El Hospital de Clínicas, emblema de la salud pública y la educación médica en Argentina, atraviesa una de las peores crisis de su historia. Marcelo Melo, director del hospital, expresó con angustia que la institución se encuentra al borde del colapso debido al desfinanciamiento para la salud pública impulsado por el gobierno de Javier Milei.
En un tono cargado de preocupación, Melo anunció que, si no se toman medidas urgentes, el hospital se verá obligado a cobrar a los pacientes para poder continuar operando: "Estamos en una situación límite. La única forma de seguir funcionando es achicando cada vez más nuestra capacidad o generando recursos propios. Eso significa empezar a cobrar a los pacientes", declaró Melo en una entrevista radial con Urbana Play.
El drama que vive es cotidiano en este hospital escuela, dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que ya opera al 50% de su capacidad. Sin embargo, la crisis no es nueva, y se profundiza en los últimos meses debido a la falta de actualización presupuestaria. Melo, explicó que el hospital enfrenta serios retrasos en las partidas asignadas por el Ministerio de Educación, lo que lleva inevitablemente a una reducción drástica en la cantidad de cirugías y servicios disponibles: "Hacemos menos cirugías, cerramos sectores y enfrentamos un retraso salarial del 40%. Esto no es sostenible", agregó.
El director del Clínicas detalló que una cirugía promedio en el hospital tiene un costo que oscila entre $1.000.000 y $2.000.000, incluyendo anestesia, insumos y medicamentos. Hasta ahora, esos costos eran absorbidos por el hospital, pero la falta de recursos está empujando a la institución a considerar medidas extremas: "Un paciente que necesita una cirugía requiere al menos $400.000 solo para anestesia. Antes podíamos cubrirlo, ahora ya no", lamentó Melo.
Esta situación pone en jaque a miles de personas que dependen del Clínicas para acceder a tratamientos y cirugías gratuitas. Cada año, el hospital realiza más de 8.000 intervenciones quirúrgicas y atiende a más de 360.000 pacientes en consultas externas. Sin embargo, estos números podrían reducirse drásticamente si se implementa el cobro por los servicios.
La gravedad de la crisis quedó en evidencia esta semana cuando cientos de médicos, estudiantes y trabajadores del hospital realizaron un abrazo simbólico al edificio para exigir mejores condiciones laborales y un aumento en el presupuesto destinado a la institución. La protesta fue un grito desesperado ante un sistema que parece darles la espalda.
"Desde hace más de un año no hemos recibido una actualización presupuestaria. La función salud de la UBA tiene un incremento del 0%. Esto es insostenible", señala un informe reciente publicado por la Universidad de Buenos Aires. La falta de recursos no solo afecta al Clínicas, sino también a otros hospitales universitarios que cumplen un rol fundamental en la atención sanitaria del país como por ejemplo el Garrahan, líder en servicios de pediatría.
El impacto del desfinanciamiento no solo afecta a los pacientes, sino también al personal médico y administrativo del hospital. La precarización laboral y los bajos salarios han llevado al límite a quienes sostienen día a día el funcionamiento del Clínicas. "La medicina sin recursos no existe", advirtió Marcelo Melo con tristeza.