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Política
Inteligencia en disputa

Crisis, desplazamientos y un sistema en tensión: la salida de Neiffert y la guerra interna por el control de la SIDE

El organismo se convirtió en un campo de batalla entre Santiago Caputo y Karina Milei.

03 Diciembre de 2025 08:38
Sergio Neiffert

A pocos minutos de la madrugada del miércoles, el Gobierno nacional confirmó lo que ya se respiraba en los pasillos oficiales: el desplazamiento del titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), Sergio Neiffert, y su reemplazo por Cristian Auguadra. La noticia llegó envuelta en un comunicado prolijo, repleto de promesas de modernización, validaciones parlamentarias y objetivos "a la altura de los desafíos contemporáneos", pero detrás de esa puesta en escena institucional se oculta una interna que hace semanas corroe al sistema de inteligencia y que hoy estalla a la vista.

Sergio Neiffert

Según informó la Vocería Presidencial, la SIDE "ha concluido la primera etapa del proceso de reestructuración del Sistema de Inteligencia Nacional", fase que estuvo "encabezada por el Sr. Sergio Neiffer" y que permitió "ordenar los procesos internos, auditar y transparentar la estructura organizacional, optimizar y actualizar los estándares operativos, sentando las bases de un organismo más eficiente y profesional". Con esa formalidad quedó sellado su final. 

Minutos después, el Boletín Oficial oficializó lo que el comunicado había maquillado: por medio del Decreto 852/2025, Javier Milei y Manuel Adorni dispusieron el cese de los servicios de Neiffert y designaron a Cristian Ezequiel Auguadra como nuevo secretario de Inteligencia. "Desígnase en el cargo de Secretario de Inteligencia de Estado de la Presidencia de la Nación al contador público Cristian Ezequiel Auguadra", establece el artículo tercero. 

Antes, aceptan su renuncia como Inspector General de la División de Asuntos Internos. El Gobierno asegura que la llegada de Auguadra permitirá "profundizar la modernización técnica y operativa del organismo, consolidar mecanismos de control y planificación estratégica, y avanzar hacia un modelo de inteligencia ágil, integrado y moderno". La Secretaría, incluso, reafirmó su "compromiso con la excelencia operativa, la cooperación internacional, la profesionalización del personal y la defensa de los intereses esenciales de la República".

Pero esa narrativa institucional choca con una realidad marcada por choques de poder, desplazamientos abruptos y un clima de desconfianza que crece al ritmo de las ampliaciones presupuestarias. La salida de Neiffert se da, justamente, luego de que el Gobierno ampliara -por tercera vez en poco más de un año- el presupuesto de la SIDE a través de una decisión administrativa que sumó otros $26.117 millones al organismo, sin debate público y sin control legislativo.

El comunicado de Vocería presidencial

Lo que el comunicado calla es que la SIDE atraviesa desde hace semanas una guerra feroz entre el asesor presidencial Santiago Caputo -impulsor original de Neiffert- y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, cuyo poder se expandió después del triunfo electoral del 26 de octubre. El quiebre entre Neiffert y Caputo llegó a niveles insólitos. Según reveló Diario.ar, el titular de la SIDE habría enfrentado en su casa, y en calzoncillos, al subsecretario administrativo José Lago Rodríguez, enviado con un mensaje directo del universo Caputo: debía dejar su cargo. La discusión terminó en un estallido de gritos y un portazo. Desde el entorno del asesor lo negaron ("Nada de eso es cierto"), pero otras fuentes del Gobierno confirmaron el incidente e incluso hablaron de supuestos videos del enfrentamiento.

La escena, grotesca y simbólica, selló un desenlace inevitable. En la Casa Rosada admiten que "a Sergio se le viene reprochando una gestión débil". Y agregan: "Ante tantos problemas internos, puede que se haya recostado en Karina". Error fatal. Karina Milei frenó el ascenso de Caputo como posible "superministro del Interior", intervino en designaciones clave y amplió su control sobre áreas sensibles. En ese reacomodamiento de poder, Neiffert quedó atrapado entre dos mundos en conflicto. Las tensiones también involucraron a Cristian Auguadra -ahora flamante secretario-, responsable de Auditoría y otro hombre del círculo de Caputo. 

Las relaciones estaban completamente erosionadas. El Gobierno insiste en presentar esta salida como un paso más en la modernización del sistema de inteligencia. La reestructuración, iniciada en julio de 2024 tras la disolución de la AFI, reorganizó el sistema en torno a la recuperada SIDE y creó cuatro nuevos organismos: el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) y la División de Asuntos Internos (DAI). A su vez, la SIDE asumió el control presupuestario y operativo de la DNIC y la DNIEM.

La narrativa oficial se apoya en la promesa de dejar atrás décadas de "espionaje interno", "tráfico de influencias" y "persecución política e ideológica", tal como argumentó el Gobierno en su intervención de diciembre de 2023. Pero la nueva conducción apenas podría esconder el hecho de que el organismo opera hoy sumido en sospechas cruzadas, luchas internas y un creciente hermetismo. Designado el 7 de junio de 2024, Neiffert había logrado montar una estructura basada en cuatro agencias y ubicar al frente del SIA a Alejandro Walter Colombo; en Ciberseguridad, a Ariel Waissbein; y en Seguridad Nacional, a Alejandro Cecati. 

Santiago Caputo

Pero su gestión terminó devorada por una interna que lo excedía: Caputo lo acusaba de excesiva autonomía; Karina lo protegía mientras afirmaba su poder. El "Señor 5" quedó solo, sin respaldo y con su nombre resonando desde hace semanas entre los posibles desplazados. Ni siquiera su acercamiento a Karina lo salvó; al contrario, lo condenó. La salida de Neiffert y la llegada de Auguadra no traen certezas, sino interrogantes: ¿se ordena el sistema o se profundiza la guerra subterránea por el control de la inteligencia? ¿Se moderniza la SIDE o se acomoda a las necesidades del poder de turno? ¿Se busca profesionalización o se ajustan cuentas internas?