Más
Política

"Esta es la verdad de la milanesa": CFK hundió a Alberto y reveló la rosca que culminó con Massa candidato

Manual de instrucciones para entender una a una todas las chicanas y alusiones de la vicepresidenta.

26 Junio de 2023 17:41
26-06-2023_f20863fce1db0f93d1d74687f89a9bd6jpg

Y un día CFK destapó la olla y le sacó los ruleros a más de uno. Después de un cierre de listas a pura rosca y tras la creación de Unión por la Patria, Cristina Fernández de Kirchner activó el "operativo traslado de votos" y escoltó a Sergio Massa en el que fue su primer acto como precandidato presidencial. Con referentes como Estela de Carlotto y Taty Almeida en primera fila, la vicepresidenta aprovechó el acto de recuperación de uno de los aviones Skyvan PA-51 -que la última dictadura utilizaba en los denominados vuelos de la muerte- para exponer cómo fueron las negociaciones que culminaron con la fórmula Massa-Rossi y expuso con todo a Alberto Fernández. "Esta es la verdad de la milanesa", disparó.

El acto comenzó con un video grabado por el presidente antes de viajar a Brasil. En el mismo, se lo vio visiblemente demacrado: los casi cuatro años de gestión y la feroz interna perdida dejaron su marca en el rostro del primer mandatario. "Me hubiera encantado poder estar con ustedes hoy, simplemente para poner en valor la memoria. Para seguir reivindicando los valores de memoria y justicia, pero tuve que viajar a Brasilia a trabajar con mi siempre querido Lula. Aún a la distancia no quise estar ausente. Así que estoy allí junto a ustedes, a la distancia, pero junto a ustedes", pronunció.

La vicepresidenta fue la única de los expositores que no aplaudió el mensaje de Alberto, dejavú de lo que iba a venir cantaría Fito Páez si en sus manos hubiera estado a cargo la musicalización del día en el que CFK terminó de dinamitar su vínculo con Fernández. El mismo, claro, al que ella misma ungió como candidato en 2019.

Del operativo "traslado de votos" de CFK, a la furia de Bullrich por la derrota en Córdoba

Escoltada por Sergio Massa, la vicepresidenta fue la última oradora del acto y se refirió a quiénes integraron al menos dos de los vuelos de la muerte del avión repatriado: Azucena VillaflorEsther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco -integrantes de Madres de Plaza de Mayo-, y las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet. "Quiero detenerme en la condición humana de esas mujeres, de esas religiosas que desaparecieron entre el ocho y el 12 de diciembre, que son también los mismos valores de los militantes políticos. Porque acá no estamos recordando a santos, ni a ángeles; que están en el cielo. Acá estamos recordando a militantes políticos, que los desaparecieron por las ideas que tenían".

"Quiero hacer hincapié en esos valores que eran la solidaridad, el preocuparse por vivir en un país más justo con educación, con salud, con salario decente, con trabajo digno, con techo para todos los argentinos. Y que eran capaces de dejar de lado sus propios intereses, que todos los tenemos porque no somos perfectos, pero era posible dejar de lado todo lo que uno era para entregarlo a un proyecto colectivo, a un proyecto de país", señaló en la que se convirtió en la primera chicana directa al primer mandatario.

La vicepresidenta resaltó "esa forma de entender la política", y prosiguió en su ataque contra Fernández: "Decir la verdad y contar lo que pasa también es importante. Hoy vivimos en democracia, con algunas limitaciones; pero tenemos militancia y partidos políticos. Quiero referirme también, porque no vivimos en un tupper, a nuestra situación, a lo que pasó porque hay un proceso electoral en marcha, se va a elegir presidente o presidenta de la República Argentina".

"El viernes, y en esto quiero dirigirme a los militantes fundamentalmente, deben haber visto con sorpresa de repente... Veo cabecitas que me hacen así (asienta). ¿Mucha sorpresa, no? ¡Cómo no va a haber sorpresa si durante un año y medio nos tuvieron pateando el parche con PASO, PASO, PASO y la democratización del peronismo. Vamos, vamos: que soy peronista, de muy joven y todos los cargos que ocupé en mi vida fueron por el voto popular. Nadie me firmó un decreto para sentarme en un sillón", arremetió, con filoso pase de factura de por medio.

La vicepresidenta luego recordó la derrota electoral de medio término. Cabe recordar que, en ese momento, el armado quedó en manos de Alberto Fernández, quien aún mantenía cierta imagen positiva. "La democratización como objetivo, sobre todo después de que nuestro espacio político perdiera las elecciones como las perdió en el 2021; la derrota parlamentaria más importante de la democracia del peronismo, donde perdimos por primera vez la mayoría y el quórum propio en el Senado... la verdad es que si la solución es la PASO y pelearnos entre nosotros, en el marco además de una Argentina con un nivel de endeudamiento contraído por el anterior Gobierno y con el retorno catastrófico del FMI, me hablan de estabilización de la economía...", prosiguió.

CFK también apuntó tácitamente contra Martín Guzmán por el acuerdo negociado con el Fondo Monetario Internacional, el disparador de la fisura que culminó con la feroz interna que hasta la semana pasada dividía al Gobierno. "Quiero contarles que desde que apareció el Fondo se desestabilizó la economía, con un modelo y un proyecto que es enlatado y para todas partes igual, allá por el 2018; un 20 de junio", precisó, en alusión al día en el que se oficializó el acuerdo negociado por el albertismo, y sumó: "Este es el principal problema que hoy tiene la sociedad argentina. Como militante política sostenía que era necesario construir una lista de unidad que nos permitiera abordar los problemas que tiene la sociedad, que son muy graves".

Pero no todos fueron dardos para Fernández. CFK también se refirió a la feroz interna de Juntos por el Cambio, con Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta a la cabeza. "Cuando veo por ahí a la oposición también, responsable del endeudamiento y del regreso del Fondo, pelearse entre dos listas para ver quién mete más bala, quién saca más derechos o quién ajusta más, digo: '¡Qué necios!'. No advierten lo que pasa en el país y lo que el país necesita, por eso sostenía que era necesaria una lista de unidad".

Después de dos o tres amagues, la vicepresidenta fue con todo y mencionó de forma directa por primera vez a Fernández. "Quiero ser absolutamente sincera y hablar sin pelos en la lengua, porque ustedes ya me conocen. No soy de andar con eufemismos. El presidente de la Nación, el presidente de nuestro partido, se embanderó hasta el viernes en hacer PASO. Yo les dije a ustedes varias veces lo de la comprensión de texto, ¿no? Quiero que entiendan también la comprensión de contexto, cuando uno mira la sociedad y el momento político en el que está".

Quiero que entiendan también la comprensión de contexto, cuando uno mira la sociedad y el momento político en el que está"

"El siete de junio, quince gobernadores habían pedido una lista de unidad. Más tarde lo hicieron los intendentes de la provincia de Buenos Aires y más tarde creo que la CGT también sacó un documento. No era capricho, era la necesidad de poder articular lo más inteligentemente posible un desafío muy grande. Sin embargo, hasta el pasado día viernes, veinticuatro días antes", sostuvo y, al ser corregida por los asistentes, la picó: "Veinticuatro horas, claro. ¿Ven que yo también me equivoco y lo admito?".

Después del aplauso generalizado, CFK volvió a la carga, ahora contra Victoria Tolosa Paz, quien pretendía ser precandidata a gobernadora bonaerense y competir con Axel Kicillof. "Hasta veinticuatro horas antes del cierre de listas teníamos a la ministra de Desarrollo Social de nuestro gobierno planteándole elecciones internas al gobernador de la provincia de Buenos Aires. Esta era la situación".

También se refirió a Daniel Scioli, aunque los palos al "Pichichi" fueron un poco menos duros. Su turno, claro, llegaría más tarde. "También lo teníamos a nuestro embajador en Brasil para presidente, con todo el derecho del mundo; no estoy hablando de que no tengan derecho, estoy hablando de las consecuencias de esto".

Mientras Massa demostraba una vez más su capacidad de mantenerse ajeno a los dardos y hacía malabares cada vez que la transmisión oficial lo ponchaba, CFK cantó retruco. "Quiero ser más sincera todavía. El lunes, en una reunión con Sergio, Wado, Máximo y lo veo acá (presente) también a Juan Manuel (Olmos), cuando faltaban apenas cuatro días para el cierre de listas, hablé con Sergio y lo digo acá adelante de todos. Algunos me sugerían que le hablara a Daniel para que bajara... ni con una 45 en la cabeza me hacían hablarle a nadie, ni para subir, ni para bajar: respeto profundamente las decisiones de cada persona. No se puede obligar a la gente a hacer algo que no quiere o ir a un lugar que no quiere, esto es responsabilidad de cada militante y de cada dirigente. No crean en todo lo que se publica, ni en todo lo que se dice".

Luego de la confidencia de la rosca, la vicepresidenta recordó el diálogo que mantuvo ese día con el ministro de Economía: "Le dije a Sergio: 'Si hay una lista de unidad, apoyada por los gobernadores y los intendentes, nosotros no tenemos ningún problema; pero si hay PASO, nuestra fuerza va a ir con candidato propio, va a ir con Wado de Pedro que era nuestro candidato si hubiera habido PASO".

Luego de recordar la historia personal del actual ministro del Interior y de destacar su militancia política, CFK sumó un elogio más que bien puede ser interpretado como otro dardo dirigido al presidente: "Quiero rescatar, porque su convicción y su pertenencia a un proyecto colectivo que va a donde sirve al proyecto independientemente de que le sirva a él, es de muy pocos, poquitísimos les diría".

"Cuando leo por ahí que los gobernadores pedían que no fuera él o que fuera Sergio, eso no es cierto. Los gobernadores querían una lista de unidad, que obviamente tenía que tener el consenso del presidente y de todos los sectores que mayoritaria o minoritariamente componemos el frente. Obviamente Wado de Pedro no iba a tener la aprobación del presidente", disparó, al tiempo que fijó la mirada en el ministro del Interior y le dedicó un guiño directo: "No te preocupes".

Mientras los presentes aún se reían de la chicana, la vicepresidenta agarró su teléfono celular y reveló una conversación que mantuvo con uno de los gobernadores peronistas aludidos minutos atrás. "Le dije: 'Vayan a ver al presidente. Si hay una fórmula de consenso con un candidato gobernador y el presidente pone al vice yo no tengo ningún problema'. Me hago cargo, he sido ocho años presidenta de este país. Acompañé a Néstor desde la intendencia, cuando la ganamos por 111 votos".

Cuando los presentes le pidieron que revelara el nombre del gobernador, CFK se resistió: "Lo que es importante es terminar con las operaciones políticas que tanto han envenenado a la militancia y terminan leyendo el diario en lugar de salir a la calle. ¡Dejen de leer los diarios y salgan a la calle a ver qué pasa con la gente! ¡Esto es lo que tienen que hacer!".

"Si no había fórmula de unidad y esto lo sabía Sergio, íbamos a las PASO con Wado de Pedro. Lo sabían todos, por eso que nadie se haga los rulos por favor. Nosotros tenemos una gran responsabilidad con la sociedad de estar no discutiendo entre nosotros, sino ocupándonos de los problemas de la gente", advirtió, al tiempo que reveló lo que exigió y recibió el albertismo para bajar a sus candidatos: "Se resolvió después de darle dos puestos de diputados, uno a la que competía con Axel (por Tolosa Paz) y otro para el ahora Canciller (por Santiago Cafiero). Cuando uno ve estas cosas y estas actitudes... en esto terminaron las PASO. Esta es la verdad de la milanesa".

Se resolvió después de darle (al albertismo) dos puestos de diputados. Esta es la verdad de la milanesa"

Luego llegó el turno de Agustín "Chivo" Rossi, actual jefe de Gabinete de Alberto Fernández y precandidato a vice. Pese a su cercanía con el presidente, CFK valoró su aporte durante las negociaciones previas al cierre de listas y se encargó de desmarcarlo del "albertismo". "Quiero saludarlo a Agustín y fíjense lo que son las cosas, en honor a seguir diciendo cómo fue todo", arrancó, para luego revelar que la intención del primer mandatario era que Rossi sostuviera su precandidatura a presidente y fuera escoltado por Tolosa Paz.

"Agustín estaba también en esa reunión. Él ya había resignado su propia precandidatura a presidente y lo cuento porque él mismo lo contó el otro día. ¡Gracias Agustín por la sinceridad y por decir las cosas como son! Ese es un valor muy importante. En esa reunión Máximo, el malo de La Cámpora, dijo: 'Bueno, que vaya Agustín'. Y sí, esto es el peronismo".

El siguiente en la lista de la vicepresidenta fue el embajador de Brasil, a quien lo acusó de haber volcado en off el diálogo que mantuvieron luego de que bajara su precandidatura. "Anoche hablé con Daniel Scioli, con quien desde siempre me unió una relación de respeto mutuo. Tuvimos una charla excelente, pero algunas de las cosas que me dijo salieron replicadas hoy en algunos diarios así que me voy a obviar la tarea de contarlo".

"¿Por qué este escenario en nuestro espacio político?", se preguntó la vicepresidenta, al tiempo que recordó la condena en su contra. "Fundamentalmente, porque la dirigente que más medía o mide en este espacio está proscripta. Más allá de que ahora me entran con los tecnicismos. ¡Vamos, che! Si hay una candidata que está condenada por administración fraudulenta e inhabilitada de por vida, ¿en serio no está proscripta? Eso es proscripción y lo dije muy claramente".

"Hay que poner blanco sobre negro con lo que está pasando en la Argentina con el Partido Judicial, que sustituyó a ese otro que, después de la tragedia de los desaparecidos y de Malvinas, desapareció como espacio de poder, pero el poder económico concentrado siempre encuentra sustitutos e instrumentos para condicionar a la democracia. Hoy tenemos una política cada vez más fragmentada y un poder económico cada vez más concentrado".

Sobre el cierre de su discurso, CFK se refirió al último comunicado del FMI en el que advierte que gran parte del proceso inflacionario que sufre el país se debe a la concentración de las ganancias por parte de las grandes empresas. "Hola, ¿qué tal? Teléfono para el ministro y para el candidato", deslizó entre risas señalando a Massa, quien sorteó la situación con una mueca.

Por último, la vicepresidenta terminó de rematar al presidente con un gráfico en el que expuso las ganancias de las grandes empresas durante su administración: "A partir de que finaliza la pandemia, la concentración del ingreso fue bru-tal", enfatizó y lo bajó oficialmente del ring, al menos por ahora.