El Gobierno de Javier Milei volvió a esquivar el control político del Congreso. Los ministros Luis Caputo, de Economía, y Mario Lugones, de Salud, junto con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, confirmaron que no asistirán este miércoles a la Cámara de Diputados, donde debían ser interpelados por el cuerpo legislativo. La ausencia fue comunicada por nota oficial. La oposición había impulsado dos sesiones: una a las 12, para que Caputo explicara el estado de las negociaciones con el Tesoro de Estados Unidos en torno a un supuesto salvataje financiero; y otra a las 14, para interpelar a Lugones y Karina Milei por los audios del ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, que revelaban presuntas coimas pagadas por laboratorios a funcionarios del Gobierno.
En la última sesión, el pedido de interpelación a Caputo había sido aprobado con 131 votos afirmativos, 70 negativos y una abstención. El autor del proyecto, el diputado Itai Hagman (Unión por la Patria), sostuvo que el ministro debía "frenar la entrega de la gestión del país a funcionarios de organismos y de una potencia extranjera". Y agregó de forma contundente: "No sabemos qué están negociando ni a cambio de qué. Es imprescindible que el ministro Caputo, después de 22 meses de estar al frente de la cartera económica, venga a esta Cámara a ser interpelado por este cuerpo".
El reclamo se enmarca en un contexto de creciente opacidad dentro del oficialismo. Caputo no solo evitó asistir en esta oportunidad, sino que ya había faltado en abril, cuando fue citado por la "mega estafa de la criptomoneda Libra", y tampoco cumplió con la tradición de presentar personalmente el Presupuesto, ni en 2024 ni este año. El ministro se ampara en la falta de sanciones concretas contra los funcionarios que desoyen las convocatorias del Congreso, un vacío institucional que el gobierno de Milei ha sabido aprovechar. En el caso de Karina Milei, el oficialismo intenta justificar su ausencia argumentando que "no corresponde su interpelación porque no es ministra".
Sin embargo, la oposición retruca que, como secretaria general de la Presidencia, posee rango ministerial. El trasfondo es un escándalo que involucra la compra de medicamentos para personas con discapacidad y supuestos sobornos de laboratorios, revelados en los audios atribuidos a Spagnuolo, que sacudieron la estructura del Ministerio de Salud. Aun cuando la oposición lograra reunir el quórum de 129 diputados -algo incierto en medio de la campaña electoral y las divisiones entre sectores dialoguistas-, la ausencia de los tres funcionarios vuelve inútil cualquier intento de interpelación. "La sesión no podría cumplir su propósito", admitieron fuentes parlamentarias, en una muestra del bloqueo institucional que atraviesa el Congreso desde la llegada de Milei al poder.
La historia se repite: Caputo, Lugones y Karina Milei se suman a la larga lista de funcionarios libertarios que ignoran la obligación constitucional de rendir cuentas ante el Parlamento. Mientras tanto, la Comisión de Juicio Político sigue paralizada -sin presidente desde abril del año pasado, luego de que Martín Menem desconociera el acta que designaba a Marcela Pagano-, lo que impide cualquier sanción efectiva por "mal desempeño de funciones". En paralelo, la oposición logró dictaminar en comisión la interpelación al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por negarse a aplicar la ley de emergencia en discapacidad. El proyecto prevé que, al término de la interpelación, se vote una moción de censura. Pero un dictamen alternativo, firmado por sectores "dialoguistas", eliminó esa posibilidad, disipando cualquier chance de remoción.