22 Octubre de 2025 16:48
La sombra de la recesión se cierne con fuerza sobre la economía argentina bajo el gobierno de Javier Milei. Según el último informe del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Di Tella, la probabilidad de que el país entre en recesión supera el 98%. Este dato, basado en el Índice Líder (IL) que anticipa la actividad económica, refleja una situación crítica que se agrava mes a mes.
En septiembre, el Índice Líder cayó un 0,85% en su versión desestacionalizada respecto al mes anterior, acumulando seis meses consecutivos de bajas en su serie tendencia-ciclo. En términos interanuales, la contracción fue del 1,52% en comparación con septiembre de 2024. El indicador se ubicó en 121,03 puntos (2004=100), una clara señal de desaceleración que no da tregua.

El Índice de Difusión (IDCIF), que mide cuántas de las variables que componen el IL presentan crecimiento, arrojó un preocupante 30%. Solo tres de las diez series mostraron variaciones positivas: el Índice de Confianza del Consumidor, los despachos de cemento y los precios de minerales no metálicos... El resto sigue en caída libre.
El panorama se agrava al analizar el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), utilizado como referencia: en julio de 2025, este índice mostró una caída del 0,87% mensual desestacionalizado y una baja del 0,34% en su serie tendencia-ciclo. Esta es la cuarta caída consecutiva del EMAE, lo que refuerza la definición técnica de recesión.

El informe subraya: "En septiembre de 2025, la probabilidad de salir de la fase expansiva de la actividad económica durante los próximos meses se ubica en 98,01%". Pero como si esto no fuera poco, se suma el análisis del Banco Central (BCRA), que confirma la percepción generalizada: Argentina ya está en recesión.
Según su último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), el Producto Bruto Interno (PBI) cayó un 0,6% en el tercer trimestre de 2025 respecto al trimestre anterior y, aunque se proyecta una leve recuperación del 0,5% para el último trimestre del año, las expectativas para 2025 se ajustaron a la baja, con un crecimiento estimado del 3,9%, por debajo del arrastre estadístico.

La crisis también impacta en el empleo con la tasa de desocupación abierta para el tercer trimestre de 2025 fue estimada en un preocupante 7,5%, mientras que para el último trimestre se espera un leve descenso al 7,2%, aunque aún por encima de las proyecciones anteriores.
Con una inflación que no cede, un consumo paralizado, paritarias frizadas y los servicios públicos subiendo a gran escala, se advierte que una corrección cambiaria tras las elecciones podría empeorar aún más la situación. Las alarmas están encendidas: el equipo económico de Luis Caputo junto a Javier Milei enfrenta un desafío monumental para revertir este sombrío escenario que no parece revertirlo ni siquiera Scott Bessent con todo el Tesoro estadounidense.

