El 15 de octubre, el mundo conmemora el Día Internacional de las Mujeres Rurales, una fecha que en Argentina adquiere un significado especial por el contexto político y social actual que desfinancia las principales políticas públicas para las identidades feminizadas en manos del gobierno de Javer Milei. Este día se reivindica el rol esencial de las mujeres en el ámbito rural y visibiliza sus luchas históricas por el reconocimiento de derechos, la soberanía alimentaria y la justicia social.
En este contexto, BigBang dialogó con Pamela Mackey, técnica del Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI), quien compartió su análisis sobre los desafíos y las vulnerabilidades que enfrentan las mujeres rurales en un escenario político marcado por el ajuste económico y el desmantelamiento de políticas públicas.
Para Mackey, reivindicar las identidades de las mujeres rurales es clave y explica que el Día de la Mujer Rural antecede al Día de la Soberanía Alimentaria y claro, esto no es casualidad: "Cuando hablamos de soberanía alimentaria, hablamos del derecho que tenemos los pueblos a decidir qué producir, qué comer y cómo hacerlo. En este sentido, las mujeres rurales han sido históricamente guardianas de los saberes sobre la producción de alimentos, el resguardo de semillas y la garantía de alimentos sanos y diversos. Sin embargo, apenas el 20% de las mujeres campesinas son titulares de tierras, a pesar de ser ellas quienes más trabajan y habitan estos territorios", señaló.
La desigualdad en la titularidad de tierras tampoco es casual, sino el resultado de un sistema patriarcal que relega a las mujeres rurales a roles secundarios, invisibilizando su aporte esencial a la economía y la sostenibilidad ambiental. Mackey enfatizó que, aunque las mujeres rurales garantizan el derecho al alimento desde sus huertas y crianzas, su trabajo sigue siendo subestimado y precarizado.
Por otro lado, el avance del extractivismo y la implementación de políticas como el Registro de Inmuebles de Gestión Integral (RIGI) bajo el gobierno de La Libertad Avanza representan una amenaza directa para las comunidades rurales: "Donde hay familias campesinas, hay monte y vida. Por eso molestan tanto. Este gobierno tiene un proyecto basado en el extractivismo, regalando nuestros bienes comunes a empresas extranjeras como Mekorot, que ya está apropiándose del agua en varias provincias. Las comunidades campesinas e indígenas son quienes enfrentan cuerpo a cuerpo este modelo extractivista y depredador", explicó Mackey.
La técnica del INAFCI alertó sobre la connivencia entre el gobierno nacional y corporaciones internacionales que buscan explotar los recursos naturales sin importar las consecuencias para las comunidades locales. En este contexto, las mujeres rurales desempeñan un papel crucial como defensoras del territorio, pero también se enfrentan a una violencia estructural que busca silenciar sus resistencias.
Las políticas económicas impulsadas por Milei y sus lúgubres funcionarios, que enarbolan orgullosamente su "plan de la motosierra", profundizan las desigualdades de género en el ámbito rural: "Cuando hablamos de mujeres rurales, es inevitable pensar en la interseccionalidad. Estamos viendo un avance patriarcal que se traduce en femicidios en aumento, pero también en la concentración de la riqueza en manos de unos pocos varones empresarios. Los derechos de las mujeres campesinas están siendo absolutamente vulnerados", afirmó Mackey.
Uno de los ejemplos más claros del impacto negativo de estas políticas fue el cierre del INAFCI, una institución que durante décadas brindó apoyo técnico y financiero a familias campesinas: "El INAFCI nació como un programa para aliviar la pobreza rural en los años 90. En 2022 se le dio autonomía con la esperanza de garantizar un presupuesto propio, pero cuando asumió este gobierno fue uno de los primeros organismos nacionales en ser desmantelados. Despidieron a 900 trabajadores, en su mayoría técnicos que hacían trabajo territorial interdisciplinario", recordó Mackey.
El cierre del INAFCI no solo dejó sin empleo a alrededor de 1000 de profesionales, sino que también rompió el vínculo entre los técnicos y las comunidades rurales, afectando directamente a las mujeres campesinas que dependían de estos programas para acceder a financiamiento, formación y acompañamiento frente a situaciones de violencia o precariedad.
A pesar del desmantelamiento institucional y los recortes presupuestarios, Mackey destacó los avances logrados gracias al impacto del movimiento feminista en las políticas públicas: "En los últimos años se implementaron líneas de financiamiento que vinculaban la producción con la lucha contra la violencia de género. Por primera vez se pensaron refugios productivos para mujeres en situación de violencia. Esto demuestra cómo el feminismo logró permear incluso en ámbitos históricamente relegados como el rural", subrayó.
Sin embargo, advirtió que la pérdida de estas políticas públicas representa un retroceso significativo para las mujeres rurales: "Cuando hablás con una mujer campesina no solo hablás sobre si la planta crece o no; hablás sobre violencia, Educación Sexual Integral, acceso a caminos o centros de salud cerrados. La complejidad de sus vidas requiere un abordaje integral que hoy está desapareciendo junto con los técnicos despedidos", lamentó.
El ajuste económico actual tendrá consecuencias profundas para las comunidades rurales, aunque aún no se han medido en toda su magnitud. Sin embargo, Mackey rescató la importancia de los vínculos humanos construidos entre técnicos y campesinas a lo largo de los años: "A pesar del desmantelamiento institucional, esos vínculos permanecen. Las campesinas saben que estamos ahí, aunque hoy no podamos garantizar nuestra presencia continua debido a los recortes", reflexionó.
Reconocer el Día Internacional de las Mujeres Rurales es fundamental para reivindicar a las verdaderas guardianas de la tierra, el agua y las semillas que viven por estos días un proceso de aislamiento por la decisión política de un gobierno nacional que prioriza el equilibrio fiscal por sobre la vida de los pero sobre todo de las argentinas.