En un intento desesperado por contener la corrida cambiaria antes de las elecciones legislativas, el gobierno de Estados Unidos salió este miércoles a intervenir en el mercado argentino con una fuerte compra de pesos que logró frenar la suba del dólar. Según la agencia Bloomberg, el Tesoro norteamericano -a través de los bancos JP Morgan y Citigroup- habría inyectado entre 400 y 500 millones de dólares para estabilizar la cotización, que se mantuvo en $1.515 en el Banco Nación y en $1.489 en el segmento mayorista. "Tanto JP Morgan Chase como Citigroup estuvieron activos en el mercado spot de Argentina el miércoles, según personas familiarizadas con el asunto", informó Bloomberg, agregando que los operadores estiman que "el Tesoro de Estados Unidos vendió entre 400 y 500 millones de dólares"-
Estos valores, señalaron, representan la mayor intervención del Tesoro estadounidense hasta la fecha. En el mercado mayorista se operaron casi U$S 800 millones, un nivel inusualmente alto, mientras que en futuros se registraron más de U$S 900 millones. En total, se calcula que Washington ya habría colocado unos 1.000 millones de dólares del swap de 20.000 millones firmado con el Banco Central argentino, un rescate silencioso pero clave para evitar un salto del tipo de cambio en plena tensión electoral. El Banco Central, por su parte, se mantuvo al margen: "El dólar mayorista continúa acechando el techo de la banda a la espera de que finalmente llegue el domingo y así se pueda evaluar si la dolarización se pasó de largo durante este período electoral o si resulta sostenida aún después", analizó el economista Gustavo Ber.
El mismo advirtió que las "permanentes intervenciones no resultan sustentables". Pese al respiro momentáneo, el contexto dista de ser alentador. El dólar blue marcó un nuevo récord nominal intradiario de $1.555 y cerró a $1.550, acumulando una suba de 7,3% solo en octubre. "Antes de las elecciones legislativas nacionales, la demanda dolarizadora del retail, ante la falta de drivers, no tiene por qué retraerse. Con el Tesoro norteamericano en la vereda de enfrente y un BCRA como 'vendedor de última instancia', la estrategia parece una sola: aguantar", definió Portfolio Personal Inversiones.
El ministro de Economía, Luis Caputo, intentó llevar la calma que hasta ahora sólo buscaba instalar el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent: "No va a haber ningún cambio al esquema actual", publicó en su cuenta de X el ministro, descartando modificaciones en el régimen de bandas cambiarias. Sin embargo, la estabilidad que exhibió el mercado este miércoles tuvo poco que ver con la "confianza" oficial y mucho más con el auxilio financiero extranjero. Mientras tanto, las reservas del Banco Central se ubicaron en U$S 40.570 millones, con una leve suba de USD 31 millones y sin intervención propia.
Este último dato refuerza la dependencia del gobierno argentino respecto del salvavidas que llega desde Washington. "El mercado seguirá bajo presión porque la oferta de dólares del sector comercial es limitada, ya que los vendedores esperan el resultado de la elección para ver qué sucede", advirtió un economista de la consultora Outlier, dejando en claro que la calma cambiaria pende de un hilo. La operatoria del miércoles mostró la fragilidad de la estrategia: cada ronda de negocios fue "un auténtico test para el Gobierno", admiten los analistas, que observan cómo la administración Milei-Caputo depende cada vez más del financiamiento y la intervención de EE.UU.