El presidente Javier Milei, casi como si viviera en otro país, emitió un vivo en su cuenta de Instagram, en el cual expuso parte de los preparativos del acto en el Movistar Arena en el cual cantará, acompañado por "La banda del presidente" de los Benegas Lynch. Allí la mostró a Lilia Lemoine junto a otra libertaria con una canción de cancha adaptada al partido que lidera -muy ridícula- y actuó como si no hubieran pasado ni 24 horas de que le aceptó la renuncia a José Luis Espert, quien se bajó de su candidatura porque se comprobó que recibió 200 mil dólares de Fred Machado, el empresario procesado por narcotráfico e investigado en Estados Unidos.
El comienzo del video es desopilante por completo. Allí hizo que Lemoine y su compañera suban al escenario para que canten el hit que ya, por ridículo, quedó recontra viralizado. "Yo soy un liberal. Soy de todos el más liberal. No me podés pisar. Porque soy capitalista, capitalista", enunciaron ambas mujeres, en un cántico al ritmo de Tu vicio de Charly García. Inclusive la segunda vez tuvo un grito de "por qué" por parte de Lemoine, con características de estadio de fútbol.
Si ya toda esa imagen parecía fuertísima en términos de no tener relación alguna con la realidad política y económica del país, lo que soltó Milei cuando giró la cámara y comenzó a filmarse en los preparativos del show fue un pie mucho más claro para entender que no sabe si se está en Disney, la mágica tierra de Narnia o si sabe que está en suelo argentino: "Como verán esto se está poniendo bueno, se está poniendo divertido".
La bronca que se germina en los sectores más humildes de la Argentina, que son quienes más duro padecen la crisis económica actual tras 20 meses de gestión libertaria a puros aumento de precios en bienes y servicios, podría estallar en cualquier momento de acuerdo a los antecedentes históricos del país y de la crítica realidad social que atraviesan en las barriadas más pobres del conurbano bonaerense. La chispa que puede encender eso se encuentra mojada porque en 20 días se vota en todo el país, pero la provocación puede generar un fuerte incendio tras el 26 de octubre.
Y esta realidad parece muy fuera del radar de Milei, quien se prepara para cantar en el Movistar Arena como si nada de esto hubiera pasado, como si su nombre no hubiera quedado manchado por la cripto estafa libra y el de su hermana por las coimas de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). Al mismo tiempo, por más que intente disimular la crisis política con este tipo de contenidos, en los hechos se lo notó muy nervioso.
"Pero bueno. Ahora a ver si. Digo todavía falta para la prueba de sonido. Así que dentro de un rato quizás vuelva a transmitir", explicó de forma entrecortada justo después de asegurar que la situación se ponía divertida. "Les mando un gran abrazo y prepárense para un show de putísima madre. ¡Viva la libertad, carajo!", cerró el vivo, antes de tomarse unos segundos para apretar el botón rojo que lo interrumpía.
En los últimos tres días Milei pasó de sostener a Espert sin importar la acusación, a soltarle la mano porque era lo más necesario para la subsistencia electoral de su espacio, sin importar nada en el medio, ni dar explicaciones del por qué de sus decisiones contradictorias. Es con este espíritu que enfrentará el show en el Movistar Arena. Vive, como se dice, en otro cumple.