Con una extensa publicación, Karina Milei, secretaria General de la Presidencia y hermana del Presidente, salió a festejar en sus redes sociales el cierre del acuerdo electoral con el PRO en la Ciudad de Buenos Aires. La alianza, sellada a último momento antes del vencimiento del plazo legal, marca un punto de inflexión: por primera vez desde su fundación, el partido que gobernó CABA durante 16 años no presentará lista propia. "Junto al Presidente del PRO, Mauricio Macri, nos pusimos de acuerdo para formar una alianza para competir juntos en la Ciudad de Buenos Aires el próximo 26 de octubre", anunció Karina en su cuenta de X.
Además, ratificó que "ambos estamos convencidos de que la Argentina necesita sostener y profundizar el camino que emprendió con éxito el Presidente Javier Milei en diciembre del 2023". Detrás del discurso triunfalista, el acuerdo fue una verdadera rendición del macrismo ante el poder avasallante de la Casa Rosada. El nombre de la boleta será únicamente "La Libertad Avanza", en color violeta, lejos del histórico color amarillo, y no habrá referencias ni alusión alguna al PRO, por exigencia de la propia Karina Milei, que también se reservó el control absoluto de la lista y el "derecho a veto" sobre los nombres.
Los únicos dos lugares que se le concedieron al PRO en la lista porteña de diputados nacionales son el 5° y 6°, puestos con chances limitadas de ingresar al Congreso. Los libertarios, en cambio, se quedarán con los dos primeros lugares al Senado y con el liderazgo completo del armado. La arquitecta de la movida es, sin duda, Karina, quien sigue acumulando poder político sin ocupar ningún cargo electivo.
En su publicación, la hermana del Presidente no dejó lugar a dudas sobre el carácter ideológico del pacto: "La base de este acuerdo es el compromiso innegociable de nuestros representantes en el Congreso a la hora de defender el plan económico y dar la batalla cultural, cada vez que la historia lo requiera, hasta el 2027". El tono marcial del mensaje dejó entrever también una amenaza velada hacia el pasado reciente: "No vamos a permitir que recuperen poder los que quieren volver a destruir el país", afirmó Karina Milei, apuntando contra el peronismo, pero también contra los sectores del PRO que se mostraron críticos del oficialismo.
Uno de los primeros nombres vetados por su entorno fue el de María Eugenia Vidal, tras declarar que el ajuste lo había pagado la gente y no la "casta", un comentario considerado herejía dentro del ecosistema libertario. En Balcarce 50 celebraron el acuerdo como una victoria política y simbólica. Un funcionario del Gobierno resumió con sarcasmo el espíritu de la operación: "Lo que no pudo Cristina Kirchner lo hicimos nosotros. Los destruimos". En el oficialismo consideran que terminaron de vaciar de poder a un PRO debilitado, que cedió sus posiciones sin condiciones ni marcas propias.
Aunque se especulaba con una foto conjunta entre Karina Milei y Mauricio Macri -a pedido de la propia ex pastelera- como broche de oro del entendimiento, el ex presidente decidió mantenerse al margen de las cámaras. Según fuentes cercanas a su entorno, "no lo veo haciendo eso". La negociación final quedó en manos de Pilar Ramírez, operadora de Karina, y Ezequiel Sabor, hombre del macrismo. Karina Milei cerró su mensaje con un llamado a la acción militante: "Gracias al equipo del PRO, a Mauricio Macri, y a Cristian Ritondo. Vamos a transformar la Argentina. La Libertad Avanza". Pero el trasfondo es claro: el PRO ya no es socio, sino furgón de cola.