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¿Se vienen salidas?

Duro cachetazo bonaerense: La Libertad Avanza tambalea entre el desorden, la interna con Menem y el escándalo de corrupción

En la Casa Rosada ya reclaman cambios en la cúpula, pero el Presidente por ahora mantiene a los señalados.

08 Septiembre de 2025 10:37
Karina Milei y Martín Menem

El gobierno de Javier Milei recibió un verdadero mazazo en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, a menos de dos meses de los comicios nacionales del 26 de octubre. Con una diferencia de casi 14 puntos a favor de Fuerza Patria, la coalición libertaria no solo sufrió un golpe político, sino también una crisis interna que dejó expuestas las fracturas de la conducción y los graves problemas de armado en el distrito más importante del país. 

En la Casa Rosada admiten que el resultado fue consecuencia de una mezcla explosiva: un escándalo de presunta corrupción -a raíz de los audios que se dieron a conocer de Diego Spagnuolo- que involucra a Karina Milei y a Eduardo "Lule" Menem por el cobro de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), la incapacidad de instalar la inseguridad como eje de campaña y la falta de planificación territorial en las ocho secciones electorales bonaerenses.

Diego Spagnuolo junto a Karina Milei, Lule y Martín Menem

Sin ir más lejos, con el 63% de la participación Fuerza Patria ganó en 99 de los 135 municipios de provincia de Buenos Aires. El jefe de campaña Sebastián Pareja apostó por la Primera y Tercera sección electoral, apoyado por dirigentes del PRO como Cristian Ritondo y Diego Santilli, pero desatendió la Segunda y la Cuarta, dos bastiones que supieron ser "anti K" donde la Libertad Avanza podría haber hecho la diferencia. Allí, intendentes como Pablo Petrecca (Junín) y Javier Martínez (Pergamino) rompieron con el esquema y armaron sus propios espacios. La lógica de "voracidad sin planificación" se repitió como patrón, dejando un tendal de dirigentes desencantados.

El Gordo Dan pidió cambios

El contraste con el pasado reciente es contundente: el PRO, en sus mejores tiempos, construyó victorias de la mano de la UCR y partidos provinciales que le dieron capilaridad. Los libertarios, en cambio, intentaron replicar un modelo porteño con apellidos conocidos, pero sin estructura ni anclaje en el territorio. "No hay forma de perder en el interior salvo que tengas un armado muy malo", sentenció un analista libertario. Lo cierto es que el clima interno tras la derrota es áspero. Las críticas se concentran en Martín y Lule Menem, acusados de haber impuesto candidatos sin consenso y de manejar la campaña con criterios de mezquindad política. 

Desde los pasillos de la Casa Rosada reconocen que correr serio "riesgo" de no recuperarse de esta "paliza" si no hay "un cambio contundente". El propio "Gordo Dan", referente de las milicias digitales libertarias, pidió públicamente al Presidente que se ponga el buzo de DT y "ordene el equipo ya". El escándalo de los audios de Spagnuolo, ex director de la ANDIS, terminó de dinamitar la campaña. Sus acusaciones por presunto cobro de retornos, que apuntan a la secretaria General de la Presidencia de la Nación Karina Milei y al sector de los Menem, ocuparon el centro de la escena en lugar de la agenda de seguridad que pretendía instalar el oficialismo. 

Sebastián Pareja, Karina Milei, Martín Menem

La campaña pareció terminar antes de tiempo, y ni siquiera el cierre en Moreno logró revertir la sensación de derrota inminente. Milei, fiel a su estilo, eligió poner la cara la misma noche del domingo, rodeado de sus ministros, de Martín Menem, Santiago Caputo y su hermana Karina. En un gesto de equilibrio interno, dejó claro que la derrota no podía cargarse sobre un solo sector, aunque puertas adentro muchos señalan a Pareja como el principal responsable. Sin embargo, se destacaron ausencias clave como las del ministro de Economía Luis Caputo, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y Gerardo Werthein

Lo cierto es que el Presidente ensayó una autocrítica en el búnker libertario de La Plata, admitió "errores políticos" y aseguró que este resultado es solo "un piso de cara a octubre". Pero la pregunta que sobrevuela el oficialismo es si Milei está dispuesto a hacer cambios reales en la conducción política. Por ahora, el núcleo duro se mantiene inalterado, pese a los cuestionamientos internos. Analistas advierten que el margen de maniobra se achicó. Incluso, desde el Gobierno afirman que esta podría ser la derrota -quizás necesaria- que sufrió el seleccionado argentino contra Arabia Saudita que le permitió crecer y terminar consagrándose campeón del Mundo. 

Guillermo Francos y Martín Menem

La derrota bonaerense no solo encendió las alarmas en el tablero electoral, sino que dejó al desnudo la principal debilidad de La Libertad Avanza: la falta de un proyecto político sólido que vaya más allá de la figura de Milei. En octubre, el oficialismo se juega mucho más que bancas en el Congreso: se juega su propia supervivencia política.