Los vueltos de algunos ex compañeros de trabajo en la televisión se vieron en vivo durante la noche de este martes al aire de A24 cuando el periodista Eduardo Feinmann recordó junto a sus colegas Pablo Rossi y Eduardo Ortelli cuando tuvo la primicia de la foto de la fiesta en la quinta de Olivos durante la pandemia, que desató un escándalo político. En aquella oportunidad eran parte de LN+ junto a Luis Majul, de quien se burlaron y rieron sin ponerse colorados.
"Vos fuiste el primero en mostrar la foto de Olivos", le preguntó Ortelli al ex C5N. "Sí. Después me siguió Guada Vázquez. Guada amplificó mucho más el tema", reconoció Feinmann. Hasta el momento todo era normal, pero fue entonces que en vez de profundizar en el tema en relación a la censura del gobierno libertario contra los periodistas por los audios de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, eligió elegir con sorna lo sucedido.
"Menos mal que tengo un testigo vivo: Pablo Rossi acá", señaló a su colega en busca de complicidad. En la cara del cordobés se percibió que sabía de lo que hablaba su compañero, no porque haya sido un paso de comedia sino porque evidentemente era un evento que ya había sido recordado con anterioridad. "Estábamos sentaditos en la mesa, con un Majul que no nos quería dejar hablar", soltó Feinmann enseguida, mientras comenzaba a hacer una interpretación de su colega que se mantuvo en la otra señal cuando todos ellos fueron parte de un éxodo hacia A24, en esa jugada de principios de 2025 en la cual se reforzó la planta periodística del canal de Daniel Vila.
La imitación de Feinmann expuso a un Majul asustado y nervioso. "Yo decía : 'Tengo una foto de', y Majul temblaba", repasó el conductor. Luego directamente puso una voz más forzada a lo agudo y lanzó un "Ay, ¿estamos seguros?"'. "Dale. Vamos, viejo", cerró después, sin esconder el enojo que le generaba la actitud de su compañero. Mientras tanto Ortelli sólo rió también en un gesto de complicidad con sus compañeros, también en una demostración de que la anécdota era bastante popular puertas adentro. "Algún testigo vivo", lanzó entre risas Rossi. "Sí, me acuerdo", le confirmó a un Feinmann que todavía despertaba carcajadas entre sus colegas.