La renuncia de Cristian Larsen al frente de la Administración de Parques Nacionales no sorprende a nadie. Su gestión, marcada por ajustes presupuestarios, desregulaciones polémicas y una serie de escándalos políticos, deja un legado de controversias y denuncias que difícilmente podrá ser borrado con la carta de renuncia que él mismo publicó en sus redes sociales... El funcionario libertario optó por un discurso autocomplaciente, lleno de eufemismos y omisiones.
En su carta, Larsen afirmó que "recuperó la soberanía y el orden"de las áreas protegidas, celebrando lo que él considera "resultados concretos". Sin embargo, esta supuesta recuperación se tradujo en desfinanciamiento, represión y desalojo de comunidades originarias, así como en una gestión deficiente frente a los incendios forestales que arrasaron con miles de hectáreas.
Uno de los puntos más criticados de su gestión fue la desregulación en el sector turístico. Con el pretexto de "incentivar la libertad", lo que hizo Larsen fue flexibilizar los requisitos para obtener permisos como guía oficial en parques nacionales y permitió que empresas ofrecieran excursiones sin guías especializados, lo que terminó con una fuerte reacción de rechazo por parte de los trabajadores del sector, que denunciaron que las medidas pusieron en riesgo tanto la calidad del turismo como la seguridad de los visitantes.
Rocío Gómez, presidenta de la Asociación de Guías de Turismo de Santa Cruz (Aguisac), resumió el malestar del sector: "La fundamentación tiene que ver con las nuevas políticas del gobierno de incentivar la libertad, eso fue lo que nos respondió a nosotros el presidente de Parques Nacionales". Pero detrás del discurso libertario, lo que se esconde es una clara intención de desregular para beneficiar a intereses privados, dejando a los trabajadores y a las áreas protegidas en situación de vulnerabilidad.
El manejo de los incendios forestales durante su administración fue otro punto deficiente en la gestión de Larsen. Mientras el fuego consumía hectáreas en el Parque Nacional Nahuel Huapi, el entonces funcionario viajaba en un avión hidrante destinado a combatir las llamas para asistir a un almuerzo exclusivo en un hotel con vista al lago. ¿Cuánto salió el chistecito?: 339 mil pesos y chirolas.
Como si hubiera vivido en otra Argentina, en su carta Larsen se jacta de haber "abordado con firmeza" la problemática de los incendios forestales, pero omite mencionar los recortes presupuestarios que afectaron directamente las campañas nacionales contra el fuego.
Quizás uno de los aspectos más repudiables de la gestión de Larsen fue su política hacia las comunidades originarias. Amparado en un discurso sobre "respeto a la ley y defensa de la propiedad privada", lideró desalojos compulsivos, represión violenta y causas judiciales contra familias de personas originarias que reclamaban sus derechos sobre territorios ancestrales. Un caso emblemático fue la expulsión en enero pasado de una comunidad del Parque Nacional Los Alerces, un acto que Larsen describió como una victoria contra "usurpaciones ilegales que pretendían fragmentar la integridad territorial de la Nación". Larsen deja en claro cuál fue su verdadera prioridad: proteger intereses privados por encima de los derechos humanos y el respeto por la diversidad cultural.
La carta de renuncia presentada por Larsen es un ejercicio descarado de autoelogio. Afirma que deja el cargo "con el orgullo del deber cumplido" y con la intención de "seguir aportando a las ideas de la libertad desde otro lugar". Sin embargo, no explica por qué decide abandonar un puesto desde el cual supuestamente logró tantos éxitos. Tampoco menciona las múltiples críticas y denuncias que enfrentó durante su gestión.
Cristian Larsen deja detrás de su administración las consecuencias del ajuste, la desregulación y el conflicto social. Su renuncia no es más que un intento por escapar del peso de las críticas y las denuncias que se acumulan en su contra pero, al parecer, no puede reconocerlo.
La carta de renuncia completa
De mi mayor consideración:
Por la presente, y con el más alto respeto, me dirijo a fin de presentar mi renuncia indeclinable al cargo de Presidente de la Administración de Parques Nacionales a partir del 31 de mayo del presente. Esta decisión obedece a mi firme convicción de continuar aportando a las ideas de la libertad desde otro lugar.
Durante esta gestión, nos propusimos recuperar la soberanía y el orden en nuestras áreas protegidas, y lo hemos logrado con determinación y resultados concretos. Implementamos una auditoría exhaustiva que reveló irregularidades y desidia en la administración kirchnerista, permitiéndonos tomar medidas correctivas inmediatas. Enfrentamos y desarticulamos las usurpaciones ¡legales que, bajo falsas reivindicaciones,
pretendían fragmentar la integridad territorial de la Nación.
Gracias a acciones judiciales y operativos coordinados con otras áreas de gobierno, recuperamos terrenos clave como la seccional El Maitenal en el Parque Nacional Los Alerces y obtuvimos sentencias condenatorias por las tomas de Villa Mascardi, reafirmando el compromiso con el respeto a la ley y la defensa de la propiedad privada.
Asimismo, abordamos con firmeza la problemática de los incendios forestales, identificando de forma inmediata el modus operandi de los golpistas del fuego y actuando con celeridad para proteger nuestros bosques y ecosistemas, logrando la detención de responsables y fortaleciendo la seguridad en las áreas afectadas.
En el ámbito del turismo sostenible, promovimos la desregulación y simplificación normativa para incentivar inversiones privadas responsables, mejorando la infraestructura turística y generando empleo en las comunidades locales. Estas acciones se enmarcaron en las
ideas de reconstruir la Argentina sobre los pilares de la libertad, el orden y la justicia.
Revertimos la ecuación en materia de conservación, transformando a Parques Nacionales en un organismo que para proteger, hace: restauración de ecosistemas dañados o amenazados, planes de reforestación post incendios, proyectos de reintroducción sin precedentes en Latinoamérica. Custodiamos de forma incansable a nuestros monumentos
naturales, devolviendo el yaguareté a Corrientes y ampliando la población en Chaco.
Me despido con el privilegio de haber trabajado en este organismo, el orgullo del deber cumplido y la certeza de que seguiré acompañando, desde el lugar que me toque, la
reconstrucción de nuestra Patria en una Nación libre, respetada y con instituciones a la altura del desafío histórico que enfrentamos.
Agradezco al Presidente Javier Milei por la confianza depositada en este período.
Cristian Larsen.