Nicolás Rotelli, un joven juninense de 32 años, se encuentra internado en terapia intensiva, con respiración mecánica asistida y un diagnóstico que estremece: fractura de base de cráneo y edema cerebral. La madrugada del domingo, un gesto solidario lo llevó hasta el Hospital Interzonal General de Agudos Abraham Piñeyro. Quería saber cómo se encontraba un amigo que había sido derivado de urgencia. Nunca imaginó que ese acto de empatía terminaría en una pesadilla.
Según la reconstrucción judicial, mientras aguardaba en el hospital, fue abordado de forma intempestiva por un grupo de personas. De acuerdo con las fuentes del caso, sin mediar palabra, sin discusión previa ni provocación, uno de ellos le asestó un golpe de puño que lo hizo desplomarse al suelo. El impacto fue tan violento que su cabeza golpeó contra el piso, provocándole una lesión cerebral gravísima. La pronta asistencia médica fue clave para mantenerlo con vida.

Desde entonces, Nicolás permanece en estado crítico, mientras su familia y seres queridos se aferran a la fe. La víctima es hermano de Luisina Rotelli, actual pareja de Rodrigo Noya. A través de sus redes sociales, la joven pidió cadenas de oración por su hermano y compartió una imagen de San Expedito. "Les pedimos unirnos en una cadena de oración por Nicolás Rotelli, quien se encuentra atravesando un momento muy delicado de salud. Que nuestras oraciones se eleven con fuerza y fe para pedir por su recuperación, su paz, y la fortaleza de sus seres queridos. Dios misericordioso, te pedimos que pongas tus manos sanadoras sobre Nicolás", compartió.
E imploró a través de sus historias de Instagram: "Acompañalo con tu amor, sostenelo en su dolor y dale la posibilidad de salir adelante. Te rogamos, Señor". El entorno de Nicolás espera en vela, mientras las horas se vuelven eternas. Su hermana, visiblemente conmovida, había compartido meses atrás un mensaje de amor dirigido a su pareja, Rodrigo Noya, donde lo describía como un hombre humilde, empático y profundamente humano. Hoy, el foco de sus palabras es su hermano: un hombre joven, solidario, que se acercó al hospital no por necesidad propia, sino para acompañar. Y terminó víctima de una violencia absurda, sin justificación posible.
De acuerdo a distintos medios locales, como J24 y Diario Junín, la causa está en manos de la fiscal Fernanda Sánchez, quien en pocas horas logró avances significativos. Cuatro personas fueron aprehendidas ese mismo domingo: tres hombres y una mujer. Según confirmaron fuentes judiciales, uno de ellos habría confesado ser el autor del golpe que dejó a Rotelli al borde de la muerte. Inicialmente caratulada como "lesiones en riña", la causa fue rápidamente recalificada: ahora los imputados enfrentan cargos por homicidio en grado de tentativa. La fiscal solicitó la conversión de la aprehensión en detención formal, lo que, de ser aprobado por el Juzgado de Garantías, dejaría a los sospechosos privados de libertad mientras avanza la Investigación Penal Preparatoria. El plazo inicial es de 15 días, prorrogables por 15 más.
Todos los imputados cuentan con defensor oficial y ya prestaron declaración. La fiscalía también trabaja con imágenes de cámaras de seguridad para terminar de reconstruir el ataque, que según todos los testimonios, fue inexplicable e injustificable. Mientras la Justicia avanza y la familia espera, Junín se estremece. No fue un hecho de inseguridad al azar, ni un enfrentamiento entre bandas, ni una discusión que escaló. Fue un golpe seco, brutal, irracional. A un hombre que estaba ahí para acompañar a otro. En medio de una guardia hospitalaria. En plena madrugada. En la sala de espera, entre el olor a desinfectante y la frialdad de los pasillos médicos, los amigos de Nicolás rezan. Su hermana, su madre, sus seres queridos no entienden, pero insisten. Le hablan al cuerpo dormido, al corazón que aún late, a la posibilidad de un milagro.