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"Grave momento"

Frío, ajuste y abandono: sin calefacción en plena ola polar, el Garrahan colapsa porque el Gobierno le "soltó la mano"

El personal del Hospital Garrahan volvió a denunciar el vaciamiento de la institución pediátrica más importante del país.

01 Julio de 2025 10:00
Frío, ajuste y abandono: sin calefacción en plena ola polar, el Garrahan colapsa porque el Gobierno le "soltó la mano"
Hospital Garrahan

Mientras el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) registra temperaturas bajo cero y el país se encuentra bajo alerta por frío extremo, en el Hospital Garrahan -el centro de salud pediátrico más importante de Argentina y de referencia en Latinoamérica- los niños esperan atención médica sin calefacción. En el sector ambulatorio del hospital, el personal denunció que la falta de mantenimiento dejó sin sistema de calefacción a una parte clave del edificio, en medio del crudo invierno y con el silencio ensordecedor del Gobierno como telón de fondo. "Las enfermeras, además de pensar en el confort de los chicos, tuvieron que avisar a los familiares. Desde el año pasado venimos denunciando el vaciamiento del hospital", expresó Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan.

El relato es desgarrador. Lezana advirtió en diálogo con C5N que "los niños y el tipo de patologías que atendemos no dan margen para ningún ajuste", pero que el Gobierno nacional, al igual que las autoridades del hospital, está ausente. "Este lunes hubo una audiencia en la Secretaría de Trabajo y otra vez no se presentaron. El diálogo está cortado para situaciones que requieren una respuesta rápida", denunció. 

"El Gobierno nos soltó la mano". Con esas palabras, Lezana sintetizó el sentimiento generalizado entre los trabajadores del hospital, quienes acusan una grave desconexión entre la conducción política y la urgencia sanitaria. "Las autoridades agreden al equipo de salud. Por la estructura edilicia del hospital se requiere mantenimiento constante, pero la dirección está completamente desconectada de los problemas cotidianos", subrayó.

La situación es límite. Este martes, el jefe del Servicio Oncológico, Dr. Pedro Zubizarreta, leerá una carta pública en la entrada del hospital donde detallará "el grave momento que atravesamos", y pedirá "el acompañamiento de los legisladores y de la sociedad" para aprobar la Ley de Emergencia para la Salud Infantil, que será tratada este miércoles 2 de julio en la Cámara de Diputados.

Leerán públicamente una carta que describe "el grave momento" que atraviesa el Hospital

En paralelo, desde el hospital se prepara una marcha federal multisectorial a Plaza de Mayo para el 17 de julio, impulsada por trabajadores, sindicatos y familias de pacientes. "No vamos a abandonar esta pelea que damos junto a muchas familias", sostuvo Lezana. Desde el año pasado, la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) reclama una recomposición salarial del 100% y un sueldo mínimo equivalente a la canasta familiar, hoy estimada en $1.800.000

El reclamo abarca a todo el personal, desde médicos hasta becarios, pasando por contratados, residentes y técnicos. Sin embargo, la respuesta oficial ha sido el silencio, la indiferencia y la falta de interlocutores válidos. "Cuando salimos a reclamar, lo que recibimos del Gobierno es un discurso de mucho odio que no tiene nada que ver con la realidad. Ese discurso ya está desgastado. No se puede dialogar con un Gobierno violento que ni siquiera recorre el hospital", denunció Lezana.

Médicos y médicas del Garrahan en pie de lucha

El miércoles, además del proyecto que declara al Garrahan como hospital nacional de referencia, se debatirá en el Congreso la emergencia sanitaria en salud pediátrica y residencias médicas, junto a otras leyes vinculadas a educación, financiamiento universitario y hasta un cambio de huso horario. Mientras tanto, en el icónico hospital, los niños enfermos tiemblan de frío y el personal de salud resiste con lo que puede: su vocación, su dignidad y su compromiso con la vida. La calefacción no funciona. El presupuesto no alcanza. El Garrahan se congela, y con él, la salud pública de un país que parece haberle dado la espalda.