En un mundo donde las redes sociales dominan la comunicación pública y las emociones se convierten en el principal motor de las narrativas políticas, la desinformación deja de ser un fenómeno local para transformarse en una estrategia global y esto lo saben bien los gobierno de ultraderecha que durante estos años dejaron las huellas marcadas en las redes sociales con intentos de desestabilización de las democracias en América Latina que se convierte en un laboratorio perfecto para la manipulación digital.
El caso más reciente es el de la marcha de la llamada "Generación Z" contra el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum en México. Aunque presentada como una movilización espontánea de jóvenes inconformes, la evidencia apunta a una operación cuidadosamente diseñada desde otros países, con epicentros en Buenos Aires, Rosario, Miami y Madrid.
Sin embargo, detrás de esta protesta se encuentra un entramado transnacional que combina intereses empresariales, think tanks conservadores y estrategias digitales de manipulación emocional. Dos nombres destacan en esta maquinaria: Fernando Cerimedo y Agustín Antonetti, ambos operadores argentinos y vinculados al conglomerado ultraliberal Atlas Network, piezas clave para la difusión de fake news en América Latina.
Cerimedo es conocido por su experiencia en campañas digitales basadas en bots y redes de trolls y, aunque su historial ya es conocido en Argentina por sus vinculaciones con Javier Milei y por ser el fundador de La Derecha Diario, también es reconocido por campaña presidencial de Jair Bolsonaro en Brasil en 2018, donde utilizó WhatsApp para distorsionar encuestas y promover mensajes polarizantes.
Más recientemente, amplificó desde Argentina la narrativa del "fraude electoral" tras la derrota de Bolsonaro en 2022, contribuyendo a los ataques al Congreso brasileño. En Chile, su firma Numen participó activamente en campañas contra el plebiscito constitucional, difundiendo encuestas falsas y mensajes alarmistas.
Por su parte, Antonetti, vinculado a la Fundación Libertad, actúa como coordinador de campañas contra gobiernos progresistas en toda la región. Desde su puesto en el proyecto Latin America Watch, dirige mensajes mediáticos para atacar a gobiernos como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Ahora, en México juega un rol crucial amplificando mensajes contra el gobierno de la Cuarta Transformación.
Mientras tanto, en México, el empresario Ricardo Salinas Pliego emerge como un actor central en esta red transnacional ya que es conocido por su activismo digital contra el gobierno de Sheinbaum. Aquí es donde entra a jugar su primo, Roberto Salinas León que lidera Atlas Network México, una organización que promueve agendas neoliberales y colabora con actores internacionales como Javier Negre, fundador del medio español EDATVNews.
La Conservative Political Action Conference (CPAC), celebrada en Argentina en diciembre de 2024, fue un espacio clave para consolidar estas alianzas. Este evento reunió a figuras de la ultraderecha global, incluyendo a Negre y al mexicano Eduardo Verástegui, aspirante presidencial con respaldo del trumpismo. Más que un foro ideológico, la CPAC funcionó como un espacio de coordinación política y empresarial que ahora impulsa campañas coordinadas en varios países latinoamericanos.
Uno de los resultados más visibles de esta colaboración fue el lanzamiento de La Derecha Diario México, una extensión del portal fundado por el poco angelical Cerimedo. En cuestión de semanas, este medio se convirtió en una plataforma clave para legitimar las consignas opositoras y amplificar mensajes diseñados para polarizar y, ¡oh casualidad! la supuesta organización de la Generación Z "salió" a las calles.
En el núcleo de esta maquinaria se encuentra Atlas Network, una red global de think tanks ultraliberales con sede en Estados Unidos. Con filiales en América Latina como la Fundación Libertad (Argentina), Relial (México) y la Fundación para el Progreso (Chile), Atlas Network busca promover políticas económicas neoliberales mientras desestabiliza gobiernos progresistas.
El modelo operativo de Atlas Network es claro: financiar y coordinar campañas digitales que apelan a emociones como el miedo y el enojo para erosionar la confianza en los gobiernos democráticamente electos. En este contexto, figuras como Antonetti actúan como operadores clave, replicando narrativas desde Buenos Aires hasta Ciudad de México.
La marcha del 15 de noviembre de 2025 en México es un ejemplo perfecto del modus operandi de esta red porque fue presentada como una protesta ciudadana impulsada por jóvenes enojados con el gobierno pero en fue en realidad una campaña digital profesional diseñada desde varios países con núcleos de ultraderecha. Mensajes cuidadosamente elaborados por Fernando Cerimedo y Antonetti fueron viralizados en redes sociales y amplificados por La Derecha Diario México.