inusual agradecimiento.

En un video grabado por él mismo mientras se alejaba del lugar que fue su hogar y su rutina durante más de una década, sumó:  "Nadie me avisó que me iban a echar". En otro video, Víctor también mostró preocupación por la liquidación que pretendían hacerle. "Ojalá no me caguen, porque me quieren dar por diez años plata que no sirve para nada", afirmó. La repercusión fue inmediata. Miles de personas dejaron mensajes de apoyo, ofrecimientos laborales e incluso ayuda económica. "Llevate al perrito, te va a extrañar", "Pasá un alias, queremos ayudarte", escribieron usuarios en TikTok, donde Víctor cuenta con más de 900 mil seguidores. 

En sus redes, suele compartir su vida como peón: trabajando con ganado, montando a caballo o mostrando el amanecer en el campo. La viralización no solo generó solidaridad: también activó las alarmas. El Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, encabezado por Walter Correa, intervino y realizó una inspección en el establecimiento tras recibir una denuncia formal de la UATRE y del propio Víctor. "La historia de Víctor Díaz conmovió a todo el país. Desde el Ministerio de Trabajo bonaerense inspeccionamos su lugar de trabajo y constatamos graves irregularidades", informaron desde la cartera laboral en un comunicado.

El informe fue lapidario: cables expuestos, falta de entrega de elementos de protección personal, ausencia de condiciones higiénicas adecuadas en el lugar de trabajo y en la vivienda. Además, se intimó a los dueños del campo a regularizar la relación laboral, acreditar el pago correcto de haberes y presentar la documentación correspondiente, dentro de los plazos legales. Aunque aún no recibió su liquidación, y según él mismo relató "todavía no tiene adónde ir", Víctor mantiene su dignidad en alto. "Me voy con la frente en alto, aprendí mucho acá en el campo. Hay que buscar otro trabajo, por ahí si saben de algo...", pidió en uno de sus últimos videos.

En otro, más reciente, relató que fue a retirar la carta de despido, asesorado legalmente tras la ola de apoyo: "Viste cómo tengo que venir a buscarla yo, porque él no me la mandó. Ya vamos a ver qué dice", comentó. La escena se desarrolla entre trámites y tristeza, pero también esperanza. "Cuiden su laburo, voy a extrañar esto también", se lo escucha decir mientras filma los pastos y los animales que dejan de ser parte de su paisaje diario. 

Pero si hay una imagen que caló hondo en el corazón de miles de personas fue la del perro caminando detrás de su amigo humano, sin entender. A veces se detiene. A veces se apura. Pero no lo deja solo. Su mirada es muda, pero dice todo. "Pobrecito, piensa que voy a trabajar todavía", repetía Víctor, quebrado, mientras se alejaba por el camino de tierra. Esa despedida -sin abrazos humanos, sin indemnización justa, sin siquiera un aviso- tuvo en ese perro a su único testigo.

En TikTok, Víctor cuenta con más de 900 mil seguidores.

Hoy, la historia de Víctor no es solo la de un hombre que perdió su trabajo. Es también la de miles de peones rurales invisibilizados, precarizados, vulnerables. Es la historia de un adiós injusto, pero también de una denuncia que ya no podrá silenciarse. La historia de Víctor es, en definitiva, la historia de un país donde aún hay quienes son despedidos con una palmada, sin derechos, sin protección. Pero también es la historia de un hombre que no se rinde. Que entre lágrimas, en la soledad del campo, dice: "Tranquilo, ya voy a encontrar algo mejor". Y camina.