En medio de los conflictos en Medio Oriente, Israel bombardeó la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, la única iglesia católica del enclave palestino. El ataque dejó al menos cuatro muertos y siete heridos, entre ellos su párroco, el argentino Gabriel Romanelli.
"Ataque a la parroquia latina de la Sagrada Familia en Gaza. Dos muertos y seis heridos, dos de ellos graves", había informado inicialmente el Patriarca Latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, a la agencia de la Conferencia Episcopal italiana (SIR).
Desde el inicio de la guerra, hace más de un año y medio, esta parroquia se convirtió en refugio para cientos de personas afectadas por la violencia. Sin distinción de credos, allí convivían cristianos y musulmanes. En el momento del bombardeo, se encontraban entre 500 y 600 personas en el lugar.
La historia completa de Romanelli
Gabriel Romanelli, de 54 años y oriundo del barrio porteño de Villa Luro, pertenece al Instituto del Verbo Encarnado (IVE), una congregación argentina con presencia en varios países de Medio Oriente. Desde hace más de 28 años vive en la región, con experiencias previas en Egipto y Jordania antes de llegar a Gaza.
Además de su labor pastoral, Romanelli impulsó numerosas iniciativas sociales y educativas dentro de la comunidad cristiana en Gaza. En un contexto marcado por el desempleo y la pobreza, la parroquia implementó programas de formación profesional y asistencia a las familias más vulnerables. También gestionan tres escuelas católicas que brindan educación a cientos de niños, muchos de ellos musulmanes.
Romanelli se transformó en un puente directo entre la Iglesia y los afectados por el conflicto. En múltiples entrevistas describió la situación crítica en la Franja: "Acá no hay casa donde no se llore un muerto. Ni un día más de guerra va a ayudar a nada". También denunció la falta de alimentos y la precariedad con la que sobreviven los habitantes.
Mientras su salud se lo permitió, el Papa Francisco llamaba todos los días a las 19 horas a la parroquia para hablar con su compatriota y conocer de primera mano la situación de los fieles y de la población civil en general.
Reacciona el Vaticano
Ante el ataque, el Papa XVI —a través de un telegrama firmado por el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin— expresó su "profunda tristeza" y reiteró su llamado a un alto el fuego inmediato en Gaza: "Su Santidad reitera su llamamiento a un cese inmediato de la violencia, y expresa su profunda esperanza de diálogo, reconciliación y paz permanente en la región", señala el comunicado.