Con el quórum justo y un temario de alto impacto social, la oposición se prepara para una mega sesión en Diputados con foco en el financiamiento universitario, el Hospital Garrahan y la emergencia en Bahía Blanca. El Gobierno maniobra para frenar los avances y evitar nuevos reveses políticos. En medio de la tensión cambiaria, la presión social y las negociaciones electorales, el gobierno de Javier Milei enfrenta este miércoles una nueva embestida en la Cámara de Diputados.
Una coalición opositora -que apenas supera por uno o dos votos el umbral del quórum- buscará aprobar una batería de proyectos sensibles que ponen en jaque al oficialismo y sus estrategias de ajuste. El temario incluye el aumento del presupuesto para las universidades públicas, la declaración de emergencia para el Garrahan, el rechazo al veto de la ley de ayuda a los damnificados de Bahía Blanca, y una serie de iniciativas clave promovidas por gobernadores e instituciones científicas y culturales.
La sesión fue solicitada por los jefes de bloque de Unión por la Patria (UxP), Democracia para Siempre, Encuentro Federal, la Coalición Cívica, el socialismo santafesino y el Frente de Izquierda. Sumaban esta mañana 131 voluntades, justo por encima de los 129 necesarios para dar inicio al debate. El Gobierno, mientras tanto, desplegó un operativo de contención política. En la oficina del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se reunieron Karina Milei, el titular de la Cámara baja Martín Menem, el operador libertario Santiago Caputo y su primo "Lule". Allí se delineó la estrategia: apelar a "mayorías circunstanciales" para frenar los proyectos caso por caso.
También se propusieron negociar con gobernadores y alentar la fragmentación del voto opositor. El oficialismo tiene motivos para preocuparse. El primer proyecto en agenda -impulsado por los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional- propone actualizar automáticamente los gastos de funcionamiento de las universidades por inflación, convocar paritarias para recomponer salarios y aumentar las becas estudiantiles. En plena campaña electoral, la imagen de un gobierno que niega recursos a la educación pública podría ser devastadora. Le sigue la declaración de emergencia en pediatría, con foco en el Hospital Garrahan.
El proyecto busca garantizar el funcionamiento pleno del centro de salud y una asignación prioritaria de recursos para medicamentos, infraestructura y personal. También establece una recomposición salarial inmediata y exenciones de Ganancias para trabajadores del sector. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la medida demandaría más de 133 mil millones de pesos al año. Otra pulseada crucial será la del rechazo al veto de Milei al proyecto de emergencia para Bahía Blanca, que incluía la creación de un fondo de $200.000 millones para atender a los damnificados por las inundaciones.
El oficialismo no quiere saber nada con que se insista en la sanción original y movió fichas con algunos gobernadores aliados para frenar el avance. El PRO, en este punto, se convirtió en el actor más observado: si bien acompañó el proyecto en su momento, tras el acuerdo electoral con La Libertad Avanza en Buenos Aires dejó trascender que "ayudará" al Gobierno. La UCR, por su parte, exige gestos concretos del Ejecutivo antes de definirse. La votación podría exponer fracturas incómodas en ambos espacios.
También figuran en el temario dos iniciativas con media sanción del Senado: el reparto automático de los ATN a las provincias y la coparticipación del Impuesto a los Combustibles. Pero sin dictamen de comisión, su tratamiento requeriría una mayoría agravada de dos tercios, número que la oposición no logra reunir. Por eso se apunta a aprobar emplazamientos a comisiones y ganar tiempo hasta la próxima sesión prevista para el 20 de agosto.
El debate también abarcará otros temas sensibles, como la emergencia del sistema nacional de Ciencia y Tecnología, un proyecto sobre el Alzheimer impulsado por Facundo Manes, y la reactivación de la comisión investigadora del escándalo del criptoactivo $Libra. Además, se buscará derogar varios decretos presidenciales dictados en el marco de la Ley Bases, entre ellos los que disuelven organismos culturales, eliminan Vialidad Nacional y transforman el Banco Nacional de Datos Genéticos.
Desde Balcarce 50 acusan a la oposición de haber acumulado una "sobrecarga legislativa" artificial para alcanzar el quórum. "Metieron tantos proyectos en una sola sesión porque era la única forma de juntar las voluntades", dijo una fuente cercana al Ejecutivo. La Libertad Avanza teme una sesión maratónica de hasta 38 horas y que, en ese contexto, se aprueben leyes que desequilibren su programa fiscal y alimenten el discurso del "Estado presente" que tanto critican.
La reunión de Labor Parlamentaria prevista para las 10 intentará ordenar el debate, pero la experiencia reciente no es alentadora. Las últimas sesiones terminaron desbordadas, con cruces constantes entre oficialistas y opositores y sin acuerdos previos sobre el orden de tratamiento. Más allá de los resultados puntuales, la jornada de hoy marcará un nuevo capítulo en la tensa relación entre el Ejecutivo y el Congreso. Para la oposición, es la oportunidad de avanzar con leyes de alto impacto social y desenmascarar la falta de voluntad del Gobierno para atender demandas básicas. Para Milei, es una prueba de supervivencia parlamentaria en plena tormenta económica y con la campaña electoral en marcha. El escenario está abierto. Las espadas están afiladas. Y la Cámara de Diputados vuelve a convertirse en el campo de batalla.